El Botero de la fotografía
Día 30/06/2013 - 11.01h/Tomado de ABC.es
Yossi Loloi se ha hecho famoso con sus retratos alternativos del desnudo femenino. Sus modelos son mujeres de peso
fullbeautyproject.com
A Yossi Loloi
le llaman el artista de la diferencia. También el Botero de la
fotografía. Las modelos que posan para él basculan entre los 150 y los
300 kilos de peso. Son dueñas de cuerpos exuberantes que rompen con los
cánones de belleza establecidos. Pero la mirada de Loloi las hace
lozanamente bellas, hermosamente diferentes. Y de paso brinda al
espectador la oportunidad de admirar algo que rara vez ve… porque las
mujeres de Yossi apenas dejan nada a la imaginación.
A los retratos de este italiano de 36 años se
les puede colgar un sinfín de adjetivos: rompedores, femeninos,
provocadores, descarnados, eróticos, poderosos… ¿obscenos?, pero sobre
todo son una reflexión acerca de la discriminación de lo diferente y de
la percepción social de lo perfecto. ¿O es que yo no puedo ser bella?,
parece preguntar Jossie desde
su montaña de curvas. Ella, una joven de Nueva Jersey con obesidad
mórbida, posó para Loloi en un recatado desnudo sentada junto a la
chimenea de un salón señorial. Era su primera vez, pero el fotógrafo
logró crear el ambiente necesario para restar trascendencia al momento,
rebajar el azoramiento de la muchacha y convertir el retrato en una
pequeña obra de arte que transmite la timidez de Jossie, pero también su
sosiego… y su inmensa sensualidad.
Algunas de las mujeres «capturadas» por el objetivo de Loloi han trabajado como modelos eróticas, pero la mayoría carecía de experiencia frente a las cámaras.
«Por eso es tan importante dedicar tiempo a charlar con ellas antes de
empezar a disparar», cuenta el artista. «Quitarse la ropa delante de una
persona que acabas de conocer es un momento muy especial y ese regalo
tiene que ser correspondido con el mayor de los respetos».
En casas y hoteles
Los retratos de Loloi se explican por sí mismos. Las mujeres son grandes, gordas y neumáticas como los personajes de Botero,
pero el volumen de sus nalgas, lo exagerado de esos vientres pasan
directamente a un segundo plano cuando cala la idea de que lo natural
siempre es hermoso si se observa con una mirada limpia, desprovista de
prejuicios.
Las modelos proceden de Estados Unidos y Europa.
Fueron fotografiadas en hoteles y en sus propios hogares, aunque el
autor (en este caso sí) prefiere dejar el escenario de los retratos a la
libre imaginación del espectador. Aunque las primeras fotos las disparó
hace ya seis años, sigue manteniendo una estrecha relación con muchas
de las chicas. Ellas se sienten bien con sus kilos de más y están
felices de la repercusión de las imágenes allí donde se exhiben.
-¿Buscó trasmitir erotismo en sus fotografías?
-Sinceramente, no. Nunca busqué la sexualidad o el
erotismo, de hecho mi objetivo era fotografiarlas sin apenas expresión
alguna, salvo contados casos donde sí fui buscando una mirada expresiva.
Las fotografías, que ya han recorrido medio mundo, forman parte de una campaña llamada «Full Beauty»
(Belleza plena) con la que Loloi pretende hacer un elogio de la
diferencia, «esa diferencia que a cada uno de nosotros nos hace
especiales». El artista italiano huye del orden establecido, le gusta ir
contracorriente, abrir un hueco en lo socialmente aceptado por el que
introducir su mensaje de belleza subversiva.
También es verdad que le han acusado de fomentar hábitos insalubres
relacionados con el consumo de grasas y la ingesta desmedida de
calorías. «Si fuera médico… pero soy un artista. Me siento un artista
que quiere mostrar una perspectiva diferente de las cosas. Mis fotos no
promueven la obesidad sino la aceptación. Cuanta más gente reaccione
acusándome de hacer lo primero, más trabajo tengo por delante para
transmitir la idea de que somos hermosos porque somos diferentes».
Ese mensaje ya ha empezado a calar. Si no, no se
comprendería que, de un tiempo a esta parte, un buen puñado de agencias
haya apostado por modelos voluptuosas, lejos de los cuerpos huesudos y
los rostros angulosos que estamos acostumbrados a ver en las revistas.