Nadie me lo contó… Esas son mis vivencias.
Tomado de Elbiranny.com
Por Frank Jiménez
No soy dado a polemizar con nadie sobre los ideales que cada quien abraza como estandarte de vida, eso realmente lo respeto, porque son asuntos que corresponden a la formación del individuo mismo. Pero tampoco quiero se entienda y (eso no se lo permito a nadie), que no tenga la capacidad de debatir si es necesario, por lo tanto me voy a referir a ese impase con uno de esos personajes que se escudan detrás del internet para descargar sus frustraciones sobre los demás, agrediendo con su verbo soez a todo aquel con quien no coincide con sus apreciaciones. Esto sucedió recientemente cuando publique en “El Birán New York”, una de las crónicas de mis vivencias en el barrio donde crecí llamada “Las Cosas de Mi Barrio…Vicente Pérez y Bayón Suero.
Hice una narración sobre un vecino muy querido por nosotros, y decía que “una vez, después del desembarco del Coronel Caamaño Deñó a principio de los 70’s, cuando se dirigía a su casa en estado de embriaguez vociferaba Viva Caamaño, cuando fue interpelado por una patrulla quien le interpeló y este le contesto QUE VOY PA’TAMAYO”. Fui vapuleado por un personaje que refuta el hecho y dice que eso le ocurrió a “Cadete” en los alrededores de la calle Luis E. Del Monte.
He consultado por si escapa a mi memoria a una buena cantidad de vecinos sobre el particular, corroborando todos con mi afirmación; y es que Vicente Pérez a quien le llamábamos “Ingeniero” cada vez que lo veíamos construyendo “Yolas” en el patio de su casa, fue un personaje protagonista de muchas anécdotas en el sector ya que cada vez que se daba unos tragos (no sé de donde le sale a ese “señor” afirmar “que me lo contaron”).
Mucho antes de publicar lo antes señalado, le hice llegar la anécdota a uno de sus hijos y este me dio las gracias en primer lugar y estuvo de acuerdo conmigo en lo que ahí expreso, por lo tanto no tengo el temor, en lo absoluto de tergiversar hechos reales de nuestro vecindario, ni alienar a nadie con mentiras como se pretende decir, como pretende afirmar con actitudes penosas y desconsideradas.
Hasta ahí todo lo concerniente a mi relato.
Ahora bien, existía la necesidad de “ofender”, en cuanto a lo antes señalado, de ultrajar al rebatir o faltarle el respeto a quien expone de manera simple lo que ha vivido durante todo este tiempo. Yo creo que el procedimiento era refutar con elementos más sólidos, pero se dice “que eso le paso a Cadete, en la calle Luis E. Del Monte, sin más ni menos. Esa es su creencia, lo que a él le contaron, no fue testigo del hecho, por lo tanto se podría tratar como bocina.
Sobre ese particular se puede discutir, pero no traer a regañadientes asuntos que no son partes del debate, como por ejemplo su “currículo vitae” de sus actividades en la izquierda, vivir más cerca que nosotros de la playa para declararse playero, etc….eso es un disparate, solo es visto en personas que no saben enfocar sus objetivos, ya que viven deambulando el punto central de una discusión y asociándola con hechos que no vienen al caso. Usted tiene su historia y yo la mía. Puedo hablar de la mía largo y tendido, de lo querida en el barrio que fue mi familia en ese tiempo, sin esa altanería que se me atribuye que no es más que el desparpajo de aquellos que no conocen el buen trato entre hermanos, más bien descubre su desprecio a sus compueblanos, acusándonos de ser parte de la fauna Barahonera.
He recibido una andanada de epítetos, que no me amilanan en lo absoluto y por lo tanto la ofensa se sabe de dónde viene y su mentalidad, puedo responder como playero también, pero ese no es mi interés, por lo tanto dejé las cosas como estaban y si se quiere discutir sobre cualquier base, no le temo a nadie en lo absoluto, porque me aferro a mis creencias y las defiendo en cualquier campo. Vivo de cara al sol y da pena que personas que había considerado “amigos” se destapen con esta desfachatez inusitada. Aunque el paso del tiempo nos hace más conservadores es bueno señalar las raíces del desarrollo como individuo que llevamos dentro.