César Medina
Especial para Listín Diario/Tomado de Listin Diario
Miguel Vargas lo dijo al pasar por
Madrid a su regreso de Estambul: “Nadie está obligado a lo imposible... Y
celebrar la convención del partido en febrero es materialmente
imposible...” Será, nadie lo duda, el motivo para acentuar la crisis
interna perredeista.
El proceso, sin embargo, se iniciará de
acuerdo a lo previsto para concluir en agosto del próximo año con una
convención que elegirá a las nuevas autoridades del PRD pero también al
candidato presidencial del 2016.
Mientras tanto, en esta próxima semana
se reincorporan a la institucionalidad perredeista algunos dirigentes
legendarios que estuvieron al lado de Hipólito Mejía hasta hace algunas
semanas, entre ellos Alfredo Pacheco, y Orlando Jorge Mera negocia “un
retorno digno”.
Regresaron los propósitos unitarios
entre Hipólito Mejía y Miguel Vargas... Pero ahora es Vargas quien
prefiere mantener la lejanía mientras crece el apoyo que recibe de
grupos y dirigentes importantes que hasta hace poco le adversaban y lo
consideraban indigno de ser su candidato.
Fuera del PRD ha ido consolidándose el
frente opositor denominado “Pacto de la Esperanza”, tal como lo reveló
La Tecla hace casi cinco meses y que fue recibido con recelo y burla de
parte de algunos hipolitistas. Ese frente es hoy una realidad y lo
integran hasta el momento seis agrupaciones partidarias a la cabeza del
PRD.
En la actualidad el PRD de Miguel Vargas
ha consolidado el control absoluto de sus comités provinciales de
Santiago, San Cristóbal y el Gran Santo Domingo, en especial el Distrito
Nacional, que concentran más del 70 por ciento de la votación nacional y
que a lo interno de ese partido representan casi el 85 por ciento de
sus simpatizantes.
Con la incorporación en San Cristóbal
del diputado Leivin Guerrero, que fue uno de los puntales políticos de
Hipólito Mejía en la región Sur Central, Miguel Vargas asume el control
del 100 por ciento de ese partido en esa provincia. Los cuatro diputados
provinciales son ahora de Miguel.
Lo propio ha ocurrido en Santiago con la
incorporación al proyecto presidencial de Vargas de Tilía Díaz y otros
pepehachistas que llevaban 15 años militando en el sector de Mejía en el
PRD.
Pacheco y Orlando
Pacheco ha pedido organizar un acto para
retornar a la Casa Nacional del PRD e integrarse a los trabajos
políticos de Vargas, similar a como ocurrió en el proceso interno pasado
que concluyó con la convención del 6 de marzo de 2011, denunciada por
el propio Pacheco como fraudulenta.
Procura repetir como candidato a síndico
del PRD por el Distrito Nacional en las elecciones de 2016. En 2010
perdió de Roberto Salcedo, reelecto en el cargo por el Partido de la
Liberación Dominicana.
A la misma posición aspira también el
doctor Rafael Suberví Bonilla, allegado a Hipólito Mejía, y de quien se
supo ha tratado también de acercarse sin ningún éxito a Miguel Vargas
para proponerle un apoyo recíproco. Vargas, sin embargo, dice que no se
compromete con ninguno de los precandidatos, pero que quien desee
aspirar a posiciones electivas tiene que integrarse a la
institucionalidad partidaria.
Orlando Jorge Mera también quiere
regresar a su partido, pero intentó que Miguel Vargas dejara sin efecto
la suspensión de dos años que le impuso el comité disciplinario del
partido y que luego fue refrendada por sentencia del Superior Electoral.
Ya no es posible revertir esa situación porque el cargo que ocupaba
Orlando como secretario general está ocupado ya por Junior Santos.
La suspensión de Orlando vence en el mes
de junio de 2015, pero en el proceso el PRD habrá celebrado su
convención y escogido un nuevo secretario general titular por cuatro
años, lo mismo que un nuevo director nacional de organización y otro
presidente en funciones para sustituir definitivamente al expulsado
Andrés Bautista, cargo que ocupa actualmente Peggy Cabral y que, según
se ha sabido, aspira a ser escogida para el mismo puesto en la próxima
convención.
