lunes, 17 de octubre de 2016

EN BARAHONA! Lic. Gerson Terrero Amador, presenta con excelente discurso libro del poeta José de Rosamantes: "Biografía Sentimental de Arcadio Fernández"

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EL UNIVERSO SUROESTANO
EN LA NOVELÍSTICA DE JOSÉ DE ROSAMANTES
(Palabras pronunciadas a propósito de la publicación de la novela "Biografía Sentimental de Arcadio Fernández", de José de Rosamantes, en el CURSO-UASD de Barahona, el 15-10-2016).


Damas y Caballeros: Me resulta imposible hablar de José de Rosamantes sin primero destacar los aspectos de índole personal y fraternal que me unen a este memorable escritor. Siendo un niño, muy niño, y mientras crecía, estudiaba y aprendía a nadar en el mar de La Ciénaga, siempre escuchaba hablar de un compueblano mío que era reconocido como una de las figuras intelectuales más sobresalientes de toda la Región Enriquillo. “Sí, ese hombre es un genio”, decía la gente. “Ha escrito unos libros en los que habla muy bien de nuestro pueblo”.

Conocer a José de Rosamantes entonces se convirtió en un sueño que no me dejaba quieta la cabeza. Pues llegó el día en el que en nuestro pueblo se celebraba una graduación de Bachilleres. Los organizadores decidieron que entre las personas que iban a hacer uso de la palabra, estuvieran un estudiante que había sido reconocido como sobresaliente y el primer escritor nacido en la comunidad. Ambos discursos se compenetraron y se constituyeron en la carta de presentación de una intensa amistad de la que Rosamantes y yo seguimos dando testimonio hasta la mañana de hoy.

En el año 2002 me correspondió por primera vez en mi vida presentar un libro, y este libro que presenté fue, nada más y nada menos, que el titulado “Currículum Poético Vitae”, de José de Rosamantes, quien, tan confiado, no reparó en el riesgo que suponía para mi juventud una tarea intelectualmente tan exigente. En aquella ceremonia de presentación conocí a quien se convertiría después en otro entrañable amigo: el poeta e intelectual Víctor Cuello Ramírez.

José de Rosamantes es el amigo bueno que siempre está motivando con su artillería de buenos consejo. Para este servidor ha significado un motivo para seguir siempre adelante y por esa razón le guardo un gran cariño y agradecimiento. Bueno, parémoslo aquí, puesto que no hemos venido a hacer una apología, sino el análisis crítico de una obra.

LA NOVELA, SU ARGUMENTO Y SUS PERSONAJES La mañana de este sábado nos hemos encontrado aquí en este Centro Universitario Regional del Suroeste (CURSO) para ser testigos de un verdadero acontecimiento literario: la publicación de la novela “BIOGRAFÍA SENTIMENTAL DE ARCADIO FERNÁNDEZ”, de la autoría de una personalidad singular dentro del ámbito educativo, intelectual y social de este mundo suroestano y de nuestro país: José Roberto Fernández Ramírez, quien calza el pseudónimo poético de José de Rosamantes.

