Los militares de bajo rango exigen una reestructuración
del las FFAA y denuncian "tratos discriminatorios" del alto mando. Sus
esposas también instalaron piquetes en la ciudad u se declararon en
huelga de hambre
La amenaza de inmolarse de un suboficial aumentó la tensión en los cuarteles militares de Bolivia. El suboficial inicial de la armada Lorgio Cartagena Tamo dijo estar dispuesto a suicidarse frente al ministerio de Defensa,
después de ser dado de baja junto a otros tres suboficiales que
alientan el pedido de reformas de la ley orgánica de las fuerzas
armadas.
Cartagena dijo que su decisión es personal. "Lo haré porque veo que aquí no existe justicia social y estamos peor que en las dictaduras", afirmó, aunque sus camaradas le pidieron "tener paciencia".
El suboficial y sus camaradas Johnny Félix Gil (presidente de la Asociación de Suboficiales y Sargentos), Franklin Colque Layme, y Erick Magne Chinche fueron dados de baja al comenzar el lunes una huelga del sector. Según denunció, el gobierno de Evo Morales planea la baja de suboficiales que piden cambiar la ley orgánica militar para recibir trato similar al de oficiales en formación académica y beneficios sociales.
Los cuatro suboficiales fueron identificados como promotores
de un proyecto de ley con el que pretenden "descolonizar" las fuerzas
armadas y eliminar "el racismo y la discriminación". Por ahora "se desconoce" el paradero de los otros tres oficiales retirados del ejército y de la fuerza aérea.
Unos 2.000 sargentos del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada (Marina) se movilizaron vestidos de uniforme por el centro de la ciudad boliviana entonando cánticos militares.
Los militares subalternos, mayoritariamente de origen aymara y quechua, declararon además "una huelga indefinida en todos los cuarteles del país", según Johnny Gil, presidente de la Asociación Nacional de Suboficiales y Sargentos de las Fuerzas Armadas (Ascinalss).
La entidad se manifestó en
contra de reglas internas que impiden el acceso a cargos superiores y a
institutos de enseñanza y capacitación a los subalternos, y denunció tratos discriminatorios por parte de los mandos superiores.
El ministro de Defensa,
Rubén Saavedra, consideró que "la movilización, en cuanto a la forma y
el método, está totalmente equivocada", pero que las demandas "pueden
ser atendibles, pueden resolverse". Además señaló que "las puertas están
abiertas" en la comisión que revisa la ley orgánica de las Fuerzas
Armadas.
Ascinalss, que agrupa a 10.000 miembros de las tres fuerzas,
planteó a principios de mes un proyecto para reformar la ley orgánica
con el propósito de modernizar el funcionamiento de la institución,
nacida en 1825.
"No estamos en contra del Gobierno, estamos en
contra de este sistema, de este modelo neoliberal, capitalista y
colonialista al interior de las Fuerzas Armadas", enfatizó Gil. Freddy
Suco-Jayo, otro líder de los suboficiales, informó que están en paro
indefinido desde el lunes. "Los suboficiales y sargentos no están
acudiendo a sus fuentes de trabajo" y grupos de "esposas están
masificando la huelga de hambre".
Suco-Jayo aseguró, no
obstante, que "están fuera de sus cuarteles y unidades un estimado de
2.000 efectivos", de un total de 10.000 sargentos. Según el ministro
Saavedra, el 90% de los cuarteles funciona con normalidad.
Las Fuerzas Armadas bolivianas tienen cerca de 38.500 efectivos.