La pregunta que la gente comienza a formularse con insistencia y que hasta ahora no ha encontrado una convincente respuesta es: ¿Dónde están los pejes gordos que estructuraron la operación para mover en el país las 9.8 toneladas de cocaína que habrían entrado a través de tres embarques por Bayahíbe, La Romana y Pedernales? Nadie parece creer que alguno de los detenidos tenga el perfil que realmente encaje con el poder de un capo de semejante dimensión para realmente haber podido mover un alijo considerado el más grande decomisado en el país y uno de los mayores en la región y a nivel mundial.
A la justicia le toca llegar al fondo de todo este entramado criminal, incluyendo los cerebros, para que sea una investigación seria, profunda y creíble. Con esto, la gente y los sectores de la opinión pública que plantean estas inquietudes e interrogantes no buscan restar méritos e importancia a lo que indudablemente es un duro golpe al crimen organizado por parte de las autoridades antinarcóticos locales.
Las dudas han sido alimentadas realmente porque después del despliegue con que se informó del gigantesco decomiso, hubo un compás de espera ante el anuncio de que se rendiría un detallado y esclarecedor informe conjunto con la DEA que nunca llegó. Tras el silencio y la inacción que siguió a esa expectativa, se produjeron los allanamientos y las detenciones con algunos detalles anexos que han generado más preguntas que respuestas y que necesitan ser aclaradas.
La forma en que, según las autoridades, se articuló toda la operación, teniendo como base el puerto múltiple del Caucedo, no permite visualizar o llegar hasta los reales pejes gordos y hay razones para pensar que detrás de esto pudiera estar un manto de protección, encubrimiento y complicidades.
Alicia Ortega
Alicia Ortega
Es directora general y vicepresidente ejecutiva del Grupo SIN, periodista de investigación y presentadora de El Informe y Noticias SIN edición estelar.