POR TEUDDY A. SANCHEZ
Mi ingreso al Centro Universitario Regional del Suroeste, al inicio del 1990, fue una continuidad de vida como dirigente estudiantil. En el liceo Federico Henríquez y Carvajal, pertenecí al Frente Estudiantil Flavio Suero, organización que seguí militando en la extensión de la UASD en Barahona.
Los dirigentes del Feflas en el Curso, esperaban con ansiedad a varios noveles bachilleres, que ingresaríamos a esa academia en busca de un titulo o carrera universitaria.
Rafael Martínez, el máximo dirigente de la organización, era quien nos orientaba y nos preparaba para conocer en todos sus aspectos a la UASD.
A mi llegaba al Curso, traté en mi calidad de dirigente estudiantil, de no se uno mas, de los que allí estudiábamos. Aprendí rápidamente mis derechos como estudiante.
Aprendí, que la asamblea era el máximo organismo del Curso. Aprendí que el Consejo Ejecutivo, era la instancia donde se conocía el funcionamiento de la academia.
Aprendí que eran las asociaciones de carreras y cual era el papel de la Asociación de Estudiantes del Centro Universitario Regional del Suroeste (Asoecurso).
Mi rápido ascenso en el movimiento estudiantil, me llevó a desplazar a dirigentes que al llegar al Curso, los encontré en la extensión uasdiana.
Para las elecciones estudiantiles de marzo del 1991, fuimos candidato a la secretaria general de Asoecurso, logrando el Feflas barrer en esos comicios.
4 de 7 miembros logramos en el Comité Ejecutivo del gremio de los estudiantes y dos al Consejo Ejecutivo.
En mi vida de dirigente estudiantil, tuvo la satisfacción de haber participado en dos claustros universitario en Santo Domingo.
El primero, en el Pabellón de Voleibol del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte y el segundo en el Palacio de los Deportes, profesor Virgilio Travieso Soto.
En el primero para elegir al rector de esa época, donde los candidatos eran Julio Ravelo Ástacio y Cayetano Rodríguez del Prado. Nadie fue electo porque la VED lo boicoteó
El segundo, donde se iba a conocer la reducción del por ciento que tenia la barra estudiantil en los organismos de cogobierno de la UASD. Propuesta hecha por Félix Cid. Los estudiantes boicotearon el claustro y nada pasó.
Tengo que agradecer a Rafael Martínez, quien me impulsó para que hoy en día tenga esos dos logros personales de mi vida como dirigente estudiantil.
Recordar es vivir.
Mi ingreso al Centro Universitario Regional del Suroeste, al inicio del 1990, fue una continuidad de vida como dirigente estudiantil. En el liceo Federico Henríquez y Carvajal, pertenecí al Frente Estudiantil Flavio Suero, organización que seguí militando en la extensión de la UASD en Barahona.
Los dirigentes del Feflas en el Curso, esperaban con ansiedad a varios noveles bachilleres, que ingresaríamos a esa academia en busca de un titulo o carrera universitaria.
Rafael Martínez, el máximo dirigente de la organización, era quien nos orientaba y nos preparaba para conocer en todos sus aspectos a la UASD.
A mi llegaba al Curso, traté en mi calidad de dirigente estudiantil, de no se uno mas, de los que allí estudiábamos. Aprendí rápidamente mis derechos como estudiante.
Aprendí, que la asamblea era el máximo organismo del Curso. Aprendí que el Consejo Ejecutivo, era la instancia donde se conocía el funcionamiento de la academia.
Aprendí que eran las asociaciones de carreras y cual era el papel de la Asociación de Estudiantes del Centro Universitario Regional del Suroeste (Asoecurso).
Mi rápido ascenso en el movimiento estudiantil, me llevó a desplazar a dirigentes que al llegar al Curso, los encontré en la extensión uasdiana.
Para las elecciones estudiantiles de marzo del 1991, fuimos candidato a la secretaria general de Asoecurso, logrando el Feflas barrer en esos comicios.
4 de 7 miembros logramos en el Comité Ejecutivo del gremio de los estudiantes y dos al Consejo Ejecutivo.
En mi vida de dirigente estudiantil, tuvo la satisfacción de haber participado en dos claustros universitario en Santo Domingo.
El primero, en el Pabellón de Voleibol del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte y el segundo en el Palacio de los Deportes, profesor Virgilio Travieso Soto.
En el primero para elegir al rector de esa época, donde los candidatos eran Julio Ravelo Ástacio y Cayetano Rodríguez del Prado. Nadie fue electo porque la VED lo boicoteó
El segundo, donde se iba a conocer la reducción del por ciento que tenia la barra estudiantil en los organismos de cogobierno de la UASD. Propuesta hecha por Félix Cid. Los estudiantes boicotearon el claustro y nada pasó.
Tengo que agradecer a Rafael Martínez, quien me impulsó para que hoy en día tenga esos dos logros personales de mi vida como dirigente estudiantil.
Recordar es vivir.