lunes, 10 de junio de 2013

BIENVENIDO HEREDIA! Quién Dijo que el Tiempo Pasa?

foto
Bienvenido Heredia
Siempre hemos escuchado la expresión “el tiempo pasa”. Incluso hay una canción que dice “el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos”. Una frase que he leído llega un poco más lejos al expresar que “el tiempo pasa mientras tú permaneces”. Todo eso es falso. Falso de toda falsedad. El Tiempo no pasa, quien pasa es uno, los seres vivos, nosotros.


Pasa el género humano, el animal, el vegetal. Pasa la biodiversidad, mas el Tiempo se mantiene incólume, no se mueve, no camina, no pasa. Además está en todas partes al mismo tiempo. Como muestra leánse la historia sobre la desaparición de los dinosaurios. Estos gigantescos animales dominaron la tierra por más de 160 millones de años y se supone que desaparecieron hace unos 65 millones de años, pero el Tiempo no ha pasado, sigue presente. El Tiempo es repetitivo. Cada año comienza el primer mes (enero) y termina a los doce meses. Comienza el primer día y termina a los 365 ó 366 (si es bisiesto).

A cuántos de los amigos lectores no les han dicho que no se pone viejo?, que al parecer el tiempo le pasa por encima? “Oye!, tú estás igualito, los años te pasan por arriba!”. Es cierto esto? Afirmo que no, porque los años que le pasan a alguien por arriba, se le quedan encima, se quedan en su cuerpo. Es decir, lo que uno tiene es una sumatoria de días, semanas, meses y años. La persona que tiene 50 años tiene encima 600 meses, 2,600 semanas y 18,200 días de existencia.

Millones de personas logran llegar a la ancianidad y fíjense como terminan, dobladas. Como me dijo un anciano hace unos 25 años, “los años no pesan mi’jo, pero doblan”. De manera que no es verdad que los años le pasan a nadie por arriba.

Visto eso, observemos la evolución de las diferenrtes especies. Por ejemplo los árboles nacen, crecen y algunos se reproducen, pero la mayoría muere. En las personas se dan siempre esos cuatro procesos, con la diferencia de que no siempre nos reproducimos, pero todos morimos. Mentras el tiempo no muere, sigue a pesar de nuestra vida y muerte.

Los adultos tenemos la sensación de que el tiempo cada vez va más rápido, mientras los niños y los jóvenes lo ven más lento. Esas sensaciones cruzadas se deben a que los adultos normalmente hacemos una rutina de nuestras vidas y repetimos decena y centenas de veces muchos acontecimientos vividos: ir al trabajo (quienes pueden), regresar a la casa, ir a una reunión, ir a una chercha, jugar algún deporte o entretenimiento, ver televisión, etc. Es como un guión de obra de teatro que presentamos día tras día durante muchos años. En cambio los niños y jóvenes van adquiriendo una experiencia cada día, aprendiendo cosas nuevas y algunas desconocidas para ellos.

Por esas verdades tengo la firme convicción de que, así como desaparecieron los dinosaurios, mientras el Tiempo sigue vivo y sin cumplir años, el hombre desaparecerá como fuerza animal dominante de la tierra. Si no me creen, busquen los estudios, investigaciones e informes que se han estado publicando sobre el deterioro progresivo de los elementos vitales de la tierra: agua, árboles, oxígeno, capa vegetal del suelo, capa de ozono, clima. Búsquenlo y luego me cuentan.

La expresión “no tengo tiempo” es una irresponsable y cobarde excusa improductiva, porque el Tiempo nunca termina y jamás debemos dejar de actuar por “falta de tiempo”.

Porque, definitivamente, el tiempo no pasa, seguirá siendo el más vivo y mudo testigo de nuestro deterioro y autodestrucción.

La Presa de Monte Grande y el Tiempo
El tiempo sigue presente, mientras la Presa de Monte Grande no da señales de existencia. El espacio está ahí esperando que el tiempo permita establecer en él esa gran obra que irrigará cientos de miles de tareas de tierra de nuestra Región, evitará las periódicas inundaciones de los pueblos río abajo, nos proveerá de más agua para el acueducto del Suroeste y contribuirá con un poco de energía eléctrica al deteriorado servicio de electricidad nacional.

Aunque no es un ser vivo la Presa dará vida. Si no muere antes de nacer, si no es abortada por un mal parto o por un golpe bajo de bastardos intereses enemigos del Suroreste, ella podría cumplir dos de los ciclos de la vida: nacer y crecer.

Aprovecho para proponer a los defensores y escribidores cotidianos de la Presa de Monte Grande, que establezcan el número real de predios que serán irrigados por ese embalse, porque algunos hablan de que serán incorporadas 150 mil nuevas tareas, otros se refieren a 250 mil, otros agregan 300 mil ó 350 mil, por lo que la sumatoria final no está clara. Luego, no se sabe si al final serán 450 mil tareas que recibirán agua de Monte Grande, si serán 600 mil o si serán 700 mil.

Ese dato es esencial para que todos los que hemos asumido a Monte Grande como el Gran Metro del Suroeste, unamos nuestras voces con metas claras y objetivos definidos en torno a una obra que (junto con la odisea de quienes viven alrededor del Lago Enriquillo), ha venido a ser el detonante de la indiferencia sempiterna a que nos han sometido los políticos que han gobernado por décadas la República Dominicana.