Quirino y Rossó Peña revelan las implicaciones de Hiraldo Guerrero
El exjefe de operaciones de la DNCD usaba tecnología de la agencia para proteger cargamentos
Escrito por: EL DÍA/Tomado de El Día
Santo Domingo.-La solicitud de
extradición de Francisco Antonio Hiraldo Guerrero fue impulsada por
confesiones del excapitán del Ejército Quirino Ernesto Paulino Castillo y
Carlos Rossó Peña a las autoridades norteamericanas en las que
revelaron las implicaciones del hoy extraditable y otros militares en la
protección de cargamentos de drogas.
EL DÍA obtuvo la acusación formulada por
la fiscalía estadounidense que tiene a su cargo el caso en el que hace
un relato de las implicaciones de Hiraldo Guerrero en las operaciones de
narcotráfico.
En la siguiente transcripción, una
fuente le explicó a EL DÍA que los individuos identificados como W-1 y
W-2 son Paulino Castillo y Rossó Peña, quienes llegaron a acuerdos para
suministrar información a las autoridades norteamericanas. A
continuación el relato textual:
En el año 2003 y el 2004, las
autoridades de la República Dominicana legalmente interceptaron llamadas
telefónicas de miembros de una organización de narcotraficantes, las
cuales revelaron que los miembros del grupo recibieron un cargamento de
cocaína en la República Dominicana, el cual ellos tenían la intención de
embarcar a los Estados Unidos para su distribución en el área
metropolitana de New York y otros lugares.
El 18 de diciembre del 2004, o alrededor
de esa fecha, las autoridades del orden público de República Dominicana
legalmente incautaron aproximadamente 1,300 kilogramos de cocaína.
El cargamento de 1,300 kilogramos fue sujeto a pruebas de laboratorios y se determinó que era cocaína.
El individuo a quien estaba destinada la
cocaína en la República Dominicana, que en el presente documento se
denominará “W-1”, junto con otros, fue arrestado en la República
Dominicana al poco tiempo después de la incautación.
W-1 se ha declarado culpable de
contravenir las leyes antinarcóticos de los Estados Unidos y ha
suministrado información a las autoridades del orden público de los
Estados Unidos acerca de la colaboración que Hiraldo Guerrero
proporcionó a la organización narcotraficante de la cual era miembro
W-1.
W-1 ha explicado a las autoridades del
orden público de los Estados Unidos que W-1 supervisó una operación que
recibía grandes cargamentos de cocaína en la República Dominicana, los
cuales posteriormente eran embarcados con destino a los Estados Unidos,
en particular al área metropolitana de New York.
Adicionalmente, W-1 declaró que W-1
utilizaba a miembros de las fuerzas militares dominicanas y las
autoridades dominicanas del orden público para ayudar con las
actividades de narcotráfico de W-1. W-1 ha dicho que ciertos miembros de
las fuerzas militares y del orden público de la República Dominicana
ayudaban a proteger cargamentos de cocaína para que la cocaína pudiera
ser recibida con éxito en la República Dominicana, que tenían una
relación amistosa con W-1, también se encargaban de asegurar el
desplazamiento de la cocaína a salvo dentro de la República Dominicana
hasta los puntos de embarque dentro de la República Dominicana desde los
cuales la cocaína sería embarcada a los Estados Unidos.
De acuerdo con W-1, Hiraldo Guerrero era
uno de los oficiales que ayudaba a la organización de narcotráfico e
importación de W-1.
Por ejemplo, según W-1, el 17 de
diciembre del 2004, o alrededor de esa fecha, Hiraldo Guerrero, quien en
ese entonces era un coronel en la Dirección Nacional de Control de
Drogas (“DNCD”), informó directamente a W-1 que había agentes del orden
público presentes en Barahona, República Dominicana, que podrían
interceptar un cargamento de aproximadamente 1,300 kilogramos de cocaína
que W-1 estaba esperando recibir en República Dominicana, y embarcarlo
posteriormente a los Estados Unidos.
Este es el mismo cargamento de
aproximadamente 1,300 kilogramos de cocaína que fue incautado en la
República Dominicana el 18 de diciembre del 2004, o alrededor de esa
fecha.