Entremos de inmediato al argumento de esta obra. La novela se desarrolla en el tenso ambiente que le propone un gobierno militarista que impone unas duras reglas que la élite dictatorial viola a su conveniencia. El dictador Sardanápalo Molinar llega al poblado de María del Pulgar y allí pronuncia un grandilocuente discurso en el que hace ostentación de todo su poder. Cuando llega la noche, un joven de nombre Arcadio Fernández, en compañía de otro amigo, le pega candela a la tarima que el general había usado de plataforma para dirigirse a los presentes. Es aquí donde entra en escena el capitán Jesús Amado Pagán, alias Manosuave, jefe del cantón policial de María del Pulgar, quien durante mucho tiempo persigue al joven Arcadio. Este último se escapa gracias a un pacto que había realizado con Satanás, mediante el cual el Príncipe del Mal le permitiría transmutarse en cualquier tipo de animal, a cambio de que Arcadio nunca en su vida amara de verdad a una mujer. La persecución del joven causa molestia en su familia, y ésta decide comunicarse con el dictador, el que de inmediato le pidió de forma insultante al capitán Manosuave que dejara en paz al joven Arcadio. La razón residía en que aquel era nieto del general Lesme Pérez, quien fuera en otros tiempos un importante héroe republicano. Manosuave es obligado a pedirle perdón a la familia Fernández, lo que constituyó para él un acto de humillación. Arcadio tiene que huir del lugar y busca el cobijo donde su tío Blanco Fernández, que vivía en la comunidad costera de Bahoruco, muy cerca de El Cenegal. Allí consigue trabajo en la hacienda Nueva Rosa, propiedad del señor Lombardo Bosqueverde. En su sed de venganza, el capitán Manosuave, en compañía de un amigo no menos bellaco, secuestra a Tomás, un hermano de Arcadio, y lo lleva a una casa de terror y muerte. En un descuido de Manosuave (quien resultó ser homosexual y pretendía practicar intimidades sexuales con el secuestrado), Tomás agarra el arma del capitán y le asesina. Tomás se escapa y llega traumatizado a su hogar, más por las propuestas homosexuales que por el secuestro. Para protegerle, la familia lo pone en manos de un profesional de la psicología, transforma luego su nombre en Jonás, al que lo anuncian como muerto y a la vez le ofrecen una “misa de cuerpo ausente”. A Arcadio lo regresa a su pueblo el secuestro del hermano, pero se vuelve otra vez a El Cenegal, donde se enamora de una lugareña hermosa llamada Lojina Torres Ramírez. Con esta noble mujer, y en una relación muy accidentada y tortuosa, Arcadia procrea una niña (Ylidia María) y dos niños (José Regla y Francisco), de los cuales el tercero muere en la infancia. Cuando se separan papá y mamá, el padre escapa con los dos hijos sobrevivientes, regala el varón a una amiga suya y entrega la hembra a sus familiares. La madre rescata al varón y lo une a su nuevo matrimonio, mientras que unos años después se dirige al reencuentro con su hija en María del Pulgar. Al final de su vida, Arcadio, un hombre que fue enfermo con el ron durante su juventud, pierde todas sus facultades físicas y mentales, y un buen día del último mes del año, su hijo José Regla, hoy autor de la novela bioemocional que ahora publicamos, recibe, mientras se prepara para irse de fiesta, la infausta noticia del fallecimiento de su padre.

Una cincuentena de personajes puebla el universo total de la novela. Dentro de todos ellos, unos se comportan como protagonistas de primer orden, mientras que a otros el autor los toma para enlazar con notable talento los hilos de su trama novelística.

Arcadio, el protagonista sentimental, irrumpe en la novela desafiando al dictador. El libro es permeado por un aparato militar represivo, sostenido por unos “sujetos acondicionados para actuar por instinto”.

Junto con el joven, la familia también se enfrenta a la dictadura. Arcadio es buen amigo y consistente con sus sentimientos, pero hay un enemigo silencioso que no le deja desarrollar a plenitud su vida: el ron. Una familia racista le persigue como un fantasma en la noche, pero sus sentimientos se impusieron y se enamoró locamente de la negra Lojina Torres.

El capitán Jesús Amado Pagán, alias Manosuave, está llamado a cumplir un ciclo importante de la trama de la obra. Es la personificación local del dictador y su obsesión por Arcadio lo lleva a empujar al joven hacia su destino: El Cenegal, donde se enamora de Lojina. Es el militar deformado moralmente, buscador de ascensos fuera de la regla, capaz de pisotear su misión de ley y capaz de transigir con las peores cosas. Manosuave tenía, entre tantas, una debilidad muy especial. Y esta debilidad no era su homosexualidad. ¡Jamás! Su debilidad consistía en no asumir con valor su identidad sexual.

Lojina es la contraparte sentimental de Arcadio. En su adolescencia llegó a conservarse más que sus otras hermanas y su amor intacto es arrastrado a compartir destino con el protagonista principal de la obra. Lojina es la personificación de la belleza. Dice la novela que “su tamaño médium armoniza artísticamente con una anatomía repartida con racionalidad y esmero” en su cuerpo. “De su carita corta se destacaban sus pómulos redondos…” Lojina es una protagonista sentimental que se sobrepone a su propia timidez, al destino, al machismo, al racismo. Lojina no es una mujer, es todas las mujeres que sufren su situación.

