Una playa paradisíaca, una
pareja de enamorados, una zona tranquila en medio del mar… El cóctel
perfecto para tener un ‘encuentro amoroso furtivo’ lejos de las miradas
indiscretas. Pero el azar es caprichoso, y lo que iba a ser una mañana
de lujuria y desenfreno, se transformó en una tarde en urgencias de un
hospital. La razón: los tortolitos quedaron ‘pegados’ como si hubieran
usado cola de contacto en sus partes más íntimas. O-O Los pilla el
creador de Loctite y los contrata para uno de sus anuncios.
El curioso hecho tuvo lugar en
Porto San Giorgio (Italia) y científicamente es conocido como penis
captivus (el músculo de la vagina atrapa el miembro masculino sin que
este tenga posibilidad de salir). Si ya es un marrón que te suceda una
cosa así en la intimidad de tu casa, no me imagino la cara de la pareja
al pedir ayuda en medio de una playa en semejante estado. Solo les faltó
salir del mar al son de Bailar pegados (no he podido resistirme).
Menos mal que localizaron a una
chica que les prestó una toalla para tapar el ‘pastel’ y llamó
inmediatamente a los servicios de emergencia. Ya en el hospital, los
médicos se encontraron con un caso insólito, que ha sido descrito en
varios estudios científicos, pero del que se conocen pocos incidentes
reales en el mundo. Algunos medios se hicieron eco hace unos años de
otro posible ‘encuentro pegajoso’ en Zimbabwe, en el que otra pareja
estuvo siete horas íntimamente unida.
El equipo de galenos actúo con
celeridad y puso una inyección a la joven de las que se utilizan
habitualmente para dilatar el cuello del útero en los partos. Tras unos
minutos, lograron por fin separarlos, según publica un periódico local.
Lógicamente no se saben los
nombres de los dos protagonistas ya que se ha querido preservar su
intimidad en todo momento. Me imagino que la prensa transalpina estará
buscando a la ‘benefactora de la toalla’ para que cuente más detalles
del sorprendente suceso y así conseguir una exclusiva.
(Foto: GTRES)