De
izquierda a derecha, los brasileños Marcelo, Thiago Silva, Fred, David
Luiz, Hulk, Paulinho y Fernandiho, bromean con Oscar, quien se cubre el
rostro, durante una práctica de la selección en Teresópolis. (AP
Foto/Leo Correa)
AFP
Sao Paulo
Brasil y Alemania, dos
superpotencias del fútbol, definirán este martes en Belo Horizonte quién
llega por octava vez a la final de un Mundial, mientras Argentina y
Holanda velan las armas de cara a la otra semifinal.
El Mundial seguía conmovido por
el fallecimiento del hispano-argentino Alfredo Di Stéfano, leyenda del
Real Madrid y considerado uno de los mejores futbolistas de la historia
que brilló desde los finales de los años 40 hasta comienzos de los 60.
Lionel Messi, Cristiano Ronaldo y
las estrellas del fútbol, despidieron a Di Stéfano, que falleció a los
88 años en un hospital de Madrid.
Y también los que compartieron
con la ‘Saeta Rubia’ el cetro de mejor futbolista del planeta: el
brasileño Pelé y el argentino Diego Maradona.
- Mannschaft brasileña y Seleçao alemana -
Brasil y Alemania buscan su
octava final, aunque los sudamericanos ya levantaron la copa en cinco
ocasiones (1958, 1962, 1970, 1994 y 2002) y los alemanes en tres (1954,
1974 y 1990).
Con sus roles tradicionales
cambiados, en el Estadio Mineirao de Belo Horizonte se verá a la
Mannschaft brasileña y a la Seleçao alemana.
Luiz Felipe Scolari ha colgado
el traje del clásico ‘jogo bonito’ del fútbol brasileño y vistió a la
verdeamerilla con las bases de la escuela germana basada en la solidez
defensiva como sustento de su equipo. Y habrá que ver, pero sin Neymar,
la idea parece estar blindada más que nunca a las críticas.
Esa es la forma que Felipao
considera adecuada para que Brasil juegue su octava final y logre la
sexta corona, la primera como anfitrión, tras la humillación por el
Maracanzo uruguayo de 1950, pero si sale mal deberá rendir cuentas por
ir a contramano de la historia que escribieron Pelé, Romario, Ronaldo,
Garrincha y decenas de etcéteras.
Por ahora, el artífice del
pentacampeonato mundial tiene el crédito abierto, aunque le caerá un
alud de críticas si fracasa en el único objetivo posible para Brasil:
levantar la Copa el 13 de julio en el Maracaná.
Pero Brasil tiene el doble
desafío de enfrentar a una potencia como Alemania y reaccionar ante la
ausencia del lesionado Neymar, una baja que puede impactar en el ánimo
colectivo.
“La motivación adicional que
tenemos es aumentar el pasaje, a cada juego, de una etapa. Naturalmente
que Neymar al dejarnos, dejó mucho de él con nosotros y llevó mucho de
nosotros con él”, indicó el lunes el entrenador.
Alemania sin calculadora
Scolari definió a Alemania como un equipo equilibrado “en todos
los sectores, tanto en la defensa, en el mediocampo, en el ataque” y
señaló que “lleva seis años preparándose para esta Copa”, pero que aún
no ha ganado un título.
En cambio, Joachim Löw enterró la fría calculadora alemana y le dio vuelo a la creación y posesión del balón.
La gran esperanza alemana es
recuperar a su goleador Thomas Müller, que empezó con fuerza el Mundial
con tres goles en el debut contra Portugal (4-0), cerró la primera fase
con un nuevo tanto contra Estados Unidos (1-0), pero se le mojó la
pólvora en los dos últimos duelos, en octavos contra Argelia (2-1) y en
cuartos frente a Francia (1-0).
En la víspera del juego, Löw
apeló a la típica frase de quitar a su equipo el cartel de favorito para
sacarle presión a sus dirigidos.
Pese a que no estará Neymar “no
somos favoritos”, porque “los demás jugadores de Brasil darán lo mejor
de sí por Neymar y por su país y serán apoyados por los más de 200
millones de brasileños”, se atajó Löw.
Los alemanes, tres veces
campeones del mundo (1954, 1974 y 1990) buscan llegar a la final por
octava vez en su historia y primera desde Corea del Sur y Japón-2002,
donde perdieron precisamente 2-0 contra Brasil, que liderado por Luiz
Felipe Scolari logró en dicha ocasión su pentacampeonato mundial.
Sudamérica vs Europa
“Una semifinal de un Mundial es siempre muy especial y en este
caso es la lucha entre dos continentes, ya que la juegan dos europeos
contra dos sudamericanos”, afirmó Löw.
La otra semifinal de Brasil-2014
la disputan el miércoles en el Arena Corinthians de Sao Paulo las
selecciones de Argentina y Holanda
En un mano a mano entre
poderosos seleccionados, Brasil y Argentina defenderán el invicto
latinoamericano en seis mundiales disputados en la región: Uruguay-1930
(campeón el anfitrión), Brasil-1950 (Uruguay), Chile-1962 (Brasil),
México-1970 (Brasil), Argentina-1978 (el local) y México-1986
(Argentina).
Argentina enfrenta a Holanda el
miércoles con la idea de ‘secar’ a los artilleros Arjen Robben y Robin
van Persie y aislar al armador Wesley Sneijder, un duro desafío.
El equipo de Alejandro
‘Pachorra’ Sabella mejoró mucho en defensa en el triunfo 1-0 ante
Bélgica, pero como pocas veces el entrenador tiene ahora la dificultad
en la ofensiva, porque Angel Di María, lesionado, y Sergio Agüero, en
recuperación, dejaron huerfános a los otros fantásticos: Messi y Gonzalo
Higuaín.
Argentina, quiere llegar a la
quinta final y obtener su tercer mundial, y Holanda acceder a su cuarto
partido decisivo y por fin levantar una copa.