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miércoles, 13 de enero de 2016

ORLANDO DICE... Interrogantes en encuestas PRM

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Orlando Gil/Tomado de Listin Diario
FALTAN 133.- La Comisión Nacional Electoral del PRM dio a conocer los resultados de 25 encuestas y los nominados a alcaldes en igual número de demarcaciones, como si fuera la noticia del año. Sin embargo, no hizo más que corroborar lo que lleva dicho esta columna: que hay problemas, y que lucen difíciles de resolver, por no decir imposibles. Habla de 25 municipios, olvidando a posta que el país tiene 158, y que faltarían 133, entre ellos los más cruciales. La capital, por ejemplo. No mencionó a los distritos municipales y sus consiguientes directores, que aproximadamente suman 234.


 Como tampoco a los regidores y los vocales, y entre unos y otros podría llegarse a dos mil candidatos. Esto es, que ahora es que falta trabajo. ¿Por qué 25 y no 158? ¿Quiere decir que lo tuvo fácil en 25, pero no así en 158? Son interrogantes que lanzan al aire los propios interesados del Partido Revolucionario Moderno, y lo que sería más grave: no quieren acostarse sin las respuestas. Y lo de siempre. Cuando a un niño le da con preguntar y preguntar, no hay cuento de Caperucita Roja que lo complazca y aquiete…

PRENDA, PERLA.- La presidenta de la Comisión Electoral soltó una prenda que logró acreditarse como perla: “Las encuestas fueron hechas por cuatro empresas la pasada semana, pero los nombres ni los datos técnicos se ofrecen porque algunas empresas pidieron confidencialidad”. ¡Anjá, qué bonito! Fulano es candidato de determinada jurisdicción, y se sabe que lo decidió una encuesta, pero no quien la hizo o cómo, y hay que aceptarlo, pues los perremeístas deben ser disciplinados, aunque entre ellos mismos se califiquen de pendejos. Milagros Ortiz Bosch hizo lo que nunca se había hecho. Dar números sin sello de identidad. Nadie podrá entender que una empresa sea contratada, cobre por su trabajo, entregue el resultado, el cliente quede conforme y no pueda identificársela. Dar públicamente el santo y la seña. En otros países las encuestas valen por sí mismas, pero aquí no. Entre dominicanos importa primero la empresa. Incluso hay firmas con tanto crédito que sus porcentajes son tomados como palabra de Dios. En este caso, si no se dice cual, y tampoco ficha técnica, la sospecha se impone…

LA TRANSPARENCIA.- La primera víctima de cada encuesta del PRM no fue el candidato perdedor aquí y allá, sino la transparencia. Ese truco es viejo, y los periodistas lo conocen. A cada rato un aspirante a cargo electivo intenta sorprender con una medición que le favorece, y cuando se le pregunta el origen, como es de justicia, responde con un “no estoy autorizado”. Dirigentes altos del PRM hablaban de encuestas, pero obviamente era un decir, un salir del paso, pues no daban detalles y mucho menos resultados. ¿Cómo explicar la situación? Se supone que se decidió escoger por encuestas porque era un método más creíble y menos complicado que unas primarias o una asamblea de delegados, e incluso señalamiento de dedo. Sin embargo, se tiene todo lo contrario. ¿Quién niega que hubiera acechanza, premeditación y alevosía? Todo lo que en política se hace oculto, provoca sospecha. Creo que De Gaulle decía que la política debía tener algo de misterio, pero algo, no todo, y en las encuestas del PRM, misterio total, absoluto…

EQUIPO VIEJO.- Se recuerda que en una de las reuniones de la Dirección Ejecutiva de los martes, se designó una comisión de encuestas, y que como coordinador se puso a un conocido sociólogo, incluso hermano de un encuestador de larga data. Entonces se habló de un reglamento, que pocos conocen, si realmente se llegó a redactar, y entre las opciones a considerar estuvo usar personal propio. El equipo de Ana María Acevedo sobrevivió a la responsable de las encuestas del PRD, antes, y del PRM, ahora. Pero no se sabe si participó en el trabajo de campo, y como se habló de cuatro empresas, podría ser posible. No obstante, ya llegará el momento de conocer detalles, pues entre perredeístas o perremeístas los secretos tienen corta vida. Por ejemplo, ya se sabe que la medición se hizo en condiciones de precariedad, y que en vez de pagar las entrevistas a 450 pesos, esto es, 10 dólares, fue a 200 pesos. La cuestión por tanto queda clara. De un trabajo chiquito no podía esperarse más que un resultado chiquito. Además, dejaron que cayera la noche, y como el tiempo apremiaba, midieron en diciembre, la peor época del año…