Según W-1, con base en conversaciones
que W-1 tuvo con Hiraldo Guerrero, Hiraldo Guerrero tenía conocimiento
de que la cocaína que W-1 recibió en la República Dominicana con ayuda
de Hiraldo Guerrero estaba siendo enviada a Estados Unidos.
Otro caso
En o alrededor del 2009, un exoficial
de la Marina Dominicana, que en el presente documento se denominará
“W-2”, fue arrestado en relación con su participación en una operación
de narcotráfico.
Esa persona se ha declarado culpable de
un delito federal estadounidense de narcóticos y ha acordado cooperar
con las autoridades de los Estados Unidos. Según W-2, en o alrededor del
2007, Hiraldo Guerrero y W-2 comenzaron a trabajar juntos para ayudar a
los traficantes de drogas a movilizar múltiples cargamentos de cientos
de kilogramos de cocaína de Colombia a la República Dominicana para su
ulterior importación a los Estados Unidos.
Según W-2, en o alrededor del 2007,
Hiraldo Guerrero y W-2 comenzaron a trabajar juntos para ayudar a los
traficantes de drogas a movilizar múltiples cargamentos de cientos de
kilogramos de cocaína de Colombia a República Dominicana para su
ulterior importación a los Estados Unidos.
W-2 estima que en total, él/ella e
Hiraldo Guerrero participaron ayudando con aproximadamente 25
cargamentos de cocaína, cuyo peso aproximado era 400 kilogramos por
cargamento.
Vuelos seguros
Según describe W-2, Hiraldo Guerrero le
dijo a W-2 que él (Hiraldo Guerrero) tenía acceso a computadoras de las
autoridades del orden público capaces de hacer seguimiento de vuelos
sospechosos ene l área del Caribe, incluyendo vuelos sospechosos de
transporte de narcóticos de Colombia a la República Dominicana.
Con fundamentos en su acceso a la
información de seguimiento de las autoridades del orden público, Hiraldo
Guerrero ofreció proteger cargamentos de cocaína que llegaban a la
República Dominicana, por ejemplo informando a los contrabandistas cómo
evitar los esfuerzos de intercepción de las autoridades o dónde
encontrar zonas seguras para dejar los cargamentos de cocaína en el
océano para que fueran recogidos y transportados a la República
Dominicana.
El primer cargamento de cocaína en el
que W-2 e Hiraldo Guerrero trabajaron juntos directamente fue en o
alrededor de noviembre del 2007, e involucró un cargamento de
aproximadamente 600 kilogramos de cocaína procedente de Colombia con
destino a la República Dominicana a bordo de un barco.
Cuando W-2 supo que el barco que
transportaba los 600 kilos de cocaína había tenido problemas mecánicos,
W-2 se comunicó con Hiraldo Guerrero e Hiraldo Guerrero le aseguró a W-2
que la cocaína podría ser transportada de manera segura a la República
Dominicana.
Según W-2, Hiraldo Guerrero le aseguró a
W-2 que el cargamento de cocaína no sería interceptado por las
autoridades de orden público dominicanas.
El siguiente día, W-2 se reunió con
Hidalgo Guerrero en Santo Domingo, República Dominicana, y él/ella le
pagó a Hiraldo Guerrero aproximadamente US$100.000 en moneda de los
Estados Unidos, que era el precio que Hiraldo Guerrero cobraba por su
ayuda con los cargamentos de drogas.
Según W-2, en fechas entre alrededor del
2007 y 2009, durante el tiempo que él/ella estuvo trabajando con
Hiraldo Guerrero, W-2 e Hidalgo Guerrero se reunían quincenalmente.
Durante esas reuniones, Hiraldo Guerrero le mostraba a W-2 listas de
números de teléfono que la DNCD estaba interceptando legalmente, y,
ocasionalmente, Hiraldo Guerrero suministraba a W-2 fotografías de
sujetos de investigación por parte de la administración de control de
drogas de los Estados Unidos (DEA).
