Es aquí en donde se cuecen las habas
R. A. López Ynoa/Tomado de El Expreso del Sur
Barahona
Hace días vengo haciéndome la pregunta de en dónde es que los candidatos a la presidencia de la República deberían buscar los votos de los electores del próximo certamen electoral, si en el país, o en el exterior. La respuesta de que hay que buscarlos en donde quiera no me satisface.
Y la pregunta viene al caso de que el candidato del Partido Revolucionario Dominicano, PRD, tiene no sé cuánto tiempo en Europa buscando supuestamente unos votos que bien pudiera, entendemos nosotros, conseguir en cualquier comunidad de la nación dominicana.
No es que los votos de la diáspora dominicana, entiéndase votos en el exterior, son desdeñables, ¡no, jamás! Pero, óigame hermano, durar casi un mes paseando por el mundo, en un tour, en acciones muy alejadas de lo que es su candidatura, actividades de las que habría que esperar el tiempo para ver sus beneficios políticos netos, como que es demasiado y altamente sospechoso.
Mientras que al candidato del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, el licenciado Danilo Medina, se le ve, como él mismo dijera “buscando los votos hasta por debajo de las piedras”, al ingeniero Hipólito Mejía se le ve de reunión en reunión con las élites de las grandes urbes del viejo continente.
Habría que preguntarse si en realidad los manejadores de la campaña del oriundo de Gurabo creen en la efectividad política de esas reuniones, o si por el contrario, las han recomendado como una forma de que su candidato se aleje del ambiente en el que podría cometer errores que devengan en la merma de sus posibilidades electorales.
En este caso vendría a ser, como lo dijera Juan Isidro Inoa, un candidato desterrado.
Danilo Medina ha viajado al exterior buscando esos votos, ¡ni modo!, pero cumplido un apretado programa de actividades proselitistas con las masas, vuelve al ruedo nacional en donde está la cantera de votos que lo han de llevar al solio presidencial.
Medina sabe, y todo el pueblo dominicano lo percibe, que al día de hoy es el presidente virtual de la República Dominicana, pero aún así no se confía y trabaja como si estuviese en el último lugar entre los demás candidatos. No anda haciendo turismo de país en país, porque sabe que es aquí en donde se cuecen las habas, y porque además, no existe la necesidad de sacarlo del país como forma de alejarlo del escenario natural de la política dominicana.