Otros personajes adornan la narración. Los padres de Lojina, Santo y Mina, dos personas que representan la familia tradicional donde un hombre y una mujer sabían durar más de medio siglo juntos. El General Sardanápalo Molinar es el eterno dictador, el que aún sobrevive en medio de la “democracia” contemporánea. El brujo Minguilán es el hechicero, espécimen viviente del caudal mítico-legendario que adorna nuestra región diversa, fronteriza. El señor Lusbelio Belcebú es la maldad y el poder maligno encarnado en una persona, aunque en la novela Lusbelio es engañado por Arcadio. Carlitos Báez es el espía que no repara en nada con tal de lograr su objetivo. Vale mencionar al Coronel Félix Rosales, que es el militar honesto y transigente. El señor Lombardo Bosqueverde es el empresario emprendedor, trabajador y altruista. Se destacan, además, los hermanos Diógenes y Piquinino, Tomás Fernández, Cristerbo, Isidoro Primero, Blanco Fernández, Danielito Vólquez y el propio José de Rosamantes, entre otros. Vale aclarar que en la obra literaria el personaje no es una persona en particular, sino una construcción ficticia simbolizada en una persona. Las palabras que expresa un personaje no lo está pronunciando el autor, sino la realidad novelada por el autor.

POESÍA, LENGUA, LENGUAJE Y OBRA Se observa a lo largo del escrito una intensión muy sana de innovar, de hacer poesía con la prosa, de desentrañar al ser humano, de convertir el lenguaje en una pieza de arte. Rosamantes construye en su discurso unas frases cargadas de semántica y ricos contenidos de imaginación. Frases que hablan por sí solas. Citemos:
-“La luna los bañaba con una luz incitante y plena”. -“Preñar el seco vientre de la guitarra con finas ocurrencias melódicas”. -“Había una finca de muertos que paría plátanos”. -“Le dejó el saludo flotando en el vacío de la boca”. -“Perder a un miembro familiar es como arrancarle a uno un pedazo de su propia vida.” -“Estaba empujando las horas para que amaneciera rápido”. -“Si Lojina fue víctima de Arcadio, Arcadio fue víctima del ron”. -“El pasado solo se reproduce en los recuerdos”. El autor lanza una mirada crítica a la situación del arte poético contemporáneo con la siguiente frase: -“Ser poeta equivalía a ser loco. Con una mujer cincelada con el estilete de la rudicidad, la expresión abusiva de la metaforización, no era recomendable. Que más efecto podría surtir una frase cursi, fácil de ella entender. De todas maneras, un verso bien cuajado no caía del todo mal en nadie”. Es imposible nacer frente al mar y no ser sensible ante la belleza. Y no sólo ser sensible, sino también construirla. El hombre y la mujer, por más adustos que sean, tienen la obligación de suspirar cuando se mira un paisaje paradisíaco como lo es ese del mar de La Ciénaga cuando le nace el sol en la madrugada. Rosamantes, de tanto ver ese génesis diario, quedó convertido en el poeta que se deja entrever en todo lo que escribe.

La novela se cunde de poesías anónimas cuyo autor es el mismo autor. A través de un poema anónimo se burlan del capitán Manosuave. También permean la obra canciones de la época, que son poesías cantadas. El escritor traspasa al ámbito novelístico los más hermosos juegos fonéticos. Rosamantes construye palabras nuevas, como amigüermanos, comoquiera y estrellazul, nacidas de la conjunción dialógica del hablante. Se destaca el uso de la b, nunca la v, así como la lalación, la rotación, los dialectos, los subdialectos y las variaciones personales que el hablante le otorga al mismo dialecto. En una ocasión el señor José Regla Fernández visita al brujo haitiano Minguilán para pedirle que le diera luz sobre el destino de su hijo perdido, Arcadio. Minguilán le da la respuesta al señor Regla y es aquí en donde Rosamantes se las arregla para evidenciar su conocimiento profunda de la dialógica suroestana. Minguilán responde:

-Yo cleyenda que sabiendo lo que quelé, señola Jelegle. No digue nada. Ute binienda a sabiendo soble su hija Alcadia Felnandsh. Don Jelegle no pleocupá. El tando biena. Mejola que nosotla. Yo ahola misma lo viendo plepalando pa yendo a tlabajal. Uté no podé viendo en mi bolo de clital, pelo yo sí.

