EFE/Buenos Aires/Tomado de Listin Diario
Un
estudio realizado por científicos argentinos reveló que la bacteria
probiótica 'Bacillus subtilis' tendría, además de efectos beneficiosos
sobre el sistema inmunitario, la propiedad de retrasar el envejecimiento
y prolongar la vida humana a través de la colonización del intestino.
Este
estudio, impulsado por el Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad Nacional de Rosario
(UNR) y publicado en la revista Nature Communications, "abre aún más el
camino de los médicos que trabajamos en el campo de la microbiota y los
probióticos", aseguró hoy a través de una nota Fernando Burgos, médico
pediatra de la Red de Pediatras "Niños sanos, niños felices".
Los
probióticos "son microbios vivos no patógenos que, al ser ingeridos en
cantidad adecuada, confieren beneficios al huésped, continúa Burgos.
El
Conicet, que especificó en un comunicado en su web que dicha bacteria
es consumida desde "tiempos milenarios" en alimentos de países asiáticos
como Japón, probó sus efectos sobre el nematodo 'Caenorhabditis
elegans', una clase de gusano cuyas "vías regulatorias del
envejecimiento están conservadas a lo largo de la evolución y
básicamente son las mismas que las de los humanos".
"Lo
que pudimos observar en el caso del nematodo es que además de
alargarles la vida, tiene el efecto de mantener la vitalidad. Esto,
extrapolado a humanos, significaría vivir más allá de los 120 años con
una vitalidad de una persona de 50", apunta en dicho comunicado Roberto
Grau, investigador independiente del Conicet en el la Facultad de
Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de
Rosario (FBIOyF, UNR) y director del trabajo.
"Esto
significa que 'Bacillus subtilis' protege contra las dos causas de
muerte más habituales: las enfermedades y el envejecimiento de células,
tejidos y órganos", afirmó Grau.
Los
científicos pudieron comprobar primero que este probiótico era capaz de
retardar el envejecimiento de las neuronas y posteriormente que tenía
el mismo efecto sobre el individuo completo y no solamente sobre un tipo
celular en particular.
"Sabemos
qué genes de la bacteria están implicados en regular qué genes del
hospedador que llevan al aumento de la longevidad y, casualidad o no,
encontramos que existe una correlación directa con los genes que se
encuentran afectados en las personas centenarias que viven hoy en día",
comenta Grau.
El
director de la investigación destacó también que la capacidad de esta
bacteria para formar esporas hace que sea incorporable a cualquier tipo
de alimento o bebida que al ser consumidos de manera regular producirán
los efectos buscados.
"Este
es otro plus de nuestro trabajo ya que puede traducirse en un futuro
cercano en una manera de mejorar la calidad y la duración de la vida de
todas las personas de la sociedad", concluyó Grau.