Aunque el sistema mantiene áreas de lluvias y tronadas desorganizadas, se espera que encuentre condiciones más favorables a medida que se desplace hacia el oeste-noroeste, a una velocidad de entre 10 y 15 millas por hora.
En paralelo, el CNH vigila otro disturbio atmosférico que se mueve desde África, con un potencial de desarrollo mucho menor, estimado en un 20 % en los próximos siete días.
El Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en San Juan advirtió que Puerto Rico y las Islas Vírgenes permanecerán bajo tiempo inestable, con aguaceros intermitentes y tormentas eléctricas. Los efectos podrían intensificarse a mediados de semana, cuando la onda tropical interactúe con una baja presión en niveles altos.
Las autoridades reiteraron los principales riesgos: inundaciones urbanas, crecidas repentinas de riachuelos, deslizamientos de tierra y desbordamientos de ríos, con acumulaciones de lluvia estimadas entre una y dos pulgadas por día.
A esto se suma la persistencia de calor excesivo en los períodos secos, que impacta especialmente a personas vulnerables, así como un riesgo moderado de corrientes marinas en las costas del norte y este de Puerto Rico, incluyendo Vieques y Culebra.