Es más, en una ocasión Hiraldo Guerrero
le dijo a W-2, que él le había proporcionado protección a cargamentos de
drogas de W-1 y que le preocupaba que W-1 hubiera comenzado a cooperar
con las autoridades de los Estados Unidos y les proporcionara
información acerca de la participación de Hiraldo Guerrero en la
operación de tráfico de cocaína de W-1.
Finalmente, W-2 afirmó que en o
alrededor del 2008, durante una reunión con Hiraldo Guerrero, en Santo
Domingo, República Dominicana, Hiraldo Guerrero le dijo a W-2 que para
proteger un cargamento específico de 700 kilogramos de cocaína, el
preferiría que le pagaran con cocaína en vez de dinero.
Pago en especie
Hiraldo Guerrero le explicó a W-2 que
deseaba que le pagaran en cocaína en esta transacción en particular,
porque el tenía medios para enviar la cocaína a los Estados Unidos,
donde la cocaína se podía vender con una ganancia mayor que el precio
que él se podía ganar por sus servicios de protección. Además W-2 dijo
que durante el tiempo que él estuvo trabajando con Hiraldo Guerrero, la
mayoría de la cocaína que estaba entrando de contrabando a la República
Dominicana tenía como destino final los Estados Unidos.
He revisado los expedientes personales
de Hiraldo Guerrero, donde se demuestra, entre otras cosas, que el 18 de
agosto del 2006, o alrededor de esa fecha, Hiraldo Guerrero tenía el
cargo de jefe de operaciones de la DNCD; y que el 17 de enero del
2008, o alrededor de esa fecha, Hiraldo Guerrero fue transferido a un
cargo con la Marina Dominicana.
Según un agentes especial de la DEA
involucrado en esta investigación, en su carácter de jefe de operaciones
de la DNCD, Hiraldo Guerrero se habría familiarizado con operaciones
antinarcóticos en la República Dominicana, y también habría tenido
acceso al tipo de información que W-2 ha dicho que Hiraldo Guerrero
estaba ofreciendo utilizar, y de hecho utilizó, para ayudar a los
traficantes de cocaína en el contrabando de cocaína hacia y desde la
República Dominicana.
Otro informante
Un individuo que en el presente
documento se denominará “W-3” se ha declarado culpable de un delito
federal estadounidense de narcotráfico.
W-3 afirma que él/ella (W-3) era un
narcotraficante basado en la República Dominicana y estuvo involucrado
en la distribución de miles de kilogramos de cocaína, mucha de la cual
fue ulteriormente transportada a Estados Unidos.
Según W-3, W-3 traficó cocaína con un cómplice que en el presente documento se denominará “CC-1”.
En o alrededor de los años 2007 y 2008,
CC-1 recibió en la República Dominicana múltiples cargamentos de cientos
de kilogramos de cocaína procedente de Colombia y luego entregó la
cocaína a W-3. CC-1 explicó a W-3 que CC-1 podía recibir de manera
segura los cargamentos de cocaína de CC-1 porque Hiraldo Guerrero
proporcionaba la seguridad de las cargas a cambio de dinero.
CC-1 informó a W-3 que Hiraldo Guerrero
protegía los cargamentos de droga suministrando a CC-1 información
acerca de la presencia de agentes del orden público que estaban tratando
de localizar e interceptar cargamentos de drogas que llegaban a la
República Dominicana.
CC-1 le dijo a W-3 que Hiraldo Guerrero cobraba entre US$60,000 y US$100,000 por cada cargamento que el protegía.
Extraditable pide tiempo para analizar
La Sala Penal de la Suprema Corte de
Justicia (SCJ) fijó para el 16 de noviembre, en cámara de consejo, el
conocimiento del pedido en extradición del general en retiro Francisco
Antonio Hiraldo Guerrero, quien pidió tiempo a los fines de determinar
si opta por el trámite voluntario.
Hiraldo Guerrero, quien se presentó ayer
por antes los jueces de referida sala, aseguró que vive una situación
difícil y pidió tiempo para analizar la acusación que pesa en su
contra, para luego tomar una decisión.
El exdirector de operaciones de la DNCD
está acusado por los Estados Unidos de utilizar su puesto para proteger
operaciones de narcotráfico.