Por.- Betty Matos/Tomado de Informativo Sur Digital
Barahona.- Miguel ángel Méndez, un niño de 10 años y dos meses y su hermanito José David de 7, años padecen el síndrome de Hunter II, que es un trastorno genético muy poco frecuente, producido por la falta de una enzima o por su mal funcionamiento.
Debido a que el cuerpo no tiene la cantidad suficiente de la enzima para descomponer ciertas moléculas complejas, las moléculas se acumulan en cantidades perjudiciales, que con el tiempo causa un daño progresivo y permanente que afecta el desarrollo mental, la función de los órganos y las capacidades físicas.
La madre de los infantes Margarita Ramírez, es una joven de 25 años que vive en la extrema pobreza, siendo madre soltera de dos niños que al momento de su nacimiento parecían normales, pero en el transcurso del tiempo, los niños fueron desarrollando el síndrome de hurter II y otras enfermedades.
Margarita manifestó que tuvo su primer bebé, Miguel ángel Méndez, cuando apenas era una adolescente de 15 años, y que empezó a notar cambios en su hijo relacionado al síndrome hurter II cuando el infante tenía un año de vida, su carácter era agresivo, la cabeza se ponía más grande, sus fosas nasales ensanchadas y lengua protuberante. Según pasaba el tiempo a miguelito se le iba desarrollando una hernia umbilical y otra en su testículo derecho.
Sostiene Margarita que lo llevó al hospital Robert Reid cuando miguelito tenía dos años, donde le tomaron fotos en toda parte del cuerpecito y le mandaron hacer los análisis correspondientes para agotar los procedimientos y llevar a cabo la cirugía del pequeño.
Expresó Ramírez que buscó en otras personas la ayuda para hacerle todos los análisis, a sus hijos, más su insistencia fue en vano porque nunca encontró quien le ayudara económicamente. Desesperada, angustiada y llena de llantos, preparó una carta para la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández en el 2017 y nunca encontró la forma de hacérsela llegar ni a ella ni a los medios de comunicación.
La madre de los pequeños, en desespero, llanto y clamando, busca quien le pueda ayudar a operar a sus niños para que tengan una vida normal como todos los infantes. Sin embargo aunque padezcan del síndrome de hurter, ellos pueden llevar una vida estándar y jugar como otros niños si no tuvieran esas hernias que le imposibilitan a miguelito pararse de la cama y a José David juguetear sin que le duela.
Es evidente el dolor de los pequeños en el día y, en las madrugadas es una pesadilla manifestó la madre de los infantes.
si deseas ayudar con la causa comuniquese a los teléfonos 809-513-6727 o 809-235-6655 - yajaira.heredia21@hotmail.com