Tomado de Telesistema
Discurso completo del presidente Danilo Medina en su octava rendición de cuentas. A continuación te mostramos el discurso completo del presidente de la República, Danilo Medina ante la Asamblea Nacional, en su octava rendición de cuentas.
Discurso de Rendición de Cuentas del Excelentísimo Señor Presidente de la República, Lic. Danilo Medina ante la Asamblea Nacional
27 de febrero 2020
Honorable Dr. Reinaldo Pared Pérez,
Presidente del Senado de la República y de esta Asamblea Nacional;
Honorable Dra. Margarita Cedeño de Fernández,
Vicepresidenta de la República;
Honorable Lic. Cándida Montilla de Medina,
Primera Dama de la República;
Honorable Lic. Luís Henry Molina,
Presidente de la Suprema Corte de Justicia;
Honorable Dr. Milton Ray Guevara,
Presidente del Tribunal Constitucional;
Honorable Dr. Julio César Castaño Guzmán,
Presidente de la Junta Central Electoral;
Honorable Dr. Román Jáquez,
Presidente del Tribunal Superior Electoral;
Honorable Lic. Radhamés Camacho,
Presidente de la Cámara de Diputados;
Honorable Dr. Hugo Francisco Álvarez Pérez,
Presidente de la Cámara de Cuentas;
Honorable Dra. Zoila Martínez Guante,
Defensora del Pueblo;
Honorables Miembros de la Asamblea Nacional,
Senadores y Diputados de la República;
Señores Ministros y demás funcionarios del Gobierno;
Su Excelencia Reverendísima Monseñor Ghaleb Moussa Abdallah Bader,
Nuncio Apostólico de su Santidad y Decano del Cuerpo Diplomático acreditado en el país;
Honorables Miembros del Cuerpo Diplomático y Consular Acreditados en la Republica Dominicana;
Honorables Miembros de Organismos Internacionales acreditados ante el Gobierno de la República Dominicana;
Autoridades Civiles y Militares;
Invitados Especiales;
Distinguidos Miembros de la prensa;
Señoras y señores,
Pueblo dominicano;
Como cada año, hoy recordamos orgullosamente la gesta gloriosa de nuestros próceres, quienes levantaron la bandera de la independencia y la soberanía.
Esos héroes y heroínas fueron capaces de los mayores sacrificios porque en todo momento los animaba la convicción de que los dominicanos, unidos en una sola nación, seríamos capaces de alcanzar grandes conquistas.
Movidos por esa misma convicción, celebramos hoy el nacimiento de la República Dominicana y damos siempre lo mejor de nosotros mismos, para seguir construyendo una Patria más grande, más próspera y más justa.
Este es el octavo y último año en que tengo el honor de comparecer ante ustedes a rendirles cuentas como Presidente de la República.
Por tanto, se trata no sólo de una ocasión solemne, sino también de un acto cargado de significado y de emoción para este, su servidor.
Y lo es porque haber tenido la oportunidad de trabajar por mi país durante estos años me mueve a una enorme y profunda gratitud.
Gratitud, en primer lugar hacia esos mismos padres de la Patria, que hicieron posible el nacimiento de nuestra Nación.
Gratitud, en segundo lugar, hacia todos los que me han acompañado en estos años.
A mi familia, sin cuyo apoyo incondicional no hubiera superado tantos momentos complicados. Y también a mi otra gran familia, la que componen los funcionarios de todo rango y los equipos de trabajo que, con su esfuerzo y dedicación, han hecho posible que se cumplieran, una por una, las promesas contenidas en nuestro programa de gobierno.
Gratitud a ustedes, miembros de esta Asamblea Nacional, por su gran contribución, dotando al país de un amplio cuerpo legislativo que ha permitido modernizar el Estado y seguir avanzando.
Y, por encima de todo, gratitud, por supuesto, al pueblo dominicano.
A ese pueblo que nos ha dado su confianza y nos ha acompañado en todo momento, con su fuerza y capacidad, para lograr la transformación de nuestro país.
