Martín Polanco/Tomado de El Caribe
El
70 % de los clientes totales del sistema eléctrico en República
Dominicana todavía es subsidiado, dijo ayer el vicepresidente ejecutivo
de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE),
Rubén Jiménez Bichara, entrevistado en el Almuerzo Semanal de
Multimedios del Caribe.
En
ese caso, se trata de un segmento poblacional cuyo consumo no es muy
elevado (en los hogares). Son consumidores de 300 kilos hacia abajo. En
la medida que tienen ese consumo son objeto de una subvención y según se
vaya logrando una inyección de energía, como lo haría la Central
Termoeléctrica Punta Catalina (las dos plantas a carbón que se
construyen en Baní) se irá acercando esa población al nivel de compra de
energía, dijo el funcionario. “Eso sí hará que llegue un momento en que
el costo que se está facturando se acerque al costo al que se está
tratando de generar.
En respuesta a la pregunta de en qué momento
sentirá la población que la factura que le llega a sus casas está acorde
con los precios bajos que tiene el petróleo y que ha aliviado a las
empresas distribuidoras de electricidad, planteó que “tenemos que tratar
de que el costo de generación siga bajando”. “Con la inyección de Punta
Catalina el impacto será muy importante en ese costo”, expuso.
Jiménez
Bichara aseguró que si se toma como ejemplo cualquier zona rural del
país, se verá que el nivel de consumo de una vivienda no pasa de 300
kilos y al no pasar de eso, tiene derecho a subsidio. “Y si ustedes
toman a EdeEste o Edenorte, verán que en el caso de esas dos empresas
distribuidoras de electricidad el 75% de sus clientes son de 300 kilos
de energía hacia abajo. Esa parte de la población, que es la mayoría,
tiene un nivel de consumo que obliga al Estado a darle su subsidio”,
indicó el funcionario de la CDEEE, en una conversación de casi una hora.
Planteó
que se debe ir inyectando esa energía de bajo costo para poder aliviar
eso a futuro. La subvención que refiere se otorga a pesar de los niveles
de precios de los combustibles, que por meses se han situado a la baja
(si se compara con otros tiempos).
Experiencia
Cuando
Jiménez Bichara llegó a la CDEEE, hace cuatro años, se hizo acompañar
de un plan estratégico que incluía tres ejes (generación, reducción de
pérdidas y la parte administrativa) y de un staff de colaboradores que
él define como eficiente. Precisamente ayer una parte de esos técnicos
le acompañó a la entrevista. Estuvieron: Rafael Santana, presidente del
Consejo de Administración de la CDEEE; Pablo Rivas, coordinador técnico
de la Unidad Ejecutora de Proyectos de Generación (UEPG); Jeremías
Santana, coordinador administrativo de la UEPG, y Lidia Medina,
directora de Comunicación Estratégica de la CDEEE.
Por parte de este periódico participaron el subdirector Héctor Linares (quien dirigió la entrevista) y Héctor Marte, jefe de Redacción de Apertura.
“El
plan integral ha ido avanzando muy satisfactoriamente. Habíamos dicho
que el motor principal de ese plan es la modificación de la matriz
energética y la expansión de nuestra capacidad de generación. En ese
sentido, ya la Central Punta Catalina tiene un nivel de avance del 65
por ciento, aproximadamente y es un proyecto que ha de estar en plena
operación comercial en el primer cuatrimestre de 2018”, apuntó Jiménez
Bichara.
Aseguró
que la primera máquina estará para diciembre del año 2017 y la segunda
tres meses después. Eso es para marzo-abril de 2018. Y paralelamente con
esa parte de Punta Catalina, la CDEEE está impulsando un programa de
energía renovable del cual se han inaugurado tres proyectos este año y
hay otros proyectos de cierre de ciclo combinado, que se están apoyando,
que estarían entre enero-marzo de 2017. Son 114 megavatios adicionales,
cerrando el ciclo combinado de Los Mina. Hay también una serie de nueve
proyectos adicionales de renovables en proceso de inicio y eso
permitirá tener una diversificación real de la matriz, calcula el
vicepresidente ejecutivo de la CDEEE. “Nos queda ahí pendiente que el
país pueda lograr un suministro de gas natural licuado que le permita
impulsar la conversión de las plantas que están en la zona este y a
futuro algún otro proyecto de generación en base a gas natural licuado.
Pero eso será posible cuando podamos lograr tener un suministro estable y
a buen precio de gas natural, que es lo que no tenemos todavía”, expuso
Rubén Jiménez Bichara.
