Tomado de El Caribe
Sharmim Díaz no dejaba de llorar en la audiencia, y hasta se desmayó antes de que se emitiera el veredicto. Su decaída fue culpa de una anemia que padece, según dijo.
Previo a ordenar la libertad tras el pago de una garantía económica de RD$300 mil pesos, a favor de Venya Carolina, acusada de agresión y amenaza contra Sharmin y Yelitza Lora, el juez de la Oficina de Atención Permanente del Distrito exhortó a la imputada a cambiar su actitud.
Previo a ordenar la libertad tras el pago de una garantía económica de RD$300 mil pesos, a favor de Venya Carolina, acusada de agresión y amenaza contra Sharmin y Yelitza Lora, el juez de la Oficina de Atención Permanente del Distrito exhortó a la imputada a cambiar su actitud.
José Alejandro Vargas le recordó a Venya que ha tenido una vida artística muy accidentada, que puede ser coincidencia o fruto de su descontrol, que la belleza se desmorona con el tiempo y que lo más valioso del ser humano es el arte de caer bien al otro. “Si sigue por ese sendero terminará en un manicomio”, puntualizó el magistrado.
Vargas también impuso a Venya asistir a terapia sicológica en el centro que determine el Ministerio Público, presentarse periódicamente, y emitió orden de protección en favor de las víctimas. Al verla salir del juzgado un grupo se seguidores ovacionó a Venya y abuchearon a Sharmim y Yelitza. Casi a punto de llorar y con un cuello ortopédico, para amortiguar las secuelas de los golpes, que según alega, le propinó Venya Carolina en una vista de conciliación el martes pasado, Yelitza Lora dijo bajo juramento que hace diez años vive asustada, incómoda, insegura y acosada por Venya, lo que la ha obligado a mudarse cuatro veces. “Nunca le he hecho nada, nunca”, replicaba.
En su defensa, Venya dijo que era cristiana hace dos años, atribuyó las acusaciones en su contra a celos personales y profesionales. Negó que fuera agresiva y aseguró que su carrera tomará nuevamente su rumbo. Terminada las declaraciones, el juez le ordenó colocarse una al lado de la otra frente a él, habló con ellas tenuemente, en la sala solo se escuchaba a Sharmim suplicar, “por favor, por favor”. Justo al término de la conversación con el magistrado, se desmayó en plena audiencia.
Abogado dice que el caso es un “chisme barato”
El abogado de Venya, Ramón Victoria, llamó irresponsables a las denunciantes y las acusó de tener una campaña de difamación contra su cliente. Le enrostró a Sharmim que al término de la vista, el martes pasado, ella dijo que todo estaba bien, y llamó a los medios de comunicación a no especular. Tildó el caso como un chisme, porque, a su juicio la agresión era inexistente. Agregó que lo que estaba pasando no era jurídico sino personal y que daba vergüenza que el Ministerio Público se haya dejado tomar el pelo con esta situación.