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Independientemente de la decisión del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), respecto a las conformaciones de los Comités Provinciales de Campaña, soy de los que entiendo que cada Dirección Provincial debe abocarse en lo inmediato a conformar esas estructuras electorales, siguiendo el patrón del esquema tradicional, agregando otros espacios dirigenciales que puedan contribuir a una dinámica partidaria, mayor movilidad de los candidatos y trabajo en equipo coordinado.
Es menester que antes de que finalice noviembre, en todas las provincias del país puedan ser estructurados los distintos Comités de Campaña Provincial, Municipal y Distrital del PLD.
En el Comité Provincial, integrar a los miembros del Comité Central, legisladores, alcaldes, directores de juntas municipales, concejales y vocales, además de los candidatos a cargos congresuales y municipales; adicionando además representantes de las fuerzas aliadas y de los movimientos de apoyo al partido morado.
En los Comités Municipales y Distritales, conformar esquema parecidos, a sabiendas que hay posiciones del Provincial que no estarán en esas estructuras, siendo las mismas más reducidas, pero nunca dejando de ser lo más integracionistas posible.
Pero ya no solo conformarlos, sino iniciar el trabajo planificado, coordinado y organizado, con metas definidas, que permitan ser evaluadas semanalmente para el logro de los objetivos propuestos.
Diseñar un plan municipal y congresual y otro presidencial, en los órdenes: electoral, propaganda, comunicaciones, actividades de masas y finanzas.
Dinamizar todos los comités intermedios en las provincias. Provocar que se organicen por Bloques Barriales de Trabajos, zonificados, con sus respectivos coordinadores, para que los trabajos se hagan con equipos dirigenciales encabezándolos. Es imposible que un presidente pueda controlar aéreas de influencias que son barrios con una inmensa cantidad de votantes y diversas mesas electorales.
A trabajar de inmediato. El tiempo apremia. Febrero está a la vuelta de la esquina, un mes cuyos resultados electorales no dejan mucho espacio para la gran faena de mayo 2020, en lo congresual y presidencial.