domingo, 18 de marzo de 2018

EL BOMBAZO DE MIGUEL FRANJUL! Director de Listín Diario aborda el “plagio de noticias”; escribe contundente editorial en donde denuncia el abuso con descomponer noticias y atribuírselas como propias

EL BOMBAZO DE MIGUEL FRANJUL...
Redacción DDB/IB/OSD...Estilo Bloguero/Twittero/Facebookero
El director del periódico Listín Diario, Miguel Franjul, aborda el “plagio de noticias”, en su columna editorial de hoy domingo, en donde además denuncia el abuso con descomponer noticias y atribuírselas como propias.


Refiere que son muchos los que hacen “copy-page” de las noticias de Listín Diario, pero que no colocan en sus portales la fuente de donde la obtuvieron.

De seguro que ese editorial de Don Miguel Franjul traerá reacciones colectivas de otros directores de diarios, así como de los gremios comunicacionales del país.

A continuación el editorial de Listín Diario de hoy domingo, escrito por el destacado periodista miguel Franjul.

REFLEXIONES DEL DIRECTOR
El plagio de noticias

El plagio de noticias

Miguel Franjul

El plagio de noticias se ha convertido en una epidemia hasta ahora fuera de control en las redes sociales.

Nuestro diario digital ha sido una víctima permanente de la práctica plagiaria. Otros diarios digitales dominicanos también la han padecido.

Su más fuerte agravante es que, en algunos casos, la noticia plagiada es intencionalmente contaminada con contenidos inexactos, falsos o distorsionados, y podría dar la impresión a los lectores desavisados de que se trata de una información debidamente depurada.

Muy pocos medios que deciden hacer el copy-paste de nuestros contenidos informan de la fuente de la cual han sido extraídos. La mayoría los asume como propios y, en muchos casos, llegan a la grave impostura de cambiar las firmas de sus autores originales para ponerles otras, las de sus redactores o, quizás, la de un anónimo escritor.

Lo curioso es que, a pesar de que la reproducción total o parcial de noticias sin la debida autorización de la fuente original es una violación franca a los derechos de autor, nadie las denuncia, ni siquiera los mismos afectados, dándoles así cancha libre a esta epidemia para que se extienda impunemente.

Un par de años atrás el diario El Colombiano, de Medellín, se vio en la enojosa disyuntiva de despedir a una de sus redactoras por haber copiado una traducción literal de un artículo del The New York Times.

El diario pidió disculpas y dijo que la periodista no solo incumplió las normas del manual de estilo, sino principios básicos de la deontología periodística. Y de inmediato paso a revisar todo cuanto ella había escrito en el pasado para determinar si fue reincidente en esta impostura. El resultado fue la eliminación de tales contenidos plagiados de su sitio web.

El fenómeno no solo se da con noticias sino con cualquier otro tipo de contenido, como las fotos o vídeos. Algunos medios se protegen aplicando las llamadas "marcas de agua" o sus logos a la imagen para desalentar su reproducción no autorizada.

Pese a que en internet existen aplicaciones para detectar los plagios, es poco común que los usuarios recurran a estos mecanismos de verificación de los contenidos copiados, pero no hay dudas de que en la medida en que este problema se generalice, afectando incluso los textos extraídos de libros o investigaciones científicas, habrá que tomar acciones drásticas y efectivas contra este cáncer que contamina las redes sociales y que facilita la difusión multiplicada de noticias falsas o manipuladas.