¡… Al agua, patos!
CÉSAR MEDINA
lobarnechea1@hotmail.com/Tomado de Listin Diario
Temístocles
Montás no tenía necesidad de sustentar su inocencia sobre el argumento
de que no firmó contratos con Odebrecht para ejecutar obras de
infraestructura, y mucho menos citar por sus nombres a funcionarios
activos y a exfuncionarios -todos compañeros suyos-, a quienes
implícitamente tiró al agua involucrándolos en delito tan bochornoso.
Porque resulta muy sencillo inferir que si él es inocente porque no
firmó esos contratos, quienes sí lo hicieron son culpables y deberían
ocupar su espacio en la prisión donde se encuentra actualmente.
Claro,
en el documento publicado ayer con su firma, el señor Montás trata de
dejar constancia de que su intención no es culpar a nadie sino
defenderse.
Se
trata, obviamente, de una “aclaración” improcedente después de dejar
implícita acusación tan peregrina, porque Montás sabe perfectamente que
él no figura en ese expediente por haber suscrito contratos con
Odebrecht, sino porque el Ministerio Público le atribuye haber recibido
sobornos de manos de su amigo Ángel Rondón. Además, porque no fue
posible conciliar sus teneres con la declaración de bienes presentada
ante la Cámara de Cuentas. Su línea de defensa, en consecuencia, debería
fundamentarse en atacar esa acusación y demostrar que se trata de una
infamia -como todo parece indicar-, y no buscar culpables fuera de su
entorno. Montás tiene a su favor un factor determinante: la gente lo
presume inocente porque nunca ha hecho ostentación de riquezas y vive
con sencillez sin hacer alarde del poder que detenta desde hace dos
décadas… …
Pero, al parecer, su embestida es todavía un juego de niños
comparada con el canibalismo partidario que se avecina después que el
juez de Instrucción, Francisco Ortega, dicte prisión preventiva como
medida de coerción mientras llega el juicio de fondo.
… Cárcel y facetas
Será entonces cuando se escuche “el cantar de los cantares” de parte de
la mayoría de los acusados, partiendo de las tristes experiencias que
han ido dejando situaciones como estas en el pasado reciente. Porque
aunque Alfredo Pacheco alardeó de guapetón diciendo que “la cárcel se
hizo para los hombres” - pero no renuncia a la inmunidad-, la prisión
siempre ha doblegado los temperamentos más duros.
Hasta
Al Capone admitió cuatro años después que Alcatraz lo había
derrumbado.Todavía los 14 imputados de Odebrecht no sienten el peso de
la prisión: llegaron en romería a Ciudad Nueva, les dejaron sus
celulares, duermen con aire acondicionado, les acompañan sus familiares y
les han sobrado visitas de amigos y relacionados en todos los niveles.
Viven
en camaradería, compartiendo hasta los alimentos. Ellos comenzarán a
estar realmente presos cuando los distribuyan en varias cárceles, como
ocurrirá: los de Najayo estarán en pantalones cortos, y los de Romana en
mamelucos anaranjados. Las visitas serán limitadas, y aunque conserven
algunos privilegios, su disciplina de vida será similar a la de los
demás presos del recinto.A todo eso hay que agregar el estado depresivo
que suele llegar en situaciones de esa naturaleza, en particular porque
entre los 14 hay por lo menos dos casos con ese síndrome diagnosticados
como crónicos…
… Hay mucha confusión
Lo que ha trascendido del expediente acusatorio crea notable confusión.
Al parecer, el Ministerio Público tuvo dificultad para documentar los
elementos de pruebas y se ha quedado en simples decires: que fulano
declaró esto y tiene aquello, que el otro ocultó bienes en su
declaración jurada, que Sutano dijo que le entregó tantos a Perencejo…
¡… Anjá! ¿Y las pruebas dónde están? Al parecer, esta confusión fue lo
que llevó al magistrado Ortega a aplazar el juicio preliminar hasta el
próximo martes. Con un agravante ominoso…
¡… Si los liberan, arde Troya!