El Viernes Santo en las playas y ríos de Barahona.
Desde playa Casita Blanca
hasta el río Los Patos, los balnearios tuvieron una buena asistencia de
vacacionistas que disfrutaron en familias.
Por Mayobanex De Jesús Laurens.
BARAHONA.-Nuestro recorrido inició por la playa Casita Blanca, ubicada en la carretera hacia el distrito municipal de Villa Central, en eso de las 3:30 de la tarde, balneario que estuvo repleto de personas.
En
el lugar, el Ministerio de Deportes, a través de su dirección
provincial, improvisó juegos de voleibol de playa, concursos y
distribuyeron franelas a los bañistas, mientras imperaba el orden y el
compartimiento familiar entre los que asistieron.
Proseguí
hasta el balneario de playa Saladillas, habilitada luego de 33 años sin
ser reabierta al público, gracias al esfuerzo de un comité gestor
encabezado por distinguids personalidades de barahona y representantes
del Ministerio de Turismo a nivel local.
Cientos
de bañistas disfrutaban las cálidas aguas y la blanca arena de Playa
Saladillas, en tanto que otros descansaban en sillas que fueron
habilitadas para acoger a los visitantes. Varias casetas de ventas de
bebidas y de comidas fueron también incluidas en el lugar para hacer más
placentero el largo asueto de Semana Santa.
El
próximo destino fue la playa El Quemaíto, también visitada por una gran
cantidad de bañistas que llegaron desde diversos puntos del país y del
mismo municipio de Barahona a disfrutar el amplio balneario.
El
fuerte sol y la frescura de las aguas del mar se confundían con las
gravillas del entorno, que hacían espacios para las personas sentarse
luego de un chapuzón en la tradicional playa El Quemaíto, lugar por
excelencia de los barahoneros.
El
Río San Rafael nos esperaba congestionado de personas y un verdadero
taponamiento de vehículos en la vía, y en los alrededores, que
anunciaban la inmensa multitud que se dio cita al lugar.
Tanto
en el río como en la misma playa de San Rafael, la multitud de bañistas
disfrutaba jugando con pelotas plásticas, nadando, esperando las olas
del mar, sentados debajo de las carpas que se colocaron en el balneario y
degustando los ricos platos de comidas que las venduteras ofrecían al
público.
Nuestro
destino final fue el río de Los Patos, lugar preferido por los
vacacionistas que llegan desde el interior del país, balneario que fue
abarrotado de personas y que no dejó espacios para el parqueo de
vehículos.
El
río más corto de la República Dominicana, y uno de los más agradables
por la limpieza de sus aguas, con el frío que las caracteriza y el
ambiente acogedor que prima en el entorno, presentó a los visitantes el
complemento ideal para pasar un Viernes Santo muy feliz, en
confraternidad familiar.
En resumen, las playas y ríos de Barahona tuvieron una buena
afluencia de bañistas durante el Viernes Santo, mientras que como de
costumbre, los platos de comida que se ofertaban se caracterizaron por
los altos precios, aprovechándose la sobredemanda que imperaba en esos
lugares.