lunes, 21 de julio de 2014

EN BARAHONA! Niño herido de un balazo en la cabeza se debate entre la vida y la muerte

Benny Rodríguez/Tomado de La Lupa del Sur
Barahona.- Un niño de 6 años se debate entre la vida y la muerte al recibir la noche de ayer domingo un balazo en la cabeza al producirse una balacera en las intersecciones de las calles Jaime Mota y Siete, del sector de Camboya y Savica, próximo a la escuela secundario Cristo Rey, en la que otras dos jovencitas, también, resultaron con impactos de bala en el costado izquierdo y el brazo derecho.


El niño herido es Cristhofer Steven Mota Méndez, de seis años de edad, mientras que las otras dos heridas son las jovencitas Ana Isauris Pérez, de 22 y Rosa María Méndez, de 24.

El incidente se produjo la noche de ayer domingo en la referida intersección y sectores, los cuales fueron llevados a la emergencia del hospital Regional Universitario Jaime Mota y a una clínica privada de esta ciudad.

Familiares explicaron que tuvieron dificultades para trasladar al niño al hospital Ney Arias Lora en Santo Domingo, debido a que no tenían el dinero para llevarlo al centro médico en la Capital, recursos que lograron reunir con la solidaridad de algunas personas en el hospital local y llevarlo dos horas después de ordenarse urgente el referimiento.

Ana Isauris Pérez, quien recibió la herida de bala al ser entrevistada esta mañana en La Cañada de Savica, dijo que estaba sentada en el lugar y de repente recibió un impacto de bala en el brazo derecho.

Los que viven en La Cañada de Savica, dijeron esperar que las autoridades apresen a los responsables de la balacera ocurrida la noche de ayer domingo a los fines de que puedan responder por este hecho que pudo haberle costado la vida a tres personas y que niño está en estado delicado.

Se recuerda que la noche del pasado sábado en Tamayo y Barahona fueron asesinados el cartero Domingo Féliz Beltré, cuando estaba en su residencia del sector la delicia y en Tamayo el portero del hospital Julia Santana de ese municipio de la provincia Bahoruco cuando dejaba a unos obreros haitianos frente al cementerio municipal de allí que trabajaban en una parcela de su propiedad.