Esa confianza, no les quepa duda, es el bien más preciado que llevo conmigo. Y pueden creerme cuando les digo que he procurado honrarla en todo momento y hacerme merecedor de ella, día tras día.
Porque sé que ha sido gracias a la unión y al entusiasmo de nuestra gente que hemos logrado hacer, tal como les prometimos en 2012, lo que nunca se había hecho.
Por eso, desde la más sincera humildad y consciente también de lo mucho que aún queda por hacer, tengo que decirles hoy: ¡Gracias! ¡Muchas gracias!
Dominicanos y dominicanas,
Si me lo permiten, ahora deseo referirme a la delicada situación que vive el país tras la suspensión de las elecciones municipales del pasado 16 de febrero que ha generado una justificada indignación en toda la sociedad. Ya lo hemos dicho: se trata de un hecho lamentable y bochornoso que nos avergüenza y que empaña la democracia dominicana.
Me identifico plenamente con el clamor de amplios sectores de la sociedad dominicana, especialmente las nuevas generaciones, en el sentido de que se busque a fondo la verdad, toda la verdad, sin cortapisas ni restricciones. El pueblo dominicano demanda y merece una respuesta.
Un acontecimiento de esta envergadura no puede quedar sin explicar, o con explicaciones a medias o acomodaticias.
Comprometido como el que más a que esta situación se aclare, hemos dado el apoyo para que la Organización de los Estados Americanos (OEA), la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES) y la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE) realicen una investigación independiente y rigurosa para que ofrezcan al pueblo dominicano y a la comunidad internacional una explicación objetiva y veraz de lo que impidió que las elecciones municipales pudieran celebrarse, tal como estaban programadas.
De nuestra parte, pondremos a disposición de la OEA y demás organismos internacionales todo cuanto necesiten para llevar a cabo esa investigación.
Reitero: debe ser una investigación completa, que no deje nada sin escudriñar y que saque a la luz pública absolutamente todo lo que resulte de esa investigación.
Restablecer la confianza perdida requiere como punto de partida que tengamos esa explicación independiente y objetiva, a la vez que trabajamos juntos para reencauzar el calendario electoral con todas las garantías para que algo similar no vuelva a ocurrir en los procesos electorales ha celebrarse los días 15 de marzo y 17 de mayo próximo.
Señoras y señores,
En esta intervención, trataré de resumir las principales realizaciones de estos dos periodos de gobierno.
No crean, sin embargo, que por ser esta la última rendición de cuentas de esta administración no voy a hablarles de nuevos proyectos, porque aún tenemos 6 meses de actividad por delante y, pueden estar seguros de que, una vez más, sorprenderemos a los incrédulos.
Así ocurrió en 2012, cuando muchos pensaban que no seríamos capaces de llevar a cabo todas las medidas revolucionarias que nos proponíamos.
El tiempo ha demostrado que se equivocaban y hoy podemos estar orgullosos, no solo como gobierno, sino también como nación. Porque la República Dominicana ha demostrado en menos de ocho años que ¡SÍ se puede!
Hemos demostrado que, con trabajo, los sueños de ayer sí pueden ser y son, la realidad de hoy.
Una realidad concreta, palpable e irrefutable, aunque haya algunos que insistan en no querer verla.
Una realidad que nos muestra todo lo que somos capaces de lograr cuando trabajamos juntos!
El cambio seguro del que les hablé en 2012, ya es una realidad.
Les dije entonces que trabajaríamos con la gente y para la gente, y eso es lo que hemos hecho durante más de 7 años.
Con nuestra mejor voluntad, con el corazón en cada proyecto y poniendo siempre en primer lugar a los que más necesitan.
Y hemos trabajado también, por qué no decirlo, con valentía. Enfrentando, uno por uno, problemas que nuestro país había arrastrado durante décadas y que eran aplazados, gobierno tras gobierno.
El problema del suministro eléctrico, por ejemplo. Es un orgullo para mi poder afirmar que a partir de la entrada de Punta Catalina, inyectando 756 Megavatios al sistema eléctrico nacional interconectado, estamos a punto de decirle adiós para siempre a los fastidiosos apagones.
