lunes, 3 de julio de 2017

ORLANDO DICE... Punta Catalina

Orlando Gil
orlandogil@claro.net.do/Tomado de Listin Diario
DELIVERY POBRE.- El informe de la Comisión de Punta Catalina no deja a todo el mundo en el mismo lugar, como era previsible en un ambiente tan enfrentado, y donde cada sector asumía posición.


Sin embargo, no. Y no tanto por la investigación, sino por la circunstancia. Entre entonces y ahora, el ánimo no es el mismo. Hay un proceso en curso, hay gente sometida, ahora se sabe más de lo que se sabía antes, y los industriales, que ya no tienen la curiosidad del gato, se distancian de la protesta. Elementos nuevos, factores de cambio, y lo más elemental: No es igual rascarse con uñas ajenas que con propias. No es lo mismo una marcha financiada por los empresarios, con dinero en abundancia, que con la precariedad del jarrito. Incluso resulta más que interesante, el PLD, hoy Gobierno, empezó con el jarrito, hasta que el gran capital vio sus posibilidades y asumió sus costos. El movimiento Verde inició su lucha con los bolsillos llenos, y ahora, en la etapa crucial, menos que un mochilero. Un delivery en barrio pobre…

ÚNICO REFERENTE.- El Informe de Punta Catalina es el único informe a la vista, y podrá adolecer de todas las fallas, y carencias en todos los órdenes, pero por el momento no hay otro referente. Las reacciones serán a favor o en contra, pero en todos los casos, a partir de sus conclusiones. Unas cargadas, otras descolgadas, pues no siempre dispusieron de todas las informaciones ni contaron con la colaboración adecuada. Por ejemplo, la firma de abogados que diseñó la licitación no acudió a la entrevista a que fue convocada, pero tampoco respondió al cuestionario que se le envió. La Consultora tampoco satisfizo inquietudes de miembros de la Comisión, alegando que no recordaban. Entonces hay que imaginarse el trance: La empresa que diseña no coopera y la que licita olvida. El resumen ejecutivo no deja a la opinión pública en tinieblas, pero no da toda la luz que se supone darán las plantas. Sin embargo, rastreando, o abordando de manera directa el informe completo, podrían hacerse hallazgos importantes…

A CANCHA, PALACIO.- Aunque la Comisión de Punta Catalina ofreció su informe primero a la opinión pública, lo propio era que hiciera lo que se supone hará hoy. Entregar el original al gobierno que la nombró, y el mayor interesado en que las cuestiones que se suscitaron alrededor de las plantas fueran esclarecidas. El gobierno sin duda sale bien librado políticamente. Pues la Comisión acepta como buena y válida la información de la Procuraduría de que, en la licitación y ejecución de la obra no hubo sobornos, y teniendo como base las confesiones o revelaciones brasileñas. Además de que afirma que saldrán más baratas que otras similares instaladas en la región. La investigación fue compleja, incluyó muchos aspectos, pero el costo y la defraudación eran los más relevantes a corto plazo…

TAREA INMEDIATA.- ¿Qué hará ahora el gobierno? De seguro que no una fiesta, aunque sí respirar profundo. Un yoga entre cuatro paredes.

Se salvó de la tormenta. Su niña bonita no es como la Pequeña Lulú, de falda tan corta que enseña los calzones. Aunque la pieza abunda en recomendaciones que conviene se tomen en cuenta, y actúe en consecuencia. Los procedimientos a corregir, lo más pronto posible. Y de las leyes a modificar, empezar a hacer el estudio. La comisión puso la pelota en su cancha, y de sus iniciativas y movimientos dependerá el juego. Como Joao Santana y Mónica Moura fueron leales y no delataron, se pensó que Punta Catalina hablaría y diría lo que se sospecha y no se conoce del financiamiento de la campaña reeleccionista del 2012.

La investigación no tuvo nunca entre sus cometidos ese punto, pero a veces hay situaciones que se presentan sin buscarlas…