lunes, 23 de febrero de 2015

A LOS QUIRINEROS! Editorial de El Nacional de fecha 21-02-2015, titulado: “Lodo Cloacal”


Reproducimos el enjundioso editorial del prestigioso diario El Nacional, a propósito de las declaraciones vía telefónica de Quirino Ernesto Paulino


EDITORIAL DE EL NACIONAL DE FECHA 21-02-2015: Lodo cloacal

Ofende a la inteligencia colectiva mercadear la especie de que un convicto por narcotráfico usa por sí solo a medios de comunicación y redes sociales para embadurnar de infamia a un expresidente de la República, en cuyo gobierno fue apresado, extraditado y desmantelado su cártel criminal.


Las vías jurídicas están abiertas a cualquier ciudadano que desee tramitar expediente acusatorio, de denuncia o informar al Ministerio Público sobre la comisión de algún ilícito, pero no hay derecho a que un delincuente por sí mismo o con el concurso pretenda convertir a la prensa en propia cloaca.


El doctor Leonel Fernández ha sido jefe de Estado en tres ocasiones por la voluntad de los electores, y sus gestiones han estado asociadas a la promoción de las libertades públicas y del Estado de derecho, mientras su detractor tiene en su haber la exportación de más de 33 toneladas de cocaína.


Una voz que se dice es la de un convicto que inundó de drogas al territorio dominicano y llegó a convertirse en uno de los principales suplidores de cocaína a Estados Unidos, se erige ahora como juez que desde un retrete lapida la consideración personal de un exmandatario, en cuyo gobierno fue apresado, despojado de sus bienes ilícitos y entregado a la justicia estadounidense.


Son muchas las familias que hoy sufren la desgracia de lidiar con sus hijos afectados por la adicción a las drogas, o con el luto de sus vástagos por sicarios del narco o que guardan prisión involucrados con ese crimen de lesa humanidad.


No hay forma ni manera de poder justificar el protagonismo que desde la prensa se concede a ese convicto por narcotráfico para que cumpla con su obvio afán de convertir al medio social dominicano en un gran retrete, donde seguramente se siente a gusto.


Los medios de comunicación no deberían desempeñar roles de tribunales ni fiscalía, menos aun si se sirve a propósitos espurios patrocinados por narcotraficantes que han pactado disminución de pena en Estados Unidos, sin purgar aquí merecido apremio corporal por sus crímenes.


No hay derecho a que un interactivo de esa catadura criminal convierta la radio, televisión, medios escritos o redes sociales en patíbulos de la honra de ningún ciudadano, menos de un exjefe de Estado, cuyo gobierno desmanteló al poderoso cártel del narcotráfico, cuyo verdugo de hoy era jefe supremo.