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lunes, 11 de noviembre de 2024

EDITORIAL DE EL DINERO: El reto de la evasión y el gasto tributario

Tomado de El Dinero 
Ya la reforma fiscal no va. Esto es lo que ha dejado bien claro el presidente Luis Abinader. Esto, por supuesto, obliga a las autoridades a replantearse algunas fórmulas para salir adelante en un contexto demandante de recursos para satisfacer la demanda de la población.

Todos los sectores coincidieron en la necesidad de una reforma al sistema tributario, pero cuando se dio a conocer la propuesta no era ni remotamente lo que esperaban. Echar hacia atrás fue la decisión.

Se sabe que la informalidad de la economía es un reto importante para cualquier gestión del Estado. Con apenas un 44% de la economía bajo la lupa del fisco, partiendo de la formalidad, dificulta la fiscalización y, por ende, mejorar los ingresos fiscales.

Y como se sabe que la propuesta presentada por el Gobierno en nada impulsaba la formalización de empresas, sino que era todo lo contrario, ahora queda dos opciones: combatir la evasión y revisar algunas leyes que generan gasto tributario en exceso, pues posiblemente cumplieron su ciclo. No se trata de revisar por revisar o limitar la posibilidad de atraer inversiones a través de incentivos fiscales. El tema es hacer que las leyes sean realmente eficientes.

Las leyes de incentivos deben retornar más de lo que el Estado deja de percibir. Si no es así, pues no tienen sentido.

Esto es muy serio. Algo hay que hacer con el déficit fiscal. De alguna manera hay que bajarlo al mínimo. Entre 2013 y 2019 el déficit fiscal promedio anual fue de RD$74,000 millones, es decir, un 2.3% del PIB, aproximadamente.

Luego de 2020, como consecuencia del covid-19, la realidad cambió diametralmente. De RD$75,525.4% durante el año previo a la pandemia (2.2%), el monto se disparó a RD$345,155 millones en el ejercicio fiscal siguiente, equivalente a un 7.7% del producto.

En 2021 retornó a la normalidad relativa, al alcanzar un 2.7% PIB, pues cerró en RD$144,778.6 millones. La ponderación no excedió el 3.0% del PIB por el crecimiento de 12.3% que registró la economía.

No hay fecha para presentar un nuevo proyecto de reforma fiscal. Mientras eso llega, porque habrá de llegar algún día, el Gobierno está presionado con unos ingresos que resultan insuficientes para cumplir con la población. Ante esta realidad, combatir la evasión, como lo dejó “entrever” el Presidente, y bajar el gasto tributario, podrían ser la mejor opción.