Entre febrero y agosto
Estatutariamente, Miguel Vargas y sus
seguidores podrán optar por una prórroga de seis meses a partir de
febrero para organizar la convención del partido en base a un nuevo
padrón de militantes que está siendo levantado sectorialmente y que se
masificará después de las navidades.
La convención iniciará en febrero con la
escogencia gradual de los nuevos dirigentes de los comités de bases y
municipales, y concluirá en el mes de agosto con la escogencia de todos
los dirigentes nacionales y del candidato a la Presidencia de la
República en las elecciones de 2016.
Miguel Vargas ha adelantado que se
presentará a la convención no sólo como presidente del partido por otro
período de cuatro años, sino como candidato presidencial para el 2016.
Ha prometido una convención transparente pero a la que acudirán sólo los
miembros del PRD que figurarán en el nuevo padrón.
“Esta vez nadie contaminará nuestra
convención para imponernos un candidato que puedan derrotar a su
antojo...”, declaró en Madrid el ingeniero Vargas ante un nutrido grupo
de dirigentes del PRD residentes en España que se reunieron con él el
pasado miércoles.
Se supone que el licenciado Luis
Abinader le disputará a Vargas la candidatura presidencial con el apoyo
de algunos de los seguidores de Hipólito Mejía, que con su expulsión del
partido, refrendada también por el Superior Electoral, no podrá
competir en la contienda interna del PRD. Ellos dos han marchado juntos
desde la convención del 6 de marzo cuando unieron sus fuerzas contra
Vargas, Abinader a cambio de la candidatura vicepresidencial.
Buscan acercamiento otra vez
Desde hace algunas semanas seguidores
cercanos de Hipólito Mejía procuran un acercamiento con el presidente
del partido. Vargas, sin embargo, muestra desinterés en ese encuentro
bajo el argumento de que no puede seguir perdiendo tiempo con un tema
“que sólo busca entretenerme para evitar que avance...”
Incluso, se ha querido retomar la
conversación donde quedó en el mes de junio pasado después de la reunión
en la casa campestre del general José Miguel Soto Jiménez, que implica
una fórmula electoral que incluya la hija mayor de Mejía en la boleta
electoral como candidata vicepresidencial.
Además, la distribución de posiciones de
jerarquía en la administración pública en un gobierno eventual
perredeista, así como las principales posiciones dirigenciales del
partido. La propuesta reiterada incluye una amnistía para los expulsados
y suspendidos, incluyendo al propio Mejía, al licenciado Andrés
Bautista, Orlando Jorge y Geanilda Vásquez.
“La unificación del partido se ha
logrado ya, y los pocos dirigentes que se mantienen fuera de la
institucionalidad seguirán llegando paulatinamente... Llegado el
momento, se pudiera plantear la amnistía para que retornen todos los que
han salido y han sido sacados de nuestro partido... Pero se producirá
cuando existan las garantías de que en el PRD jamás se impondrá el
irrespeto y la indisciplina, nunca antes...”, dijo Vargas a sus
seguidores en España.
El pacto de La Esperanza
El llamado “Pacto de la Esperanza” que
adelantó La Tecla a mediados de año ha sido respaldado ya por el Partido
Quinta República, Unidad Democrática, Demócrata Institucional, el
Partido Verde Nacionalista y el PRD que lo encabeza. Vargas negocia con
los dirigentes de otras cinco organizaciones partidarias que se
integrarían en los próximos meses.
Entre esas formaciones partidarias hay
por lo menos cuatro que participaron unidas al Partido de la Liberación
Dominicana en las últimas elecciones y que le aportaron a su candidatura
más de un ocho por ciento de su votación para hacer posible el triunfo
de Danilo Medina.
“Hay muchos disgustos de los aliados con
el gobierno... Y lógicamente nosotros estamos tratando de capitalizar
el incumplimiento del gobierno y del PLD a los compromisos de esa
alianza...
“Nos hemos propuesto ganar las próximas
elecciones para llevar otra vez al PRD al poder... Y eso,
definitivamente, no lo podrá evitar nadie...”, proclamó Vargas ante sus
seguidores el pasado jueves en Madrid.