Orlando Gil
@orlandogildice/Tomado de Listin Diario
ABRIR
LOS OJOS.- Esta columna intenta a veces abrir los ojos a los partidos y
candidatos de la oposición, a la manera que se hace con los inocentes.
Pero como son malos entendedores, ni las muchas palabras bastan. Llevo
dicho que el PLD tiene problemas, y que fueron graves, pues hasta
muertos ocasionaron.
Sin embargo, todos tienen soluciones, o a corto o
largo plazo; y cuando se resuelvan, los peledeístas actuarán como una
gran corporación y los resultados podría ser los mismos de ocasiones
anteriores. El presidente y candidato no habla con toda la boca, y se
muestra prudente a la hora de hablar de encuestas. Que no es el caso del
ministro Administrativo, que no solo se pasa de contento, sino que
enseña las pruebas que sustentan su ánimo exaltado. La última vez que le
pregunté no me dio detalles, pero reveló, como quien suelta una paloma
mensajera, que “Luis bajó siete puntos”. Se hace cuesta arriba pensar
que el candidato Abinader pueda a estas alturas del juego perder y no
ganar simpatía entre los votantes. Pero igual hay que reconocer que su
partido y su candidatura no están jugando con el librito, y al parecer
sin gerente calificado. Los jugadores que llegan, lo hacen sin guante ni
bate ni pelota, y el uniforme roto…
LA
REVUELTA.- La situación que se observa actualmente no es la mejor, y se
tiene la impresión de que cuando el PLD se lama las heridas (lo único
posible por ahora, pues curarlas será imposible), empezará el tormento
del PRM. Por ejemplo, reformistas y perremeístas de las bases dicen no
conocer los puntos sobre los cuales se hizo el acuerdo. No les suelta
prenda la dirección del partido Moderno, pero tampoco la del Reformista
Social Cristiano. Misterio por aquí, y misterio por allá. Pierden de
vista lo principal. Que hay elecciones a la vista, que será en tres
niveles, que tienen que conformar dos boletas y que es lógico que los
reformistas y los perremeístas aspiren a posiciones. Quieran ser
candidatos. El pasado fin de semana un dirigente medio reformista, en
este caso de la juventud, demandó de la cúpula la realización de
primarias. En particular se refirió a regidores en Santo Domingo Este.
Dijo más o menos que hay 45 inscritos, y como si fuera necesario el
desafío, aclaró que no aceptarán imposiciones, sea de la Alianza o de
convenciones de aposento. Una revuelta de muchachos, podrá decirse, pero
siempre será una revuelta…
NI
SIQUIERA ELLA.- Ese ánimo de revuelta de los reformistas no es distinto
al sentimiento de perremeístas del medio que aspiran, pues a la fecha
no saben cuántas son las posiciones reservadas, ni a qué niveles, y
mucho menos de encuestas o de resultados. A todo dirigente que se supone
enterado de las intimidades, cuando se le pregunta, desde cerca, y por
igual desde lejos, se le nota la ignorancia o la frustración. La semana
pasada, en la reunión de la dirección del PRM, Milagros Ortiz Bosch hizo
una revelación inaudita. Dijo que ni ella, que es presidenta de la
Comisión Nacional Organizadora, ni los demás directivos importantes del
partido, saben la cantidad de candidaturas, o los niveles o los lugares,
reservada a los aspirantes del PRM. Pero tampoco las comprometidas en
las alianzas. Ese dato, o el pedimento, sale a relucir en cada
encuentro, y nadie responde adecuadamente. El problema, por lo que se
ve, no es de falta de transparencia en una selección que debiera ser
crucial, sino un vil ocultamiento…
La
democracia interna hace rato que la tiraron por una ventana, y cada vez
que intenta volver, vía estos procesos, la bloquean. La última
información que se les dio a los responsables de la coordinación en
provincias fue que por falta de tiempo o de alianza con los reformistas,
no habrá convención. Incluso, que se les devolverá el dinero a los que
habían pagado su inscripción. No hay que decir que la noticia cayó como
una bomba, pero no cualquier bomba, sino una parecida a la de hidrógeno
de Corea del Norte. Igualmente se les había dicho a los técnicos del
área de informática que no se utilizaría la plataforma que habían
montado, y la razón fue la misma: no habrá Convención. También entre los
informáticos hubo disgusto, pues hay deudas contraídas y no se habló de
solventarlas. La situación iría de mal a peor. Los fondos que se
estaban usando provenían de las inscripciones de candidaturas, estimados
en unos cincuenta millones de pesos. La pregunta cae sola: ¿Cómo van a
financiarse las actividades, las encuestas,las asambleas, etc. si se
devuelve el dinero a los aspirantes?