“Cuando
eso se logre podremos convertir las plantas de la zona este, que son
casi mil megavatios de energía, e impulsar algún otro proyecto en alguna
otra región del país en base a gas natural”, sostuvo. Las plantas a las
que se refiere generan con derivados de petróleo, lo que indica que,
además del tema de la contaminación, está el elemento de que ese
combustible no da la estabilidad que da el gas natural. Jiménez Bichara
acudió al encuentro reforzado de suficiente información para responder
“de cabeza” cualquier interrogante que surgiera. Y así fue.
“Pienso
que hemos avanzado substancialmente y estamos también en la licitación
de la contratación de corto y largo plazo”, indicó, en referencia a los
procesos para compra y venta de energía. Por el momento (vencidos ya los
Contratos de Madrid), las compras de energía por parte de las
distribuidoras eléctricas se están realizando en el mercado spot. Y así
será hasta final de año, ha dicho la CDEEE.
El
mercado spot es aquel donde todos los activos que se compran o venden
se entregan de forma inmediata (o en un corto período de tiempo) al
precio de mercado del momento de la compra/venta, y no al precio que
haya en el momento de la entrega del activo. No amerita “amarrarse a
contratos”. Las contrataciones que se harán son de corto y de largo
plazo. Las primeras son para satisfacer la demanda en los próximos dos o
tres años y las de largo plazo buscan dejar establecidos los proyectos
de generación que van a satisfacer la demanda creciente de 2020 en
adelante.
“Así
que en término de generación, yo pienso que el plan ha ido funcionando
excelentemente bien en los tiempos previstos, aunque hay un
deslizamiento de tres o cuatro meses, que no es nada materialmente
importante. Vamos logrando que al final de todo esto podamos disponer de
un sistema de generación preventivo y no de emergencia, como el que
tenemos hoy. Estaremos pasando a un sistema de generación preventivo,
donde dejemos cubierto el crecimiento de la demanda futura, tal vez de
cinco, siete u ocho años, en adición a la demanda presente”, dijo
Jiménez Bichara.
Aseguró
que eso permitirá tener un “colchón”, una energía fría y planificar el
crecimiento de la demanda y el desarrollo de proyectos, de la generación
que se adiciona mensualmente, que en total suma 120 megavatios por año.
“En
el tema de distribución también hemos avanzado substancialmente y ya un
62% de nuestros clientes tiene un servicio 24 horas. Hay todavía una
parte de la población que recibe cortes del servicio, pero los proyectos
que se están desarrollando en la parte de rehabilitación de redes nos
permitirán dar continuidad de esa mejoría, de un servicio que
restablecemos sin interrupciones”, dijo el funcionario. Informó que ya
se terminaron 108 proyectos el año pasado y para este año se inician 62
adicionales con los organismos multilaterales. Las fuentes de recursos,
vía el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y de la OFI
alcanzan los US$350 millones.
Un ahorro que financia una parte de Catalina
De
acuerdo con los cálculos del vicepresidente ejecutivo de la CDEEE, la
baja de los combustibles, empujados por un descenso en el precio del
barril de petróleo a nivel internacional (ayer cerró la jornada en la
Bolsa Mercantil de Nueva York a US$44.83; subió 0.88%) ha impactado
positivamente en el nivel de subsidio que debía disponer cada año el
Gobierno, que en ocasiones estaba montado en los US$1,500 millones y
más, anualmente. Actualmente, ese subsidio alcanza los US$400 millones.
Esa diferencia de casi US$1,000 millones (a favor del Gobierno) ha
permitido que se pueda salir adelante con el proyecto (de las plantas a
carbón de Punta Catalina). Eso significa que en gran manera el ahorro en
el subsidio financió la parte que dejó de suplir la contraparte para el
proyecto, es decir, los financiamientos que debieron llegar de algunos
organismos internacionales y no llegaron. Reiteró que Punta Catalina
marcha a ritmo aceptable.
En energía renovable hay la mitad de lo tolerable
Respondiendo
a la pregunta sobre por qué no se corresponde la cantidad de proyectos
que hay concretamente en la parte de energía renovable, con la cantidad
que en el pasado se anunció, Jiménez Bichara respondió: “Normalmente un
sistema eléctrico nacional interconectado, como el nuestro, puede
tolerar una energía renovable de 15%, aunque algunos dicen que 10 y
otros dicen 20%. Si asumimos que es un 15 la energía que se puede
inyectar al sistema (en renovable), tendríamos que ver que la energía
renovable que podemos aceptar en el sistema podría andar por los 400
megavatios y en el país tenemos ya 204 megavatios”. Y agregó: “Si
calculamos eso, más lo que se está desarrollando, el sistema estaría en
su tope máximo de inyección de renovables, lo que significa también que
en la medida que el sistema va creciendo, también se le puede ir
inyectando más”.