Semana Santa y docencia.
Por R. A. López Ynoa
Desde que tengo uso de razón he visto que en la llamada Semana Mayor o Semana Santa las escuelas del país cierran sus
puertas hasta el lunes siguiente al Domingo de Gloria, y que, incluso, ya desde
el viernes de Cenizas en muchas escuelas se imparte docencia a medias.
No sé bajo qué premisa no se
imparte clases en las escuelas del país, por lo menos hasta el miércoles a las
12:00 del mediodía de la Semana Santa, pero lo cierto es que creo llegado el
momento en que se debería repensar esta costumbre y plantearse la posibilidad
de cambiarla.
Se puede argüir que es una
tradición cristiana y que se impuso por costumbre. No obstante, instituciones
formativas católicas laboran en esta semana hasta el mediodía del miércoles santo,
como el Politécnico Loyola de San
Cristóbal, la UCATEBA de Barahona, la PUCAMAIMA, entre muchas otras.
Las instituciones de educación
superior laboran hasta el miércoles santo y la producción nacional y las
actividades comerciales no se detienen, y no por eso se profana el carácter
religioso de la liturgia de esta semana. Es más, de lunes a miércoles realmente
no hay celebraciones religiosas porque éstas en sí comienzan el jueves.
Si las instituciones de educación
superior laboran hasta el miércoles, si la producción nacional y el comercio
llegan hasta el jueves al mediodía, si ninguna otra actividad cultural y social
se suspende por el hecho de estar en la Semana Mayor, ¿Por qué entonces sólo
las escuelas públicas suspenden las clases? No es, acaso, pedirle sólo a la
educación de los dominicanos todo el fardo del sacrificio?
Ya otras costumbres en las
escuelas han sido superadas por las nuevas condiciones de la sociedad
dominicana.
Antes el año escolar comenzaba en
septiembre y ya hoy se abre el 1 de agosto y las clases comienzan el 16 de este
mes. Positivo. Antes, para el 10 de
diciembre las escuelas comenzaban a cerrar las clases por motivo de las
navidades, hoy se ha logrado llegar al 21 o 22. Muy bueno.
Debería repensarse la cuestión del asueto educativo que se
produce a lo largo de toda la semana
santa porque nos parece injusto que sólo al aula se le pida sacrificio cuando
toda la vida nacional sigue su normal desenvolvimiento.
Se entiende que es toda una tradición de largo aliento y que
en su momento respondió a la fuerte raigambre religiosa de los dominicanos,
pero ya las condiciones que la produjo han sido superadas por el espíritu de
secularizacion que hoy domina la sociedad dominicana.
