TOCANDO LA TECLA
La lucha del PRD en otro escenario
El término “mayoritario” es también objetado por considerarlo discriminatorio y violatorio de la Constitución.
César Medina/Tomado de Listin Diario
Especial para Listín Diario
Al asumir el partido de José
Rafael Abinader, inducido por la prisa– que es siempre aventurera y
plebeya–, la pobre imaginación e incapacidad creativa han llevado al
expresidente Hipólito Mejía a su segundo gran error desde su
insurrección en el Partido revolucionario Dominicano, antes de llegar a
su tercera y definitiva caída: ¡la división de su propia división!
Los promotores de su PRM tendrán
que barajar de nuevo e iniciar la tramitación de un agrupamiento
político que no transgreda las normas y las leyes que regulan el
partidismo dominicano, que se fundamenta en el respeto de los símbolos,
lemas, emblemas y colores, evitando el uso de nomenclatura genérica como
el vocablo “Mayoritario”, que además se considera excluyente y
discriminatorio.
Aunque el pleno de la Junta
Central Electoral otorgó un plazo de diez días para que los partidos
presenten formalmente sus posiciones, nueve organizaciones políticas se
opusieron al nuevo partido de Hipólito y presentaron sus argumentos.
Sólo tres le apoyaron. Otras seis, entre ellas el Reformista y el
partido de Hatuey, se acogerán a cualquier decisión que tome la JCE.
En el pleno celebrado el pasado
miércoles quedó en evidencia que la propuesta de cambio de nombre de
Alianza Social Dominicana por el de Partido Revolucionario Mayoritario
es improcedente no sólo porque el término “mayoritario” es inherente a
los partidos que saquen más del cinco por ciento de los votos
nacionales, sino porque su símbolo central y los colores son reclamados
como propios por otros partidos.
Ni siquiera si la Alianza Social
Dominicana hubiese alcanzado el cinco por ciento de los votos en las
últimas elecciones– que no es el caso porque participó aliada al PRD–,
habría podido asignarse el término de “Mayoritario” como nombre
partidario.
En relación al símbolo del puño
cerrado y el pulgar en alto, todo el mundo sabe que esa es la imagen
electoral del PRD desde el año 1990 cuando Peña Gómez fue por primera
vez candidato presidencial y cambió la V de la Victoria que enarboló
Jacobo Majluta en el proceso anterior.
Los colores azul y blanco que ha
presentado para reconocimiento el grupo de Hipólito Mejía son
reclamados por la Fuerza Nacional Progresista y el Bloque Institucional
Social Demócrata, el primero con 36 años de existencia, y el segundo con
personería jurídica desde 1990.
El término “mayoritario”
César Pina Toribio, delegado político del PLD ante la Junta,
fue categórico al asegurar que ningún partido puede asignarse como
nombre el término “mayoritario” porque esa es una condición que se
obtiene cada cuatro años en las elecciones nacionales sacando más del
cinco por ciento de la votación nacional.
En nombre del PLD pidió al pleno
que rechace la solicitud de cambio de nombre de Alianza Social
Dominicana por el de Partido Revolucionario Mayoritario, posición
refrendada por el Partido Quisqueyano Demócrata, la Unión Demócrata
Cristiana, el Partido de los Trabajadores Dominicanos, el Partido Acción
Liberal, el Partido Socialista Verde, el BIS y la Fuerza Nacional
Progresista.
Además del Partido Reformista,
se mostraron imparciales y acogerán la decisión que tome la JCE el
Movimiento Democrático Alternativo, el Partido Revolucionario
Socialdemócrata, el Partido Humanista, el Frente Amplio y el Partido
Demócrata Institucional, La Estructura y Cívico Renovador.
Antes de iniciarse la sesión
plenaria, el encargado de la comisión de juntas electorales y partidos
políticos, Eddy Olivares, rindió un informe señalando que la Alianza
Social Dominicana “cumple con todos los requisitos de ley” para cambiar
su nombre, siglas, símbolos, bandera y lema.
Olivares es compadre dos veces del expresidente Mejía…
El PRD emponzoñado…
El que se mostró emponzoñado durante la reunión en la Junta fue
el Partido Revolucionario Dominicano, representado por su delegado José
Miguel Vásquez y por Fulgencio Espinal, Víctor Gómez Casanova, Eduardo
Jorge Prats y Salim Ibarra.
El PRD considera que la
propuesta de cambio de nombre de la ASD “viola los derechos y afecta los
intereses” de ese partido a partir de una serie de suplantaciones de
simbologías, lemas y colores reconocidos históricamente a esa
organización política.
El término “Mayoritario” es
también objetado por considerarlo discriminatorio y violatorio de la
Constitución en tanto establece implícitamente minorías sociales y
políticas condenadas también en textos internacionales que tratan sobre
el tema.
“La palabra ‘mayoritario’ no es
un nombre, es un adjetivo calificativo que pretende establecer que un
partido es más grande que los demás…” y con ello se pretende
implícitamente “tipificar el original Partido Revolucionario Dominicano
como minoritario…”
Los perredeistas reaccionaron en
concordancia con el argumento del delegado peledeista Pina Toribio en
el sentido de que la categoría de mayoritario lo determina la ley a
partir del número de votos que obtienen los partidos en las elecciones y
no por el capricho medalaganario de particulares.
EL PULGAR HACIA ARRIBA
La Junta Central Electoral actuaría de forma irresponsable si
concede validez al logo que propone la ASD en su cambio de nombre por el
PRM. ¿Alguien ignora que el puño cerrado con el pulgar hacia arriba es
el símbolo electoral de los perredeistas exhibido en las últimas diez
campañas electorales, desde el 1990?
Lo del blanco y azul puede pasar
inadvertido porque en el país existen más partidos que colores tiene el
arcoíris, “y a eso se le puede buscar la vuelta con algunas tonalidades
y combinaciones”.
Pero es diferente cuando se
trata de los lemas, los emblemas, la música y letras de los himnos, el
logotipo, la bandera o la simbología de los agrupamientos partidarios
reconocidos por la JCE.
El artículo 42 de la ley
electoral 275/97 establece con precisión la forma y las condiciones en
que debe solicitarse reconocimiento para un nuevo partido político o
para modificar uno ya existente, como es el caso de la agrupación del
señor Hipólito Mejía:
“El reconocimiento debe ser
solicitado por sus organizadores a la Junta Central Electoral, con la
presentación de los siguientes documentos:
-Constancia de la denominación o
lema del partido, que sintetizarán en lo posible las tendencias que
animen a sus fundadores, sin incluir nombres o palabras alusivas a
personas o prefijos que indiquen actitudes contrarias o en pro de
prácticas, sistemas o regímenes, presentes o pasados, nacionales o
extranjeros, ni ser susceptibles de inducir a confusión con los de otros
partidos”.
¿Acaso el nombre Partido
Revolucionario Mayoritario no es “susceptible de inducir a confusión”
con el Partido Revolucionario Dominicano…?
La respuesta puede darse tomando
en cuenta que la insurgencia del PRD lleva más de dos años diciendo que
ellos son “el PRD mayoritario” y que Miguel Vargas encabeza “el PRD
minoritario”.
Los miembros de la Junta Central
Electoral– incluyendo a Olivares–, han vivido en el país durante el
período divisionista del PRD y tienen claro el panorama futuro y las
expectativas de la gente sobre el liderazgo político dominicano, por lo
que se supone no cometerán el error de lanzar dos PRD a la calle en la
próxima campaña electoral…
¡Ö Como si uno no fuera ya suficiente!