Como si nada ha cambiado
Por: Kilssy Méndez/Tomado de Cuatriboliao.net
Durante dos semanas los
diferentes medios locales nos mantuvieron muy atentos a la visita a
Barahona del ex mandatario de la República y Presidente del Partido de
la Liberación Dominicana (PLD), Lic. Leonel Fernández Reyna; y sin más
esperas el día llegó vistiendo el domingo del característico color
morado que distingue a esta organización política con 3 actividades
diferentes y muy concurridas.
En estas actividades organizadas
por los movimientos Juventud de Leonel (JUDEL) y Mujeres Independientes
con Leonel (MIL), medios de prensa y simpatizantes esperaban una
respuesta abierta de si seria precandidato presidencial por el partido
morado para el 2016, pero Fernández quien siempre ha tenido una
exposición impecable cuando hace uso del lenguaje realizando una
exquisita sopa de palabras que solo puede ser degustada por buenos
entendedores, dejó este tema implícitamente en manos del ya popular
viento a ver si este con condiciones climáticas optimas puede
fortalecerse lo suficiente hasta llegar a huracanarse y emitir un fuerte
rugido de león.
No fue una visita abierta como
precandidato presidencial pero si de tanteo, en donde era innegable que
para muchos de los que se dieron cita en estos actos que tuvieron una
participación femenina predominante, no estaban frente al actual
presidente de la República pero si frente al líder principal del PLD,
porque para ser francos no hubo ninguna diferencia de como se recibió a
Fernández en esta visita de cómo se ha recibido al mandatario actual,
Lic.
Danilo Medina Sánchez, cuando ha visitado esta zona; decenas de
minibuses de diferentes partes del país, varias jeepetas negras
blindadas, seguridad hasta en los dientes, reconocimientos por obras que
debieron ser reconocidas en su periodo presidencial por parte de
diferentes instituciones y una llegada triunfal en helicóptero dos horas
después de la hora pautada como novia en su boda. Como si nada hubiera
cambiado desde que Fernández dejó la presidencia, como un juego de doble
moral por muchos de los allí presentes que a hurtadillas también
tanteaban el viento por si acaso soplaba.
Definitivamente aunque Medina
aparentemente no ha decidido reelegirse ni Fernández aparentemente
candidatearse, existe una marcada división política, tan marcada entre
estos dos lideres, que aunque el juego no este definido aún, los que
estamos bien atentos a los ventarrones que se avecinan sabemos que el
balón esta en el aire y que hay dos canastos de una misma organización
muy diferentes en su forma de gobernar, donde en un lado predomina más
el poder y en el otro extremo una popularidad que ronda el 80% de
simpatía, siendo este porcentaje el que tendrá la tarea de decidir lo
que tiene más peso al final, si la forma de gobernar que ha hecho a
Danilo uno de los presidentes más populares de América Latina en los
últimos años o la manera en la que Leonel maneja el poder para
mantenerse en el.