lunes, 18 de marzo de 2019

ORLANDO DICE… La política no cree sus cuentos

Orlando Gil
orlandogil@claro.net.do/Tomado de Listin Diario
La política no cree en los cuentos de la política. No le importa tanto la Constitución y la reelección como que cada bando haga su juego. No le convence que un tercer período sea malo y no un cuarto. Ni impropio que un Presidente quiera modificar la Carta Magna después de haberlo hecho una primera vez, o si tantos otros lo hicieron antes.


Incluso el que ahora quiere beneficiarse de un impedimento.

Dije que los reeleccionistas irían a la calle antes de que el presidente Danilo Medina hablara en marzo, si es que finalmente llega a definirse por ahora. Medina es el jefe político, pero no se gobierna: se debe a los suyos.

Al menos eso piensan ellos.

Dije que el trabajo inicial lo harían senadores y alcaldes, y los pronunciamientos que se conocen -abiertamente y sin rubor- corresponden a senadores y alcaldes.

¿Por qué senadores (también diputados) y alcaldes? Por la sencilla razón de que se pretende una reelección de conjunto. De presidente, senadores, diputados, alcaldes y regidores.

Como la vez anterior.

Danilo Medina cargó con la culpa en el 2016, y la verdad que la reelección de entonces fue pactada y decidida a favor de los peledeístas que ocupaban posiciones electivas. Ahora se pretende lo mismo.

Ambicioso uno, ambiciosos todos.

Al hacerse ese cálculo, la reelección podría salir mejor librada. ¿Cuántas firmas representa un senador, o un diputado o un alcalde o un regidor? Se supone que si ganaron en el 2016, cuentan con liderazgo local.

Además de recursos. Recursos que son del Estado, pues cada senador tiene una oficina en su demarcación y cuenta con una asignación oficial.

Los alcaldes tienen las finanzas del ayuntamiento, y por muchos controles de ley o del reglamento de la Junta Central Electoral, la trampa sabe cómo evadir o imponerse. Pregunten si no a la experiencia, a las ocurrencias anteriores.

La situación por tanto tiende a ser diferente. Danilo Medina sigue haciendo el trabajo chiquito de las visitas sorpresa. Los senadores, los diputados, los alcaldes y los regidores juran lealtad semana tras semana, en una cruzada que ya no se disimula.

Todos bailando el trompo en un solo dedo y acercando la sardina al fuego. Este no sería un dato de asombro, pero si pone evidencia realidades ocultas. No es lo mismo la reelección de palabra, que en la calle y con candidaturas.