Les ofrecemos un recuento de las pandemias más mortíferas que han azotado a la humanidad. Las 10 pandemias más mortíferas de la historia
Filippo MonteforteAFP/Tomado de https://actualidad.rt.com
La
viruela es una enfermedad infecciosa causada por el virus Variola, y no
solo ha sido la pandemia que más muertos ha causado en la historia de
la humanidad sino que además ha dejado a millones de personas con marcas
imborrables en la piel ya que provoca la aparición de numerosas
pústulas por todo el cuerpo. La muerte llega por fiebre alta,
deshidratación y complicaciones derivadas. La viruela llegó a ser tan
letal que solo el 30% de los infectados lograba recuperarse, como recoge
el bloguero Santiago Campillo.
El
de la viruela es un virus que solo afecta a humanos (en su variante
infecciosa), y su transmisión es muy parecida a la del ébola: mediante
fluidos corporales y contacto directo. La enfermedad, según se calcula,
ha matado a más de 300 millones de personas a lo largo de su existencia.
Afortunadamente se actualmente se considera como una de las dos
enfermedades, junto a la peste bovina, 'erradicadas'.
wikipedia / Dr. William Foege
El sarampión: más de 200 millones
El
sarampión se caracteriza por causar marcas rojizas en la piel, altas
fiebres y malestar general. Además, es también el causante de la segunda
mayor pandemia de la historia. La muerte se produce por inflamación
pulmonar o de las meninges. Actualmente la mayoría de la población está
vacunada contra este mal, ya que entra dentro de la vacuna 'triple
viral'. Se contagia mediante contacto directo y por el aire.
Se tienen registros de este virus desde hace más de 3.000 años y, hasta el momento, ha matado a más de 200 millones de personas.
Pandemia de gripe de 1918: entre 50 y 100 millones
También
conocida como gripe española, esta letal pandemia fue una de las más
graves de la historia moderna. Esta gripe acabó con la vida de entre el
3% y el 6% de la población mundial en solo un par de años. Es decir,
entre 1918 y 1920 se calcula que murieron entre 50 y 100 millones de
personas en todo el planeta, ahondando aún más los estragos causado por
la Primera Guerra Mundial.
España,
fue el primer país en informar a su población de su existencia y
consecuencias, ya que otros países como Francia, donde podrían haberse
dado los primeros casos, censuraban la información para evitar
desmoralizar a la población.
wikipedia / U.S. Army photographer
La peste negra: 75 millones
La
peste negra o bubónica está relacionada históricamente con la Edad
Media y los siglos posteriores a esta. La enfermedad está causada por la
bacteria Yersinia pestis, un agente todavía activo en poblaciones
pequeñas y zonas rurales y que provoca grandes y desagradables ampollas.
Se propaga a través de parásitos como las pulgas y necesita de las
ratas como reservorio.
Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH): más de 25 millones
También
conocido como Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida o SIDA. Este
virus es la quinta pandemia mundial más importante, y también parte
notable de nuestra historia moderna. Es también protagonista de la
historia de la cultura pop. Está provocado por un retrovirus, y fue
descubierto por Luc Mantagnier en Francia. Provoca básicamente que el
sistema inmunológico funcione de manera deficiente. Por tanto, no es el
virus en sí el que provoca la muerte, sino las infecciones, incluso la
más mínima, que puedan contraer los afectados.
El
VIH se ha cobrado la vida de más de 25 millones de personas y
actualmente todavía sigue siendo un peligro. Se transmite mediante
contacto directo con mucosas o la sangre. Además existen ciertos
tratamientos y algunos descubrimientos muy prometedores para mejorar la
calidad de vida o incluso tratar en cierta medida la infección.
La plaga de Justiniano: cerca de 25 millones
Esta
pandemia, comenzó en el siglo VI en el Imperio Bizantino. Aunque no se
tiene la certeza absoluta, probablemente la peste fue causada por una
cepa de Yersinia pestis, la misma bacteria causante de la peste bubónica
o negra. Las últimas investigaciones relacionan abiertamente ambos
organismos, pudiendo ser incluso el mismo, de idéntica línea genética.
La tercera pandemia: aproximadamente 12 millones
Así
se denomina comúnmente a la tercera pandemia de peste bubónica que
comenzó en la provincia de Yunnan en China en el siglo XIX. Esta
pandemia estuvo activa hasta 1959 y provocó en apenas una década la
muerte de más de 12 millones de personas. La Yersinia pestis vuelve a
ser protagonista, en esta ocasión en Asia, donde Manchuria y Mongolia
han sido las zonas más castigadas por la pandemia.
Tifus: cerca de 4 millones
El
tifus, que no hay que confundir con las fiebres tifoideas, está
provocado por el género de bacterias Rickettsia y representa una de las
pandemias de la actualidad. Transmitido por vectores como los insectos y
otros artrópodos, el tifus provoca fiebres altas, exantema y otra serie
de desagradables consecuencias. Normalmente afecta a poblaciones
rurales o muy aisladas. Aunque el tifus ha matado a más de 4 millones de
personas a lo largo de su historia, no supone un peligro demasiado
grave en el mundo moderno.
El Cólera: unos 3 millones
El
cólera es una pandemia actual causada por la bacteria Vibrio cholerae.
Además de fiebres y dolor abdominal, el cólera suele matar a los
afectados por deshidratación, que en muchos casos es prácticamente
imposible de parar debido a la velocidad a la que se pierde agua por la
diarrea. Para detener el cólera se deben tratar con cautela los
alimentos y el agua, principales focos de infección. El cólera ha tenido
tres grandes pandemias, ocurridas en el siglo XIX, y epidemias muy
extensas en el siglo XX cuya suma total supera los tres millones de
muertos.
La gripe de Hong Kong: cerca de un millón
Fue
una pandemia más de gripe, causada muy probablemente por una variante
de la gripe A H3N2. Aparecida durante el verano de 1968, podría ser una
cepa mutante que se propagó en muy poco tiempo por todo el mundo
siguiendo las mismas líneas de difusión que la llamada fiebre asiática
de 1957. Esta pandemia de gripe acabó con casi un millón de personas en
muy poco tiempo, y es una de las razones por las cuales saltan las
alarmas cada vez que se habla de la gripe, o de la gripe aviar.