Políticos
y empresarios de Brasil y Uruguay manifestaron su preocupación por la súbita depreciación de la moneda. La reacción de la prensa internacional
El peso argentino experimentó este jueves su mayor devaluación desde 2002, cuando abandonó la paridad cambiaria con el dólar. La
cotización oficial de la divisa estadounidense subió un 9,1% en sólo 24 horas y
quedó en 7,79 pesos para la venta y 7,69 para la compra.
El impacto de estos cambios no tardó en llegar a los países vecinos. Por ejemplo, en Uruguay ya alertan que las exportaciones hacia la Argentina quedaron paralizadas y que se esfumaron las consultas de turistas argentinos, según indicó El Observador.
Especialistas consultados por el periódico prevén que muchos uruguayos cruzarán el Río de la Plata para consumir en su vecino, que ante la devaluación empieza a resultarles más barato.
Además, consideran que la inestabilidad que atraviesa el país obligará a los empresarios uruguayos a buscar otros destinos comerciales. "En los últimos años, hemos perdido demasiada competitividad. La Argentina está a la deriva y hay que apegarse a un socio que esté mejor ubicado, como Brasil, para no perder pie", dijo Álvaro Queijo, presidente de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), en diálogo con El Observador.
La misma preocupación se propagó entre los inversores brasileños. "Brasil es uno de los mayores socios comerciales de la Argentina. Por lo tanto, una profunda crisis podría afectar negativamente a la ya deficiente balanza comercial. Además de los factores psicológicos, hay fundamentos para la idea de que la crisis podría tener efectos en Brasil", afirmó Tony Volpon, director de la agencia de bolsa japonesa Nomura, consultado por Folha de S. Paulo.
Argentina recibe el 8% de las exportaciones brasileñas, lo que la ubica como su tercer destino, detrás de China y los Estados Unidos. Una cuarta parte de ese porcentaje corresponde a las exportaciones automotrices, que podrían mermar considerablemente.
Repercusiones en el mundo
"El peso argentino se derrumba", tituló El País. El periódico español realizó un repaso de los sucesos económico ocurrido en los últimos días.
"El Gobierno argentino ha repetido hasta la saciedad que no aprobará medidas de devaluación del peso porque, según la propia presidenta, Cristina Fernández, esa medida hace más pobre a los pobres y más ricos a los especuladores. Sin embargo, entre el miércoles y el jueves se ha registrado una depreciación del peso en el mercado oficial como no se veía desde 2002", sostuvo el diario.
Por su parte, el Financial Times, de el Reino Unido, aseguró que "la caída del peso amenaza al Gobierno". "Analistas dicen que el Banco Central abandonó la cotización a su suerte y el episodio podría acelerar el fin del mandato de la presidente Cristina Fernández de Kirchner", precisó.
"Las gallinas del populismo llegaron al gallinero. Éste es el comienzo del fin del kirchnerismo", dijo Arturo Porzecanski, de la Universidad Americana, consultado por el diario económico.
"El Gobierno se enfrenta a una pérdida de reservas que socavaría la confianza o a una devaluación del peso que la socavaría aún más. Todas las buenas alternativas se esfumaron", agregó.
En la misma línea interpretativa se expresó otro medio especializado, The Wall Street Journal. Para el periódico estadounidense, "otra fórmula populista se desinfla".
"El desplome de la divisa obligó al Banco Central a intervenir en el mercado y generó temores de que la segunda economía de Sudamérica podría sufrir una crisis cambiaria", describió el medio.
"El debilitamiento del peso ayuda a los exportadores, pero puede provocar presiones inflacionarias al encarecer los bienes importados y reducir el poder adquisitivo de los argentinos". Se refirió así a la posibilidad de que esta situación derive en conflictos sociales.
El impacto de estos cambios no tardó en llegar a los países vecinos. Por ejemplo, en Uruguay ya alertan que las exportaciones hacia la Argentina quedaron paralizadas y que se esfumaron las consultas de turistas argentinos, según indicó El Observador.
Especialistas consultados por el periódico prevén que muchos uruguayos cruzarán el Río de la Plata para consumir en su vecino, que ante la devaluación empieza a resultarles más barato.
Además, consideran que la inestabilidad que atraviesa el país obligará a los empresarios uruguayos a buscar otros destinos comerciales. "En los últimos años, hemos perdido demasiada competitividad. La Argentina está a la deriva y hay que apegarse a un socio que esté mejor ubicado, como Brasil, para no perder pie", dijo Álvaro Queijo, presidente de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), en diálogo con El Observador.
La misma preocupación se propagó entre los inversores brasileños. "Brasil es uno de los mayores socios comerciales de la Argentina. Por lo tanto, una profunda crisis podría afectar negativamente a la ya deficiente balanza comercial. Además de los factores psicológicos, hay fundamentos para la idea de que la crisis podría tener efectos en Brasil", afirmó Tony Volpon, director de la agencia de bolsa japonesa Nomura, consultado por Folha de S. Paulo.
Argentina recibe el 8% de las exportaciones brasileñas, lo que la ubica como su tercer destino, detrás de China y los Estados Unidos. Una cuarta parte de ese porcentaje corresponde a las exportaciones automotrices, que podrían mermar considerablemente.
Repercusiones en el mundo
"El peso argentino se derrumba", tituló El País. El periódico español realizó un repaso de los sucesos económico ocurrido en los últimos días.
"El Gobierno argentino ha repetido hasta la saciedad que no aprobará medidas de devaluación del peso porque, según la propia presidenta, Cristina Fernández, esa medida hace más pobre a los pobres y más ricos a los especuladores. Sin embargo, entre el miércoles y el jueves se ha registrado una depreciación del peso en el mercado oficial como no se veía desde 2002", sostuvo el diario.
Por su parte, el Financial Times, de el Reino Unido, aseguró que "la caída del peso amenaza al Gobierno". "Analistas dicen que el Banco Central abandonó la cotización a su suerte y el episodio podría acelerar el fin del mandato de la presidente Cristina Fernández de Kirchner", precisó.
"Las gallinas del populismo llegaron al gallinero. Éste es el comienzo del fin del kirchnerismo", dijo Arturo Porzecanski, de la Universidad Americana, consultado por el diario económico.
"El Gobierno se enfrenta a una pérdida de reservas que socavaría la confianza o a una devaluación del peso que la socavaría aún más. Todas las buenas alternativas se esfumaron", agregó.
En la misma línea interpretativa se expresó otro medio especializado, The Wall Street Journal. Para el periódico estadounidense, "otra fórmula populista se desinfla".
"El desplome de la divisa obligó al Banco Central a intervenir en el mercado y generó temores de que la segunda economía de Sudamérica podría sufrir una crisis cambiaria", describió el medio.
"El debilitamiento del peso ayuda a los exportadores, pero puede provocar presiones inflacionarias al encarecer los bienes importados y reducir el poder adquisitivo de los argentinos". Se refirió así a la posibilidad de que esta situación derive en conflictos sociales.
Tomado de Infobae.com