Tomado de Listin Diario
La directora gerente del Fondo
Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde (i), y la presidenta de
la Reserva Federal estadounidense, Janet Yellen, participan en una
conferencia sobre estabilidad financiera en la sede del FMI en
Washington DC, Estados Unidos. EFE/Michael Reynolds
EFE
París
El Fondo Monetario Internacional
(FMI) advirtió ayer de que el ritmo de crecimiento podría ser este año y
el que viene menor de lo previsto, y apostó por la inversión, tanto
pública como privada, como medida para impulsar la actividad económica.
Su directora gerente, Christine
Lagarde, señaló durante los Encuentros Económicos de la localidad
francesa de Aix-en-Provence que la menor fortaleza del potencial de
crecimiento y un nivel de inversiones todavía tenue están detrás de esa
posible revisión a la baja.
Las cifras actualizadas de su
organismo no se conocerán hasta dentro de quince días, por lo que la
representante del FMI se limitó a perfilar la tendencia observada a
corto y medio plazo.
“La actividad económica, morosa
en los primeros meses de 2014, debería reforzarse en la segunda parte y
acelerarse en 2015″, indicó en una ponencia en la que dejó claras las
diferencias entre países emergentes y avanzados y que esa dinámica quizá
no sea tan fuerte como la anticipada.
En los emergentes, según sus
cálculos, “no se observa un aterrizaje brutal, pero sí una ligera
ralentización de un crecimiento que es más cualitativo y sostenible”,
mientras que en la eurozona, que emerge “lentamente” de la recesión, “la
recuperación está lejos de ser suficiente para bajar el paro y el
endeudamiento”.
“Sigue siendo crucial, en
nuestra opinión, llegar hasta el final respecto a la grandes reformas en
la zona euro, principalmente la unión bancaria con el conjunto de sus
atributos”, indicó la responsable del FMI.
Lagarde, que abrió la tercera de
las tres jornadas de foro, no quiso dar recomendaciones
individualizadas país por país, pero sí constató que, en estos momentos
de “atonía económica”, se declara partidaria de apoyar la oferta.
La directora gerente apuntó que
la crisis económica ha provocado un descenso de las inversiones en tres
sectores clave: las empresas, en particular en la zona euro; la
vivienda, “que cayó en picado en países como en España”, y el sector
público.
Y recalcó que los dos
imperativos que se deben tener en cuenta para elevarlas y que conduzcan
el efecto deseado de “estabilizar o reducir el ratio entre la deuda
pública y el producto interior bruto (PIB)” son la sostenibilidad de la
deuda pública y condiciones de financiación aceptables.
Lagarde apostó igualmente por
estimular la cooperación entre el sector público y el privado, y señaló
que la reducción del coste del capital y la desaparición de ciertas
incertidumbres, como las dudas sobre la viabilidad de la zona euro,
hacen pensar que las inversiones privadas deberían de volver a crecer.
En su discurso recalcó que
aunque incrementar las inversiones en infraestructura es la medida más
tangible y fácil de medir para organismos como el que representa, no
debe dejarse atrás el refuerzo de sectores como la sanidad y la
educación.
La política francesa también
dejó claro que las reglas que limitan la competencia frenan igualmente
las inversiones, e hizo hincapié en que “las medidas de apoyo a la
demanda, pese a la buena voluntad de los bancos centrales, tocarán su
techo”, por lo que hay que intensificar esos puntos complementarios.
Por su parte, el comisario
europeo de Mercado Interior y Asuntos Bancarios, Micher Barnier, destacó
que para pasar de la estabilidad financiera al crecimiento “hay que ir
más lejos” en la hoja de ruta marcada durante la etapa de crisis, y se
necesita un motor que no esté “oxidado, una dirección, un rumbo”.
“Hay que añadir a la política
presupuestaria, a la gestión de la crisis, una política económica,
reflexionar juntos sobre el modelo de la eurozona para los próximos diez
años, un trabajo -concluyó- que jamás se ha hecho”.