Tomado de Diario Libre
Cuentan
en los mentideros que hay acercamiento entre Fello y David, sin que
quede claro cuál le busca el lado al otro. Incluso, parece que la
diligencia la hacen terceros.
Un
mediador oficioso habría recomendado que se reunieran solos, sin
testigos, de manera que si no hay entendimiento, los dos puedan salir a
decir lo que quieran: ¡mi palabra contra la tuya!
Hay
que decir, sin embargo, que no todas las salidas dan a la calle. O que
podría convenir irse por el patio o brincar empalizadas, pues ¿cómo
curar la institucionalidad herida?
Después
de la decisión que “favorece” a Fello, a este le convendría no
celebrar, pues no se le hará fácil apearse del tigre, y de hacerlo tiene
que recordar a Rolando La Serie.
¿Qué es lo que tú quieres, que me coma el tigre, que me coma el tigre?
No
obstante, vale recordar que en el PRD había un remedio que el PRM
podría usar a discreción, pues en el pasado permitió superar conflictos:
la ley de la compensación.
Aunque
sea lo que fuere, como quiera van a decir. Si se entrega, dirán que
hubo; y si va y pierde, lo odiarán toda la vida. Lo inteligente fuera
cambiar de tinte.
Así como suena y se oye.