El padre insiste en los detalles de que si su hijo está o no en manos del temible capitán Manosuave, y Minguilán le asegura:
-No amiga mío. A Alcadia Felnandesh no lo podé matá gente humano. Yo mima lo llevando donde la señola Lusbelio Belcebú. Y ete dando una glegualda pa que tlague. El ba a molí de vieja. Pelo nadie cojé plesa ni matá. El tené la podel de volviendo lo que quelé. Un chiba, un tocona, un piedle, un bugle, un sille. Lo que quelé. Pol ejempla, cuando el capitana Manosuabo il bucando a él a casa suya, el pejlite pinte que etando debaje del mese, oyende to lo que diciendo Manosuabo, ela su hija Alcadia.

En la obra ocurre otro dialogo también hermoso que reafirma el amplio conocimiento que tiene nuestro amigo de la lengua suroestana. Tras enterarse de que Arcadio Fernández merodeaba por su casa enamorado de Lojina y que su esposa Mina peleaba por este hecho, al viejo Santo, que es media lengua en la novela, ya que en su dialógica emite sonidos imprecisos, le pregunta a su hija Lojina:

-¿Po qué pelea Migna? -Porque un hombre está enamorado de mí. -¿Y ej begdá, mija? -Sí, papa. Pero el vino porque quiso. Yo no le dije que viniera. Que mama de to quiere darle gorpe a uno. -¿Y cónmo se llagma ese hombegue, mija? -Alcadio Felnande. -¿Acagadio Feguenande? -Sí, papá. -¿Y te gugta, mija? -Si, papa. -¿Y pogueso ta pegueando Migna? Ampué. Como ve que el padre está siendo comprensivo y racional con el enamoramiento de hija, doña Mina revienta contra todo el mundo. Es cuando Santos entonces la invita a reflexionar con estas palabras:
-Cágmate, Mina. Que te va a da una cosa. Lag muchagcha no van a bigbí pa siempegue con su pagdegue. Tiegnen que gasé su degtino. Eg la guey de la vigda. Y nuegtraga higja cagsi eg mayog de egda. La novela tiene muchos aciertos, de forma y de fondo. Es una obra que se recrea. El autor juega en medio de técnicas novedosas: retroalimenta, resume, recrea, innova, caracolea. Además, José no narra como habla la gente, para que lo entienda la gente.

JOSÉ DE ROSAMANTES Y SU VISIÓN UNIVERSALISTA En la obra que se presenta, José de Rosamantes pone de manifiesto una amplia cosmovisión. La “BIOGRAFÍA SENTIMENTAL DE ARCADIO FERNÁNDEZ” nos deja muchas lecciones. Y no nos vayamos tan lejos y digámoslo de una vez: la obra resume el pensamiento universalista de José de Rosamantes.

En primer lugar, la novela comienza con un hecho aparentemente sencillo, pero sugerente: un joven le pega fuego a la tarima desde la cual había hablado el dictador. ¿Qué significa esa imagen de quemar la tarima, el instrumento que sirve de soporte al caudillo? Sencillamente, significa derribar la dictadura. Si en el día de hoy les quemáramos las tarimas a los mentirosos, a los corruptos, sin dudas que tendríamos un mundo mejor. Los Arcadios de la realidad fueron muertos por los dictadores de la realidad. Pero este Arcadio de la ficción es salvado por Rosamantes para decirnos, como Neruda, “que se pueden cortar las flores, pero jamás detener la primavera”. Claro está: el poder ejercido sin tacto y con arrogancia es una bomba de tiempo. El alma humana es tan profunda y bueno que aparezcan escultores literarios como José para que nos ayuden a pensar en ello. Hay tantas cosas dentro del alma y las obras de ficción nos pueden ayudar a desentrañarlas quizás que como lo haría un tomo de psicología.

