R. A. López Ynoa
Barahona. He utilizado la
expresión “cierre de año escolar” más por tradición que por realidad
para ubicarme en el momento en que los “muchachos y muchachas” de las
escuelas se retiran a sus casas a un merecido descanso después de diez
meses de presencia escolar.
La verdad es que el año escolar
no tiene un cierre real, mejor dicho nunca cierra, porque las escuelas
no se cierran, tampoco los distintos estamentos del ministerio de
Educación, y si las oficinas educativas regionales y distritales tienen
muchas tareas durante el desarrollo del “año escolar”, más tareas tienen
en ese breve tiempo de descanso de los estudiantes.
En la regional educativa de
Barahona se dieron pasos significativos que apuntan a superar
situaciones que por años frisaron su desarrollo, aunque como todo
proceso educativo, los avances son imperceptibles para tan corto tiempo
como el que llevan las actuales autoridades educativas de la región 01
de Educación.
Sólo en el distrito educativo de
Barahona fueron completados alrededor de cincuenta docentes que tenían
en promedio diez años con una sola tanda de trabajo y más de cien nuevos
maestros ingresaron al sistema educativo dominicano lo que paliará
definitivamente la histórica carencia de docentes en esta regional.
Para el primer concurso de
oposición de este año tenemos alrededor de 600 postulantes para hacer
frente a las exigencias de nuevas plazas docentes que se crearán con los
37 nuevos centros que ingresarán este agosto al sistema a de Jornada
Escolar Extendida.
De 19 centros en Jornada Escolar
Extendida existentes se pasará a 56 lo que beneficiará directamente a
más de 28,590 estudiantes de todos los niveles educativos y a alrededor
de cinco mil familias de escasos recursos económicos.
La construcción de cuatro
estancias infantiles, la entrega de nuevos planteles escolares para el
próximo año escolar y el cumplimiento de las metas del Programa
Quisqueya aprende contigo son realizaciones que se añaden al empeño de
las autoridades educativas por un país con mejor educación.
Quizás la mejor carta que
podemos exhibir es la reorientación de la gestión hacia lo pedagógico,
hacia elevar los indicadores educativos y por mejorar los aprendizajes
en las aulas. A esos aspectos seguiremos poniendo todos nuestros empeños
para el próximo año escolar.