Tomado de http://www.telesurtv.net
Temer
asume la presidencia interina tras la destitución de Rousseff ahora que
el Senado la halla culpable de supuesta corrupción.
Finalmente,
se consumó el golpe de Estado en Brasil. La mandataria constitucional
de ese país, Dilma Rousseff, fue señalada de culpable de corrupción por
el Senado y de este modo es apartada de forma definitiva de sus
funciones como líder Ejecutiva. Con 61 senadores a favor, y 20 en
contra, en un quorum de 81 senadores, la destitución de Rousseff se
concreta de forma permanente y no podrá presentarse a nuevas elecciones
presidenciales hasta dentro de ocho años.
La
votación final sobre el juicio político fue separada en dos rondas, una
para decidir sobre la destitución de la mandataria, y otra sobre la
inhabilitación política por un lapso de ocho años.
En
una primera votación, el pleno del Senado decidió destituir a Rousseff y
prosigue la votación sobre la prohibición de ejercer cargos públicos en
los próximo años.
Entre
tanto, el presidente interino, Michel Temer, permanecerá a la cabeza de
mando del gigante suramericano hasta finales de 2018, pese a la enorme
aura de antipopularidad que le rodea por la implementación (en el poco
tiempo que lleva en el poder) de políticas económicas profundamente
marcadas por recortes presupuestarios y privatizaciones de servicios y
beneficios para el ciudadano común.
Movimientos
sociales y políticos, activistas y sectores de la sociedad civil acusan
al líder del centrista Partido de Movimiento Democrático Brasileño
(PMDB) de golpista. Pero Temer también es señalado de retrógrado, esto
por echar marcha atrás en las reivindicaciones sociales alcanzadas por
los más desfavorecidos, políticas que habían refrendado los líderes del
izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula Da Silva
y Dilma Rousseff.
>> Dilma Rousseff: No tengo ninguna intención de renunciar
¿Qué pasó?
Rousseff
fue suspendida de sus funciones el 12 de mayo porque el Senado decidió
juzgarla por presunta manipulación de las cuentas públicas en 2014 (año
de su reelección) y a inicios de 2015.
El
proceso fue abierto en diciembre de 2015, y tras recorrer un largo
camino por la cámara baja y la cámara alta del Congreso, de recolección
de pruebas, presentación de testimonios y otras diligencias por parte de
una comisión especial del Senado; Rousseff fue hallada culpable y
destituida definitivamente por más de 54 votos (dos tercios del Senado).
Para
nadie en Brasil era un secreto que el impeachment contra Rousseff se
trataba de un "golpe blando", tal como lo calificó el premio Nobel de la
Paz, Adolfo Pérez Esquivel: "Los golpes blandos ya se pusieron en
práctica en el continente en países como Honduras (con Manuel Zelaya) y
Paraguay (con Fernando Lugo). Ahora, la misma metodología, que no
necesita a las Fuerzas Armadas, se está utilizando aquí en Brasil",
manifestó.
>> Rousseff: Voy al Senado porque creo en la democracia de Brasil
El
abogado de defensa de Rousseff, José Eduardo Cardozo, calificó el
proceso judicial como "una gran farsa" y un golpe contra la democracia.
Durante el proceso, incluso se filtraron grabaciones secretas en las que
se desprendía la premisa de que el impeachment solo fue un intento de
frenar las investigaciones del megaescándalo de corrupción en la estatal
Petrobras que golpeó tanto al partido de Rousseff como al de Temer.
Por el caso Lava Jato, como se le conoce a las investigaciones anticorrupción en Petrobras, algunos de los acusados por el partido PMBD fueron Renan Calheiros, titular del Senado y primero en la línea de sucesión presidencial después de Temer; el senador Romero Jucá, exministro de Planificación de Temer; el expresidente brasileño José Sarney (1985-1990), de 86 años; así como Eduardo Cunha, el suspendido jefe de los Diputados.
>> Supremo de Brasil inicia investigación a Rousseff y Lula
"Hay
que resolver esa mierda. Hay que cambiar el gobierno para cortar esta
sangría", afirmaba en las grabaciones el exministro de Planificación,
Romero Jucá, que debió renunciar tras revelarse el audio. El entonces
ministro de Transparencia, Fabiano Silveira, también cayó tras otra
filtración en la que se evidenciaba que criticaba la investigación de la
corrupción en Petrobras.
Aunque
la defensa de Rousseff solicitó a la comisión del Senado incluir tales
grabaciones entre las pruebas a ser analizadas para demostrar que el
impeachmet carecía de fundamento; el senador Antonio Anastasia
(encargado de elaborar el informe final y favorable al impeachment)
rechazó el pedido y consideró los hechos "ajenos al objeto del proceso".
>> Rousseff propone elecciones anticipadas por la democracia
¿Quiénes apoyan a Temer?
Luego
del 12 de mayo, cuando Rousseff fue separada del cargo, las
movilizaciones en contra del Gobierno interino de Michel Temer empezaron
a reproducirse en todo el territorio nacional, e incluso fuera de las
fronteras brasileñas, y cada vez se hace mayor el rechazo, lo que
demuestra el poco apoyo popular con el que cuenta Temer. Los Juegos
Olímpicos de Río de Janerio 2016, incluso sirvieron de escenario para
alcanzar una mayor visibilidad internacional a las protestas llevadas a
cabo en contra del presidente interino.
Para
el mes de junio, de acuerdo con el sondeo de MDA / CNT el Ejecutivo de
Temer solo contaba con una valoración positiva del 11,3 por ciento,
mientras que el 30,2 por ciento considera regular su gestión. La
encuesta también indicó que el 50,3 por ciento de los consultados aboga
por la celebración de las elecciones anticipadas este mismo año, frente
al 46,1 por ciento que cree que los comicios deben realizarse en 2018
como estaba previsto.
>> Temer admite que no cuenta con la popularidad de Rousseff
A
este respecto, Rousseff propuso y prometio públicamente que si retomaba
sus funciones celebraría un plebiscito para consultarle al pueblo si
realmente deseaba adelantar las elecciones presidenciales: "La
restauración plena de la democracia requiere que la población decida
cual es el camino para ampliar la gobernabilidad y mejoarr el sistema
político electoral brasileño", opinó Rousseff.
En
cuanto a Temer, pese al voto de confianza que los mercados depositaron
en el Gobierno del ex vicepresidente, éste no consigue salir de la
crisis producto de los escándalos de corrupción en los que se ha visto
envuelto su partido. A esto se le suma el hecho de que Temer lucha por
estabilizarse en medio de fuertes cuestionamientos por su legitimidad y
de una severa recesión económica.