Por Mayobanex De Jesús Laurens...Estilo Bloguero/Twittero
Después
de haber disfrutado en grande con los recorridos por la vuelta al lago
Enriquillo y la zona costera hasta el balneario Los Patos, durante los
días miércoles y jueves, el Viernes Santo es de recogimiento y
asistencia en la mañana a la liturgia en la catedral, para aprovechar el
mediodía con un chapuzón en playa Casita Blanca, en Barahona.
De Casita Blanca, la familia se traslada
hasta la playa Punta Inglesa para el segundo chapuzón, el reparto de la
comida preparada en casa, el brindis de los tragos y la música
romántica en el vehículo, directamente de un emisora local, con el
volumen bajo.
No
puede faltar el juego de dominó, de damas, de cartas y la cámara
fotográfica para el recuerdo, en un entorno agradable con la suave brisa
del mar y la sombra provocada por los árboles del lugar.
Importante llevar las sillas, plegadizas o plásticas, hielera, vasos y platos higiénicos.
Si
tienen una bola de baloncesto en la casa, no la dejen, pues la alcaldía
ha hecho una cancha en el entorno, para que al menos se recuerden de
lanzar al aro los “viejevos”.
La
tarde, terminando el crepúsculo, obliga a la sentadita en el malecón a
contemplar el desplazamiento de los vehículos que llegan desde los ríos y
playas de nuestra zona costera.
La noche es mejor pasarla en la casa,
viendo películas del género religioso, las cuales los canales en el
cable y en UHF presentarán durante todo el Viernes Santo.
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