Orlando Gil/Tomado de Listin Diario
FALTAN
133.- La Comisión Nacional Electoral del PRM dio a conocer los
resultados de 25 encuestas y los nominados a alcaldes en igual número de
demarcaciones, como si fuera la noticia del año. Sin embargo, no hizo
más que corroborar lo que lleva dicho esta columna: que hay problemas, y
que lucen difíciles de resolver, por no decir imposibles. Habla de 25
municipios, olvidando a posta que el país tiene 158, y que faltarían
133, entre ellos los más cruciales. La capital, por ejemplo. No mencionó
a los distritos municipales y sus consiguientes directores, que
aproximadamente suman 234.
Como tampoco a los regidores y los vocales, y
entre unos y otros podría llegarse a dos mil candidatos. Esto es, que
ahora es que falta trabajo. ¿Por qué 25 y no 158? ¿Quiere decir que lo
tuvo fácil en 25, pero no así en 158? Son interrogantes que lanzan al
aire los propios interesados del Partido Revolucionario Moderno, y lo
que sería más grave: no quieren acostarse sin las respuestas. Y lo de
siempre. Cuando a un niño le da con preguntar y preguntar, no hay cuento
de Caperucita Roja que lo complazca y aquiete…
PRENDA,
PERLA.- La presidenta de la Comisión Electoral soltó una prenda que
logró acreditarse como perla: “Las encuestas fueron hechas por cuatro
empresas la pasada semana, pero los nombres ni los datos técnicos se
ofrecen porque algunas empresas pidieron confidencialidad”. ¡Anjá, qué
bonito! Fulano es candidato de determinada jurisdicción, y se sabe que
lo decidió una encuesta, pero no quien la hizo o cómo, y hay que
aceptarlo, pues los perremeístas deben ser disciplinados, aunque entre
ellos mismos se califiquen de pendejos. Milagros Ortiz Bosch hizo lo que
nunca se había hecho. Dar números sin sello de identidad. Nadie podrá
entender que una empresa sea contratada, cobre por su trabajo, entregue
el resultado, el cliente quede conforme y no pueda identificársela. Dar
públicamente el santo y la seña. En otros países las encuestas valen por
sí mismas, pero aquí no. Entre dominicanos importa primero la empresa.
Incluso hay firmas con tanto crédito que sus porcentajes son tomados
como palabra de Dios. En este caso, si no se dice cual, y tampoco ficha
técnica, la sospecha se impone…
LA
TRANSPARENCIA.- La primera víctima de cada encuesta del PRM no fue el
candidato perdedor aquí y allá, sino la transparencia. Ese truco es
viejo, y los periodistas lo conocen. A cada rato un aspirante a cargo
electivo intenta sorprender con una medición que le favorece, y cuando
se le pregunta el origen, como es de justicia, responde con un “no estoy
autorizado”. Dirigentes altos del PRM hablaban de encuestas, pero
obviamente era un decir, un salir del paso, pues no daban detalles y
mucho menos resultados. ¿Cómo explicar la situación? Se supone que se
decidió escoger por encuestas porque era un método más creíble y menos
complicado que unas primarias o una asamblea de delegados, e incluso
señalamiento de dedo. Sin embargo, se tiene todo lo contrario. ¿Quién
niega que hubiera acechanza, premeditación y alevosía? Todo lo que en
política se hace oculto, provoca sospecha. Creo que De Gaulle decía que
la política debía tener algo de misterio, pero algo, no todo, y en las
encuestas del PRM, misterio total, absoluto…
EQUIPO
VIEJO.- Se recuerda que en una de las reuniones de la Dirección
Ejecutiva de los martes, se designó una comisión de encuestas, y que
como coordinador se puso a un conocido sociólogo, incluso hermano de un
encuestador de larga data. Entonces se habló de un reglamento, que pocos
conocen, si realmente se llegó a redactar, y entre las opciones a
considerar estuvo usar personal propio. El equipo de Ana María Acevedo
sobrevivió a la responsable de las encuestas del PRD, antes, y del PRM,
ahora. Pero no se sabe si participó en el trabajo de campo, y como se
habló de cuatro empresas, podría ser posible. No obstante, ya llegará el
momento de conocer detalles, pues entre perredeístas o perremeístas los
secretos tienen corta vida. Por ejemplo, ya se sabe que la medición se
hizo en condiciones de precariedad, y que en vez de pagar las
entrevistas a 450 pesos, esto es, 10 dólares, fue a 200 pesos. La
cuestión por tanto queda clara. De un trabajo chiquito no podía
esperarse más que un resultado chiquito. Además, dejaron que cayera la
noche, y como el tiempo apremiaba, midieron en diciembre, la peor época
del año…