El empresario Lombardo Bosqueverde es un compendio viviente. Siempre aspira a vivir de sus manos y a crear. ¡Qué lindo sería este mundo si todos aspiráramos a vivir de nuestros propios esfuerzos! Su filosofía de vida es la del hombre del éxito, con actitudes productivas y siempre dispuesto a colaborar con la sociedad. Lombardo le recomienda a Arcadio que sí, que sea religioso, pero que no sea fanático de la religión. Lombardo reconoce que tiene que haber fe, pero una fe consciente que contribuya grandemente con el desarrollo social.

Arcadio hace un pacto con Satanás que marca toda su vida para mal. Y hoy nos preguntamos, ¿qué más pacto con Satanás que hacerle daño al prójimo? Y lo irónico, Arcadio pacta con el Diablo, pero sigue creyendo en Dios. En el día de hoy cuántos males hacemos a espaldas de nuestras concepciones religiosas. El peor Satanás es el psicológico, el que llevamos dentro, el que simboliza la maldad que sólo sale de un pecho humano. El Satanás que Arcadio llevaba dentro era la maldita adicción a resolverlo todo con el ron. Y con su borrachera lo que hizo fue perder la oportunidad de construir una hermosa familia y vivir unos años más. Ojala hoy nos emborrachemos como Arcadio, pero que esta borrachera sea de valor para enfrentar los males de la sociedad, la corrupción, la falta de educación y la falta de oportunidades para todos y todas.

Dice la novela que “un hombre sin tener a quien amar, no es un hombre completo”. La mujer es cultora de la belleza, y la belleza está destinada a salvar a la humanidad. Rosamantes abre la tesis de que en materia de enamoramiento de sus hijas, las madres nunca se equivocan. Tienen un décimo sentido para saber cuál hombre le será bueno a su hija y cuál no. Las suegras no dejan de decir que los enamorados de sus hijas son la perdición del mundo, mientras que los enamorados de las hijas dicen que la verdadera perdición del mundo son las suegras. Pero la verdad está escrita desde hace miles de años: el verdadero amor es el que se vive a plenitud con una mujer. Por eso el hombre siempre la busca, por eso la mujer siempre está dispuesto a recibirle, y como estamos en la época de los viceversas, voy a agregar: Y viceversa. El amor surge de diferentes maneras, y Rosamantes dice que el mejor indicativo para saber si una mujer está a punto de decir que sí, es cuando ésta guarda silencio ante las palabras de amor del hombre. ¿Es verdad eso, mujeres?

En la novela, además del ron, hay un fantasma que atormenta la vida del protagonista: el racismo. Arcadio fue procreado en una familia que veía con desprecio la negritud y a la larga ésto lo que hizo fue atormentar para siempre su vida. El racismo fue una contradicción que le martilló sus sentimientos, ya que la mujer de su vida estaba marcada por los hermosos rasgos africanos que su familia rechazaba. Y aprovechamos para decir que el racismo es una fábrica del odio que destruye. El racismo divide en el amor, en la amistad, en todo. Es la negación de lo que somos y siempre que exista va a crear contradicciones, venganzas, desamor, atraso, sub-desarrollo. Que la enfermedad del racismo no corroa nunca nuestros sanos corazones.

EL UNIVERSO SUROESTANO EN LA NOVELA ¿Qué es el Suroeste? ¿Qué es la Región Enriquillo? Es un conglomerado de medio millón de personas que viven ocupan unos 7, 000 km2 y cuyas tierras tiene la mayor cantidad de aguas superficiales del país, las mayores riquezas bioecológicas, así como los mayores índices de pobreza de la República Dominicana. En la novela que hoy presentamos, ese Suroeste recibe el nombre de Monteadentro, donde hay un lenguaje común hecho de larimar, sal, yeso, bauxita, mármol, el lago más grande de Las Antillas, la costa más bella del país, las lagunas, las especies únicas en el Caribe, ciguapas atrayendo a los hombres con su arrullo, brujas, zánganos, cachúas, bakases, galipotes, víveres en las pailas, jaibas sancochadas, locrios, bocallates, ariguas, música de amargue, pri pri, mangulina, coplas, café. La región donde se juega bastante la lotería porque hay muertos que dan los números en los sueños y que también salen de sus sepulturas. Somos una región diversa.

