Orlando Gil/Tomado de Listin Diario
LO
BUENO.- Con los senadores y diputados del PLD parece no haber problema,
y lo digo porque siempre se filtra lo malo, y ahora fue lo bueno. Félix
Bautista y Sonia Mateo, se cuenta, no pudieron ser más afables con el
presidente Danilo Medina en el encuentro del pasado lunes.
Antes eran
enemiguitos y ahora de paños y manteles. ¿La razón? Los peledeístas
empiezan a aceptarse tal y como son, y el jefe del Estado, que no estaba
en ánimo de tirar piedras para atrás, ahora tampoco para alante.
Bautista hizo y deshizo, y siempre patinó. Mateo dijo, nunca se desdijo,
pero se tomaron en cuenta sus palabras, o sus ofensas, y todo se
resolvió con un “ella es así”. El presidente Medina podrá guardar, pero
disimula, y actúa como si nada hubiera pasado. Con esa tranquilidad de
espíritu, con ese sosiego que no es propio de político, sino de monje,
las estrategias se les van dando una a una y todas juntas. Sus oponentes
de adentro y de afuera quisieran descubrir el misterio, pero ese
encanto solariego desborda fórmulas y no cabe en los manuales…
DE
LA MAGUANA.- Félix Bautista era antes el malo de Leonel Fernández, y no
es que ahora sea el malo de Danilo Medina, pero sí el malo de todo el
PLD. Figura en todos los escenarios, y conserva su principalía. Tanto la
que él mismo se procura, como la que le corresponde como secretario de
Organización. Y es mucha, a pesar de no ser miembro del poderoso Comité
Político. Ya nadie lo mira mal, y ni siquiera por encima del hombro, y
él, sabedor de su importancia como eje que une liderazgos, se mueve ágil
y húmedo como pez en agua limpia. Ahora es tiempo de campaña, y
conviene barrer hacia adentro. Además, Bautista no es objetivo ahora,
como sí en el caso de que Fernández hubiera sido el candidato. Los
cañones de la oposición apuntan y empiezan a disparar contra el
presidente Medina. Así, que si el paraguas es más grande, justo que
cubra todas las cabezas. No será San Juan el apóstol, y ni siquiera el
Bautista, pero sí San Juan de la Maguana. Y mucho más que el Sur también
existe, dijo el poeta…
LOS
ALCALDES.- Esa situación con senadores y diputados, tan idílica, no
parece ser la de los alcaldes. Por lo menos el chisme asoma. ¿Qué fue lo
que ocurrió en Santiago con la proclamación de Monchy Rodríguez? La
historia no es muy larga. Se habló de que la plaza sería definida por
una encuesta del partido, pero nadie supo nunca de que esa medición se
hiciera. Fernando Rosa por su lado, y Rodríguez por el suyo, se ocuparon
de comprobar sus simpatías, y como era lógico, y sin ninguna sorpresa,
cada cual ganaba en la suya. Un chiste de borracho. Sin embargo, la
solución anunciada oficialmente no fue obra de encuesta. El presidente
Danilo Medina había “sugerido” que se pusieran de acuerdo, y por arte de
magia, Rosa declinó y Rodríguez encabezará la boleta municipal del PLD
en Santiago. Aunque se habla del factor Abel Martínez, quien era una
espada sobre la cabeza de los tres aspirantes, pues hay que incluir a
Aura Toribio, y quien, de continuarse el impasse, pudo haberse colado…
LA
EXPERIENCIA.- O el presidente Danilo Medina, o sus seguidores en
Santiago, se dieron cuenta de que con la verdad no se juega, e hicieron
lo que era propio en esa circunstancia: que dos se sacrificaran por un
tercero. Era mejor la plaza en manos de un danilista que de un
leonelista, condición que se atribuye a Abel Martínez. ¿No podría
extrapolarse la solución de Santiago a otras demarcaciones? Si la
encuesta dio trabajo en Santiago ¿por qué no en los demás lugares? Los
alcaldes recelan, se quejan, y una lucha que era callada, ahora sale al
medio de la calle, pues con rueda de prensa y todo era para que se
enterara el mundo. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta, de
que si entre peledeístas se hace difícil el entendimiento, con más razón
con perredeístas y reformistas. Esa boleta, con todos esos forcejeos,
no será un ticket de viaje fácil de conseguir en un mercado tan diverso,
y en el que cada interés se considera superior al del compañero, y más
todavía del aliado. Las fichas se van volteando solas y sin que se
cuenten los tantos…