Santo Domingo - oct. 28, 2024 |
No son buenos tiempos para el equipo de gobierno y no falta quien pida que el presidente Abinader reestructure el gabinete. Algo que se echó en falta en el cambio de periodo y que se resolvió con unos ligeros retoques, algunos incomprensibles.
Pero de la retirada de la reforma fiscal sale algo bueno: la lucha contra la evasión –la que ocurre en Aduanas o en otros terrenos impositivos- va a recibir el apoyo unánime de todos los gremios que se opusieron a la Modernización.
Es un momento de oro. Ya no valdrán presiones (ni sugeridas ni explícitas) a la DGA, ni favores de toda la vida o amenazas peligrosas en la DGII, ni elusiones más o menos disimuladas de los que se cantean en campaña.
El Presidente puede recoger la voluntad expresada por los grupos empresariales, los clusters de cualquier ramo, los grupos sociales de presión, los periodistas críticos, la oposición, las asociaciones de todo rango, los sindicalistas, influencers, tik tokers y demás talentos del espectro digital... Todos apoyarán militantemente que se persiga a los evasores de cualquier nacionalidad y gremio.
Ese mismo consenso expresado en las críticas a la reforma, permite revisar algunas leyes y abusos que algunos grupos mantienen y sin los que pueden vivir. Y eso sin tocar medularmente las exenciones que les permiten crear riqueza y empleo.
Este es un gobierno de coalición, no hay que olvidarse. Muchos partiditos con derecho a posiciones. Buen momento también para revisar si el pago no salió más caro que "el caudal" de votos que cada uno aportó. Buen momento para ir desmontando la cultura del clientelismo, ese componente del populismo más rancio que secuestra el desarrollo sano de una sociedad.
Y todo... con el apoyo explícito de críticos y adeptos.
(Cualquiera querría algo así, ¿no?)