La literatura de Rosamantes cae como anillo al dedo en la realidad suroestana. Es un discurso escrito que se parece a nosotros. Es la literatura de los desheredados económica, política y socialmente. La superstición, la magia, el misterio y la realidad cruda son el pan nuestro de cada hoja de su libro. En esta novela he encontrado la Infancia suroestana. En ella hay un niño pobre que es limpiabotas. Rosamantes nos ha dicho que esta región cuenta con grandes insumos para novelar y le ha dado un empuje total a la novela enriquillesca, la novela de la Región Enriquillo.

El glosario dialectal que hay al final de la obra enriquece su contenido. Nos ayuda a explorar con más facilidad el mundo suroestano. La palabra dialectada reseñada por el autor expresa la vida, nos ubica, nos hace comprender ese lenguaje propio de la gente que vive por estas tierras. Los Fernández proclamaron en la novela que “Monteadentro se merece un destino menos negro”. Yo digo que ésta es una frase que admite cierto pesimismo o quizás era muy realista con la realidad que estaba siendo novelada. La verdad es que en lugar de “un destino menos negro”, necesitamos un destino tan claro como las aguas de un arroyo.

EL LEGADO DE LA OBRA Damas y Caballeros: José de Rosamantes se ha encontrado a sí mismo en su ficción. Pero a pesar de todo sigue siendo un autocrítico voraz, una especie de transformador de sí mismo. Rosamantes no es hoy sábado en la mañana ni siquiera el hombre de ayer viernes por la noche. Vive en constante cambio, es un inconformista. Es esta la razón por la que, en términos cronológicos, siempre su obra más reciente es la superación de su obra anterior. Y a cada paso nos va dejando un legado. José de Rosamantes es el hombre formado en la literatura, que vive de la literatura y que nos aporta todo lo que puede dar a través de la literatura.

La obra literaria es una mentira en cuanto a los hechos que cuenta como tal, pero es una gran verdad en cuanto a los profundos secretos que revela. José resucita las grandes verdades de Monteadentro y ha creado un mundo monteadentrino del que nos hemos ido haciendo cómplices. En la novela se gesta el propio génesis del escritor. Rosamantes reinventó a sus padres, a sus antepasados, a su pueblo.

La novela nos pone a pensar, nos pone a cuestionar a la misma novela. Pensar es enriquecerse, pensar no tiene precio, pero sí mucho valor. Hay que leer y a medidas que se lee, ir imaginando, cuestionando. La gente anda buscando historias que redescubran la vida. No estamos conformes con lo que tenemos y eso es lo que garantiza que nos transformemos constantemente.

Valoremos a José de Rosamantes, exijámosle, pero no lo destruyamos. Les juro que él quiere una sociedad mejor. ¿Saben por qué esta obra que hoy se publica no es perfecta? Ja, porque lo perfecto no existe. Aun así, Rosamantes exhibe muchas fortalezas narrativas y a la vez mucha sinceridad cuando trata de desnudar al ser humano, destruir los mitos sexuales y democratizar la palabra, lo que a la larga significa civilizarse. Y civilizarse no es otra cosa que asumir y comprender las realidades humanas.

Todos nacemos frente a la naturaleza, pero hay seres humanos que han tenido la dicha de nacer en medio de un entorno muy especial, como mi amigo José de Rosamantes, que nació frente al hermoso e imponente mar de La Ciénaga. Este amigo hoy enriquece aún más su dicha con la publicación de su novela “BIOGRAFÍA SENTIMENTAL DE ARCADIO FERNÁNDEZ”, una obra que viene a llenar un gran espacio en la floreciente literatura de la Región Enriquillo.
Muchas Gracias!!!
Gerson Terrero Amador 15-10-2015.