El problema de la educación. Todavía recuerdo cuando prometí construir 28 mil aulas y dar desayuno, comida y merienda a los estudiantes. Como se reían de mí. Pues bien, ahí están. Vamos a finalizar la gestión con más de 33 mil nuevos espacios educativos entregados y dando alimentación escolar a más de 1,600,000 estudiantes.
El problema de la salud. Recuerdo también mis primeras visitas a los hospitales Morgan y Darío Contreras en el Gran Santo Domingo. Lo que encontramos era indigno de seres humanos. Vayan ahora a cualquiera de los 86 nuevos hospitales o centros de diagnóstico. Se darán cuenta de que no tienen nada que envidiarle a un centro médico privado.
El problema penitenciario, al que nadie le había puesto la mano en décadas. Teníamos centros con capacidad para 14,000 personas albergando a más de 25,000, en condiciones deplorables que hacían imposible cualquier política de reinserción social. Pues bien, cuando termine esta administración seremos probablemente, el único país de América Latina con hacinamiento cero en sus centros penitenciarios.
Dominicanos y dominicanas,
Como ven, muchas cosas han cambiado, para mejor y para siempre.
De estos y otros muchos cambios profundos que ha vivido nuestro país hablaremos hoy.
Sin embargo, solo hay una forma justa de valorar el camino recorrido, y es recordar cuál fue nuestro punto de partida.
Solo así podremos ver con perspectiva y ponderación la verdadera dimensión de nuestros avances.
Hoy me propongo hacer ese ejercicio frente a todos ustedes.
Les compartiré de dónde veníamos, a dónde hemos llegado y si me lo permiten también, hacia dónde considero que debemos ir.
Para que quede escrito lo que ha sido capaz de lograr el pueblo dominicano en menos de ocho años.
Y sobre todo, para que nadie vuelva a decirnos que no es posible alcanzar una meta.
Honorables miembros del Congreso Nacional,
Empecemos hablando de la economía porque, aquí tiene su origen el gran cambio, para mejor, que hemos vivido en estos años.
Hoy, nuestro país ocupa uno de los primeros lugares en el ranking regional de crecimiento del PIB, de ingresos disponibles, de Inversión Extranjera Directa y de reducción del desempleo y la pobreza
Atrás quedaron el déficit que llegó a ser cerca del 7% del Producto Interno Bruto, el crecimiento por debajo del 3.9% y las recaudaciones que estaban por debajo de lo estimado.
Es decir, hemos remontado hasta tal punto que al dejar el gobierno dejaremos también una economía en plena expansión.
Una economía que algunos no dudan en llamar “El milagro dominicano”.
Veamos los principales indicadores económicos del año 2019.
Me complace informarles que durante el año pasado la economía dominicana continuó transitando el camino del crecimiento económico con estabilidad de precios.
La economía creció 5.1% al cierre de 2019, el crecimiento más alto de América Latina y el Caribe. Indudablemente esto marca un hito, especialmente si tenemos en cuenta que el resto de América Latina y el Caribe creció en promedio 0.1%. Es decir, que la República Dominicana no solo fue el país de América Latina que más creció, sino que crecimos 50 veces más que el promedio de la región!
Y es bueno recordar que en los últimos 7 años, la República Dominicana ha crecido en promedio 6.0% anual.
Un punto a destacar en el marco de este crecimiento económico extraordinario es el rol del pujante y emprendedor sector privado de la República Dominicana. La inversión y el consumo de origen privado explican más del 85% de la demanda interna.
En otras palabras, el sector público ha sentado las bases de confianza y certidumbre y la iniciativa privada se ha desarrollado a plenitud.
Cabe resaltar que el crecimiento se muestra en prácticamente todas las actividades productivas desde la Construcción, Finanzas, Energía y Agua, Transporte, Actividades Inmobiliarias, Salud, Agropecuario, entre otros.
