Orlando Gil/Tomado de Listin Diario
EL
CRITERIO.- Las encuestas crearán problemas en el PLD, y más que por
modalidad de elección, porque los peledeístas dejaron de ser peledeístas
y ahora son dominicanos.
Los dominicanos sospechan de todas las
encuestas, y los peledeístas también recelarán de las suyas. Unos
aceptarán resultados, pero otros no, aunque sean hechas por María
Santísima. Para empezar, todavía no se conoce nombre de firma, y la
acreditación es importante. No sería lo mismo ASISA que Sigma 2, por
ejemplo. Pero igual, tampoco se tiene claro el criterio de
interpretación. ¿Qué significará “bien posicionado”? ¿Tener determinado
porcentaje o superar al adversario? La Comisión Nacional Electoral debe
hablar al respecto, y hacerlo con suficiencia y prontitud, pues no tiene
sentido dejar en el limbo un aspecto tan crucial, y mucho menos cuando
se siente el trote de los caballos o se ve el avance de las tropas o el
crecimiento de la revuelta. A Lidio Cadet le conviene ser más Cadet en
la ocasión, pues el Valium que se tomaron los peledeístas no durará todo
el proceso de elección...
LOS
RIESGOS.- La selección de una firma encuestadora no será tarea fácil, y
de ninguna manera podrá favorecerse a una que no haya trabajado antes
con el partido, o con sus candidatos. Y no hay que ser muy inteligente
para entender que una ajena al PLD, o que responda a otros intereses
políticos, implicaría grandes riesgos. O de contaminación o de
manipulación. Incluso, el manejo discreto del tema o la ausencia de
identidad, tiene que ver con esa posibilidad. La de contaminación o de
manipulación. Por ejemplo, si en determinada demarcación se conoce por
anticipado la medición, los interesados de seguro que instruirían a su
gente a no perder ni pie ni pisada a los encuestadores, de manera que
sea vean obligados a entrevistarlos y el resultado les sea provechoso.
En política nadie es inocente, y la pugnacidad interna, la confrontación
de grupos y candidatos, impide que haya nobleza entre compañeros. Las
consultas hasta ahora conocidas no dejan dudas al respecto...
LAS
CONSECUENCIAS.- En un ambiente de acechanza, y sobre todo con ese ánimo
de discordia pequeña, todo podría ser posible. La Comisión Nacional
Electoral debe prever todas las circunstancias y la alta dirección del
partido prepararse para las reacciones salidas de madre. Habrá
encuestados que no aceptarán resultados, y las denuncias se harán sentir
por todos los medios y algunos tomarán la amarga decisión de abandonar
el partido y buscar espacio en otras boletas. Se conoce el caso de Azua,
y se sabe que no será el único, mucho más que las ofertas desde la
oposición abundan. La estrategia luce improvisada, y sin duda perversa,
pero podría dar resultado. No buscaría tanto ganar con un candidato
ajeno, pero sí reducir el caudal de votos oficialistas. Danilo Medina
mantiene altos porcentajes, y su causa parece no tener problemas. Pero
esta revuelta de los sargentos, que era impensable meses atrás, podría
ocasionar daños en la boleta nacional. No se contarían todos los votos
que se proyectan al presente...
MENOS
RUIDOS.- No obstante que las encuestas fueron aprobadas para
determinados cargos o demarcaciones, se mantiene el reclamo de las
primarias. Aunque esta situación no atenta más que en plazas grandes
como la Capital y Santiago. No se sabe si hubo acuerdo o se bajó una
línea, pero en los últimos días la intensidad de los ruidos en Santiago y
la Capital es menor. Ninguno de los aspirantes parece haber abandonado
la lucha, pero un sexto sentido los hizo recapacitar y moderar los
ímpetus. Incluso, el hecho de que fuera por partida doble lleva a pensar
en un designio superior. Entre peledeístas vuelve a hablarse del
olvidado referendo, pero los promotores pecan de ignorancia. Quieren que
se haga conjuntamente con los comicios nacionales del año que viene, y
sucede que la Constitución prohíbe que ese tipo de consulta se haga
conjuntamente con una elección presidencial. El artículo 209, numeral 3,
es claro al respecto. Se hace necesario que los interesados se den una
chequeadita...