Por Mayobanex De Jesús Laurens
Hay quienes ven la política estática, inamovible, desafiando la
dialéctica, creyendo que la situación el 2010 se podría repetir en el
2016, y están totalmente equivocados, pues los escenarios han cambiado,
las fuerzas no son las mismas y hay un nuevo ambiente político en todos
los municipios y distritos del país.
La
alianza del Partido Revolucionario Moderno (PRM) con el Partido
Reformista Social Cristiano (PRSC), de darse de hecho y ser asumida por
su dirigencia y militancia a nivel nacional, obliga a los candidatos del
Partido de la Liberación Dominicana (PLD) a emplearse a fondo y evitar
divisiones en sus demarcaciones.
En
cada municipio en donde la alianza PRM-PRSC vaya unificada y lleve
buenos candidatos, sería una fuerza a tomar en consideración, que de
seguro se impondría si al locura de los peledeístas los lleva a
dividirse con candidaturas por otros partidos aliados.
Es
que es muy simple: Si un partido opositor conforma un bloque poderoso y
mantiene una fuerza con posibilidades de ganar, el otro bando, que
tiene una mayoría, si se divide y el voto se dispersa, “la alianza
opositora será vencedora”.
Los
clásicos lo han escrito: “Divide y Vencerás”. Ya el emperador romano
Julio César la ponía en práctica en tiempos inmemoriales, siendo
Maquiavelo quien más la ha difundido en su famoso Príncipe.
En
cada municipio y distrito de la provincia de Barahona, en donde el PLD
lleve un candidato y un miembro prominente de ese partido vaya por una
organización política aliada, dividirán el voto y perderán las
elecciones, a menos que los opositores también se dividan.
La
borrachera de poder, la ambición desmedida y los afanes de tener
influencia, manejo de presupuestos y presumir de megalómano político, va
a llevar a muchas candidaturas del partido morado en esta provincia a
que “sean un total fracaso”.
Ojalá
y el Comité Político del partido oficialista ponga freno al desenfreno,
restableciendo la disciplina interna y expulsando de las filas del
partido y del gobierno a quienes desacaten las líneas partidarias, o
conspiren contra ellas.