Los logros alcanzados en término de la economía nacional y a nivel de los hogares, se han complementado con un excelente desempeño del sector externo, cerrando el 2019 el saldo de la cuenta corriente de la balanza de pago con un déficit de apenas 1.4% del PIB. De manera que esas cuentas saneadas son parte del legado que dejaremos.
A su vez, la depreciación del tipo de cambio, entre el - 4 y el -9%, se encuentra por debajo del promedio de las economías regionales y la inflación acumulada en 2019 se situó en 3.66%, es decir, se mantiene por debajo de la meta de inflación de 4.0%, ±1%.
La inflación promedio para toda la gestión fue de 2.65%, la más baja en los últimos 7 años.
Esta mejoría en las cuentas externas ha permitido la acumulación de Reservas Internacionales a los niveles más altos de la historia del Banco Central: 8,781 millones de dólares al cierre de 2019; lo que representa alrededor de 10% del PIB, valor considerado como óptimo por el FMI.
Por su parte, el crédito en el sector privado experimentó en 2019 la mayor expansión anual en la historia dominicana, con un crecimiento interanual de 11.7%.
El buen desempeño de la economía dominicana y el fortalecimiento de sus fundamentos durante los últimos siete años ha permitido que las tasas de interés registren una reducción generalizada, contribuyendo a que el crédito al sector privado se haya expandido, hasta alcanzar los 1.2 billones de pesos.
Comparémoslo con los 0.5 billones millones de pesos que a finales de 2012 fluían hacia los sectores productivos y los hogares del país. Es decir, en estos casi 8 años de gobierno se ha multiplicado por 2 el crédito en la República Dominicana.
La combinación de reglas de juego claras y transparentes, junto a la implementación de políticas económicas coordinadas en el ámbito fiscal y monetario, han permitido un aumento significativo del tamaño de la economía dominicana, es decir, del producto interno bruto en dólares.
Pasamos de 60,739.9 millones de dólares en 2012 a 88,952.8 millones de dólares en 2019, es decir, más de 28,000 millones adicionales, lo que equivale a un crecimiento acumulado de 46.4% en 7 años.
Esta cifra, señoras y señores, consolida a la República Dominicana como la mayor economía de toda Centroamérica y el Caribe y coloca nuestro PIB per cápita (en dólares ajustado por paridad de poder adquisitivo) en la sexta posición de América Latina, superado solo por Panamá, Chile, Uruguay, México y Argentina, según el reporte Panorama Económico Mundial, del FMI.
Sin embargo, lo más importante es ver que, tras cada una de estas cifras macro, hay también beneficios tangibles para el pueblo dominicano, en forma de empleo y nuevas oportunidades.
Desde nuestra llegada a la presidencia hemos creado 889,986 empleos netos, para un ritmo promedio de creación de empleos anuales de 127,141 empleo por año, superando con creces la meta de 100,000 empleos de nuestro programa de gobierno. Para que no quede dudas, el número de dominicanos y dominicanas empleados en el 2012 era de 3,825,893; a finales de 2019 estaban empleados 4,715,879 dominicanos y dominicanas.
Si, como todo parece indicar, seguimos a este ritmo, este año estaremos alcanzando el empleo número un millón.
Por su parte, la tasa de desocupación abierta cayó a 5.9%, la más baja de nuestra historia reciente.
Sabemos, además, que se han creado puestos de empleo de calidad y mejor remunerados.
Porque este dinamismo en el mercado laboral ha estado acompañado por el crecimiento de los salarios reales, especialmente en los quintiles de ingresos más bajos, los cuales registraron un incremento acumulado de 33.1% entre 2013 y 2019.
El salario mínimo nominal de las pequeñas, medianas y grandes empresas del sector privado del año 2019 resulta ser superior en 56% al de 2013, registrando un aumento promedio cada dos años de 16% aproximadamente.
Todo esto se ha traducido en una reducción sin precedentes de la pobreza monetaria, que pasó de 39.7 % en 2012 a 20.6% en 2019.
Eso quiere decir que 1 millón 800 mil dominicanos lograron superar el umbral de la pobreza en siete años y medio.
