Páginas

domingo, 29 de junio de 2014

VIENTOS SOPLAN Y ACLARAN HORIZONTE! Muros del retorno y de la continuidad están prestos para recibir las direcciones de los fuertes vientos que están soplando en el horizonte morado hacia el 2016


leonel danilo pld 99F24945-3C2E-41E9-8CC5-E472B7A5F4A3.jpg__680__460__CROPz0x680y460
Por Mayobanex De Jesús Laurens. Mayobanexlaurens@hotmail.com  
Las estaciones en República Dominicana reflejan vientos suaves, subidos y muy fuertes en distintas épocas del año. Algunos se tornan huracanados y pueden ser verdaderamente desastrosos si las estructuras de sostenimiento no presentan fortalezas.

Los vientos siguen soplando con trayectorias a dos fortificadas torres que parecen soportar todas las embestidas, inclusive las provocadas por huracanes.

Un fuerte ventarrón, convertido en magno tornado, se ha mantenido durante dos años soplando con fuerza en las estructuras de las edificaciones moradas, aplacando sus vientos toda la ira de acusaciones, intentonas justicieras, con el firme objetivo de destruir su obra y su liderazgo forjado en años de militancia y fruto de tres períodos que la historia tiene en su haber para contar a las generaciones presentes y futuras.

Otro fuerte tornado sopla en las huestes palaciegas, chocando en sus fortificadas vigas de concreto, llevando con el viento los gritos de la continuidad de una gestión brillante, que en un bienio ha cambiado el estilo, el fondo y la forma de llevar la misión, ganándose el aprecio de toda una nación que se lo expresa y le admira.

Ante las direcciones de los ventarrones, de los tornados, de los vientos huracanados a lo interno del horizonte morado, los muros del retorno y de la continuidad están prestos para dejar que sus torres sean protegidas por un organismo superior en el cual están incluidas ambas fortificaciones.

Es en ese organismo en donde se decidirá qué viento seguir: si el que va al ala del retorno, o el que va al ala de la continuidad.

A pesar de la fuerte brisa, que genera inmenso ruido, los morados soportan las tempestades, a sabiendas que después viene la calma y se disfruta en tranquilidad lo que han podido soportar para recibir.