La libertad del periodista
Benny Rodríguez
"El periodismo es una función que debemos asumir sin caer, en lo que el
Papa Francisco ha dicho que son los peores pecados de los medios de
comunicación: la calumnia, la difamación, pero sobre todo, afirma el
Santo Padre, en la desinformación".
Estos días hemos sido y son ustedes testigos de las recomendaciones de
médicos, abogados y profesores a quienes ejercemos el oficio de
periodista. A raíz de la divulgación de información relacionada con el
profesor, que no citaré su nombre, porque ya es harto conocido, han sido
muchas las recomendaciones, pero no encajan.
Quienes hemos trabajado el delicado tema, la intención no ha sido dañar
honras ni crearle situaciones de tipo moral al involucrado, sino que la
intención es y ha sido buscar, investigar y difundir información que
tiene interés colectivo.
Los hechos no nos los hemos inventado nosotros, sino que ha sido el
resultado de una acción y que es deber sacarla a la luz pública para que
sea conocida por la opinión pública.
Los parientes del educador son personas conocidas y queridas en la comunidad, pero resulta que el periodismo no se ejerce para complacer
ni estar bien con aquel o aquella, sino que, precisamente, es denunciar
y decir lo que ocurre para provocar acciones positivas.
El periodismo es una función que debemos asumir sin caer, en lo que el
Papa Francisco ha dicho que son los peores pecados de los medios de
comunicación: la calumnia, la difamación, pero sobre todo, afirma el
Santo Padre, en la desinformación.
Es deber de los medios y de los periodistas asumir las consecuencias
que deriven de nuestro ejercicio porque como dice el asesinado
periodista mejicano Manuel Buendía: “La libertad del periodista es como
la del soldado en combate, no hay libertad para desertar, traicionar,
pactar con el enemigo, aceptar sus sobornos o pasarse al campo contrario
con armas y bagaje”.
El autor es el secretario general de la seccional Barahona del CDP