No sólo eso, además el porcentaje de personas en situación de pobreza extrema descendió de 9.9% a 2.4% durante el mismo período de gobierno, lo que significa que 700 mil dominicanos salieron de la pobreza extrema.
Y para quienes dudan de nuestras cifras les diré que han sido refrendadas por la CEPAL en su informe Panorama Social de América Latina 2019, donde se destaca a la República Dominicana como uno de los países que presentaron mayores reducciones de la pobreza monetaria, ocupando actualmente la posición número 7 con menor pobreza entre los países de América Latina y el Caribe.
De seguir así, a lo largo de este año podríamos llegar a ver cómo ¡por primera vez en nuestra historia! la pobreza queda por debajo del umbral del 20%.
Señoras y señores,
Reducir la pobreza de un país a la mitad en 7 años. Eso es cambio! ¡Ese es el verdadero cambio!
Sin embargo, el hecho de que el crecimiento económico sea equitativo no es algo que podamos dar por supuesto. Sobran en el mundo ejemplos de países donde no se da esta situación.
Nosotros, hemos ido reduciendo sustancialmente la desigualdad. El coeficiente Gini, que mide esta variable, se situaba en 2012 en 0,487 y en 2019 descendió a 0,431. Esto puede parecer una cifra poco significativa a simple vista, pero deja de serlo cuando la traducimos.
Dicho de forma sencilla, esta reducción quiere decir que en este momento la República Dominicana es uno de los países con menos desigualdad de toda América Latina!
Porque desde el primer día de gobierno les dije que mi prioridad sería combatir a nuestros dos grandes enemigos: la pobreza y la desigualdad, y así ha sido!
Les dije que pondríamos la economía al servicio de la gente y no al revés, y así ha sido también!
Honorables Asambleístas,
Entre 2012 y 2019 todos estos avances juntos hicieron que República Dominicana haya ascendido 8 posiciones en la clasificación del Índice de Desarrollo Humano.
Eso quiere decir que la República Dominicana está ahora entre las 4 naciones del mundo, óigase bien, ¡del mundo! en las que el desarrollo integral de la población mejoró más en los últimos años.
Señoras y señores,
Hablemos de sectores estratégicos, como el turismo.
En 2012 visitaban el país 4.5 millones de turistas al año, lo que nos generaba un ingreso de 4 mil 600 millones de dólares, ambas cifras nada despreciables.
En 2019, la República Dominicana recibió 7.5 millones, entre turistas que ingresaron vía aérea y cruceristas, y esto a pesar de las dificultades experimentadas por el sector a raíz de la cobertura de noticias negativas por medios de prensa externos, que implicaron la moderación de su tendencia de crecimiento.
Los ingresos por turismo en 2019 sumaron 7,468 millones de dólares.
Entre 2013 y 2019, República Dominicana recibió más de 45 millones de visitantes, y más de US$45,700 millones de ingresos en divisas por turismo, lo que nos consolida como líderes y destino favorito de Centroamérica y el Caribe.
Como saben, en este sector nos propusimos una meta ambiciosa: que en un periodo de 10 años, el país recibiera 10 millones de turistas anuales. Y esa meta, si sigue la tendencia que hemos marcado, se cumplirá en 3 años, tal como dijimos.
Señores y señoras,
Otro sector que año tras año desde el 2012 ha vivido un resurgir en su dinamismo es el de las zonas francas de exportaciones, uno de los sectores económicos que más ha crecido, con un 9.8% solo en el último año.
En 2012 las exportaciones de este sector alcanzaron alrededor de 5 mil millones de dólares, repartidos entre 53 parques que generaban 134 mil puestos de trabajo.
En los últimos 7 años hemos revertido esa situación, al punto que la inversión total acumulada de las empresas registró un crecimiento de un 82.6%, con recursos provenientes de los 5 continentes.
En definitiva, encontramos unas zonas francas decaídas y dejaremos unas zonas francas en plena actividad. Con inversiones que superan los 6 mil 200 millones de dólares, en 74 parques que ya dan empleo a 176,473 dominicanos y dominicanas.
