El juez convoca a las partes a una nueva reunión mañana viernes
Francisco Peregil /Tomado de Elpais.com
La presidenta argentina durante su comparecencia. / Reuters-LIVE! / AFP
Argentina es desde el miércoles
30 julio un país en “suspensión de pagos” selectiva, según la agencia
calificadora de riesgo Standard and Poor’s. Y sea, un país en situación
de impago parcial, que no puede honrar una parte de su deuda soberana.
Así lo declaró también la agencia internacional Fitch, quien habla de
“suspensión parcial” de pagos. El Gobierno argentino lo niega. El jueves
por la tarde, el ministro de Economía, Axel Kicillof, tachó de “pavada
atómica” decir que Argentina entró en default, término inglés con el que
se conoce en Argentina la suspensión de pagos. Horas antes, el jefe de
Gabinete, Jorge Capitanich, aseveró en una acalorada conferencia de
prensa que “decir que Argentina está en default (suspensión de pagos)
técnico es una patraña absoluta”. Y alegó que el Gobierno ha pagado y
seguirá pagando el capital comprometido con Repsol y con el Club de
París, organización de países acreedores a la que se le abonó este lunes
una primera cuota de 642 millones de dólares. Es cierto.
Pero también es cierto que una
parte de los acreedores a quienes el Gobierno llama “bonistas de buena
fe”, los que aceptaron la reestructuración de la deuda impagada en enero
de 2002, se están quedando desde hoy sin el dinero que les pertenece.
Son tenedores de bonos que deberían haber cobrado 539 millones de
dólares el miércoles 30 de julio. El Gobierno argentino depositó ese
dinero el 26 de junio en la entidad estadounidense Bank of New York
Mellon (BoNY). Y dice que ya no es suyo. Pero el juez, Thomas Griesa,
que dirime el contencioso de los “fondos buitre” contra el Gobierno
argentino, bloqueó los 539 millones hasta que el Ejecutivo de Cristina
Fernández no pagase los 1.500 millones de dólares que reclaman dos
“fondos buitre”. Se trata del fondo Aurelius y el NML Capital, y ambos
forman parte del 7% de acreedores que no aceptaron ninguna quita en la
deuda ni en la reestructuración de 2005 ni en la de 2010. Y exigen
cobrarla en su totalidad.
Decir que la Argentina está en default [suspensión de pagos] es una pavada atómica
Axel Kicillof, ministro argentino de Economía
Sin embargo, Cristina Fernández
insistió en un discurso retransmitido por la noche: “El default
selectivo no existe”. Se reafirmó en su postura de siempre y trató de
quitarle dramatismo al asunto. “El mundo sigue andando y Argentina
también”, dijo. Informó de que un grupo de cien académicos de Estados
Unidos han pedido al Congreso de su país que intervenga para revertir la
sentencia de Griesa. Aseguró que si hay un país viable ese es
Argentina. Y apeló a la unidad de los 40 millones de argentinos.
Cristina Fernández, así como
antes hicieron Jorge Capitanich y el ministro de Economía, Axel
Kicillof, volvió a acusar de parcialidad al juez Griesa. Criticó incluso
a los banqueros argentinos que habían intentado alcanzar un acuerdo
directo con los “fondos buitre”, dijo que no son “héroes” y pidió que no
engañen a la gente. Y dejó bien claro que no acatará la sentencia que
les obligaría a pagar a esos fondos unos 1.500 millones de dólares. Pero
el Bank of New York Mello sí que la acata. Y eso es clave para valorar
la situación.
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El BoNY difundió este jueves un
comunicado donde aclara que esos fondos están “sujetos a una orden de la
Corte”. O sea, a una orden del juzgado de Thomas Griesa. El banco
aclaró que “no tiene la obligación de gastar, adelantar o arriesgar su
propio dinero porque podría ser objeto de demandas sobre el cumplimiento
de sus funciones o en el ejercicio de cualquiera de sus funciones”. En
principio, los propietarios de bonos que se han visto impedidos de
cobrar parte de esos 539 millones depositados por el Gobierno argentino
podrían solicitar ahora que se aplique una “aceleración”, es decir, el
pago total de la deuda, sin las rebajas que aceptaron en su día.
Un factor clave para saber hasta
dónde llega el alcance del “impago selectivo”, será ver si se hacen
efectivos los seguros contra impagos, los llamados Credit Default Swaps
(CDS). En medio de la incertidumbre que genera esta situación anómala,
el juez convocó para este viernes a las once de la mañana de Nueva York
una nueva audiencia a la que asistirán, al menos, los dos fondos
litigantes.
Los mercados acogieron con
pesimismo la noticia de la “suspensión de pago selectiva” o “engendro”
que es como denominó el ministro de Economía a esta situación. La Bolsa
de Buenos Aires caía un 7,6%, la prima de riesgo (o riesgo país, como se
le conoce en Argentina) subió un 13,9% y se situó en 622 puntos básicos
y el valor de los bonos del estado descendía entre un 4,4% y un 7%.