Tomado de El Nuevo Diario
RIO DE JANEIRO, Brasil.- El
presidente de la República, doctor Leonel Fernández, abogó este jueves
por un cambio acelerado del modelo de desarrollo que impera en el mundo
desde la Revolución Industrial, hace más de 200 años.
En su intervención
ante la conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo
Sostenible, Río + 20, el mandatario dominicano planteó la necesidad de
la instauración de un nuevo modelo de desarrollo que ponga a los seres
humanos en capacidad de producir riqueza, distribuirla equitativamente;
generar un espíritu de justicia, un sentimiento de dignidad y una
cultura de respeto.
Dijo que la República Dominicana
ha acudido a la cita de la Conferencia de las Naciones Unidas para el
Desarrollo Sostenible con la clara conciencia de que sólo hay una manera
de salir airoso en la búsqueda de una solución a los desafíos del
desarrollo.
“Esa solución es la de que los
países industrializados afronten con mayor decisión un modelo efectivo
de salvaguardar en el ámbito internacional, regional y global, la
integridad de nuestras sociedades y sus recursos, sobre la base del
principio de responsabilidad común, pero diferenciadas”, dijo Fernández
ante cientos de delegados de todos los países del mundo que participan
en este cónclave.
El jefe de Estado dominicano
reclamó que los nuevos mecanismos de ayuda al desarrollo estén
orientados a estimular, incentivar y consolidar el desarrollo económico,
la equidad social y la protección del medio ambiente, modificando los
hábitos actuales de producción y consumo, fomentando políticas
solidarias en la comunidad internacional.
Fernández planteó la urgencia
del cambio a un nuevo modelo de desarrollo porque, a pesar de los
adelantos inocultables, “muchos nos sentimos desilusionados o
decepcionados porque durante las últimas dos décadas no se ha
progresado, sin embargo, con la celeridad que la situación calamitosa
del mundo reclama”.
Consideró que el propio
compromiso final adoptado en la conferencia no parece estar a la altura
de las urgentes necesidades que para su reparación exige la Madre
Tierra.
El mandatario dominicano hizo
referencia a las graves crisis financieras y económicas que afecta a
gran parte de las naciones del planeta, factor que se agrega a la crisis
ecológica que inquieta a la humanidad.
Destacó como elemento adicional a
los problemas ecológicos, la profunda crisis financiera global que en
el primer semestre de 2008 estremeció al mundo, considerada la más
implacable de los últimos 80 años, que ha derribado fuertes
instituciones financieras y ha hecho tambalear a las economías más
poderosas del planeta.
Para el presidente Fernández, la
crisis financiera y económica global, como la de los precios de la
energía y los alimentos se deben a una misma causa: a la conversión del
sistema económico internacional en un inmenso casino de carácter global.
Reprobó que cuantiosos recursos
fiscales hayan tenido que utilizarse para rescatar bancos en quiebra,
como resultado de la crisis en el sistema financiero mundial.
“Esto, a su vez, ha conllevado a
la emisión monetaria sin respaldo en la producción de la economía, a la
expansión de la deuda soberana, a la crisis de la Zona Euro, a la
desaceleración del crecimiento económico global, a la disminución del
comercio internacional, a la aplicación de políticas de austeridad, al
incremento del desempleo, al surgimiento de estallidos sociales y a las
protestas del movimiento de Indignados que tienen lugar en distintas
partes del mundo”, dijo el jefe de Estado.
Criticó que apoyándose en esa
situación, algunos países desarrollados procuran justificar su
incumplimiento en el compromiso de conceder un 0.7 por ciento del
Producto Interno Bruto al desarrollo social de las economías más
vulnerables.
Fernández dijo que la falta de
otorgamiento de recursos por parte de los países desarrollados para
proteger al planeta de la crisis ecológica, pone en peligro hasta la
propia supervivencia del género humano.
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