El sector eléctrico continúa siendo uno de los mayores lastres para la economía dominicana. En 2024, el Gobierno transfirió US$1,769 millones a las empresas distribuidoras de electricidad (EDE) para cubrir sus pérdidas, el monto más alto hasta la fecha y uno de los mayores en proporción al producto interno bruto (PIB).
Sin embargo, lejos de mejorar, el problema se agrava: mientras más recursos se destinan al sector, mayores son las pérdidas de energía. En apenas cuatro años, las transferencias al sector eléctrico se han multiplicado por cuatro veces, revelando una tendencia insostenible.