Las zonas francas han pasado los últimos años por un proceso de diversificación que las han transformado de parque de producción de textiles a producto de mayor valor agregado, lo que nos ha posicionado como referente de productos de mayor calidad en varios rubros.
Somos así: el primer exportador mundial de cigarros. El segundo exportador de interruptores eléctricos a los Estados Unidos. Tercer exportador de instrumentos de médicos de América Latina y cuarto proveedor de los Estados Unidos.
Segundo exportador latinoamericano de velas y velones aromáticos. Segundo exportador de trajes de fibras sintéticas a los Estados Unidos. Tercer exportador de calzados a Latinoamérica y noveno hacia los Estados Unidos.
Señoras y señores,
Nuestro modelo de crecimiento inclusivo no sería posible sin el progreso de las micro y pequeñas empresas, que son la base de nuestra economía.
Sin embargo, para que pudieran realmente participar y aportar al crecimiento económico del país, nuestras MIPYMES necesitaban en 2012 un apoyo fundamental: crédito. Crédito accesible a tasas de interés razonables.
Por eso, pusimos en marcha iniciativas como Banca Solidaria, que entre 2012 y 2019 ha prestado más de 33 mil millones de pesos a unos 683 mil micro y pequeños empresarios.
Si sumamos los préstamos otorgados por Banca Solidaria, el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario, el Banco Agrícola y la Fundación Reservas del País, nos encontramos con que nuestras mipymes han recibido cerca de 200 mil millones de pesos en créditos, desde que llegamos al gobierno.
En estos 7 años, los clientes de Banca Solidaria no solo han creado miles de puestos de trabajo con sus emprendimientos, sino que además lo han hecho con una tasa de morosidad del 0.83%, muy por debajo del promedio del sistema bancario nacional.
Por otra parte, el año pasado implementamos dos medidas que las pymes llevaban tiempo solicitando, por un lado instauramos el Régimen Simplificado de Tributación o monotributo, y por otro eliminamos el anticipo del impuesto sobre la renta.
Estos esfuerzos han dado sus frutos. Al día de hoy las MIPYMES generan 2.7 millones de empleos y aportan casi el 40% del PIB, aporte que era del 27% en 2012.
Amigos y amigas,
En paralelo con el desarrollo de nuestros emprendedores, hemos puesto gran énfasis en la capacitación de nuestro capital humano, especialmente de nuestros jóvenes, para garantizar su acceso al mercado de trabajo.
Así, el INFOTEP ha ampliado su oferta académica de 591 opciones de cursos que tenía en 2012 a más de mil en 2019.
Durante estos años INFOTEP ha ofrecido más de 283 mil cursos y desplegado 56 talleres móviles en todo el país. Estamos hablando de más de 5 millones 65 mil certificados de formación técnica entregados.
Solo en 2019 se entregaron más de 816 mil certificados.
Comparémoslo con los 305 mil que se entregaron en 2011.
Casi hemos triplicado la formación técnico profesional, que es un espacio de articulación crucial entre educación, trabajo y desarrollo con igualdad.
Pueblo dominicano,
Otro de los principales propósitos de nuestro gobierno ha sido mejorar las carreteras dominicanas y todas las infraestructuras del país.
Porque lo cierto es que en 2012 nos encontramos con una aceptable infraestructura vial en la capital, pero en el resto del país la situación era algo diferente.
Por eso, desde 2012 emprendimos a través del Ministerio de Obras Públicas, un inmenso trabajo de construcción, reconstrucción y rehabilitación de carreteras y puentes en todo el territorio nacional, interconectando el país de norte a sur y de este a oeste.
Hemos modernizado nuestra red vial con infraestructuras de primer nivel y, además, contamos con un eficiente sistema de asistencia en las carreteras, que las ha colocado entre las más seguras de América Latina.
Las obras son tantas que no podemos dedicar el tiempo de este discurso a enumerarlas y, por eso, ayer hicimos esta publicación en la prensa, que recoge una gran cantidad de las obras realizadas en los últimos 7 años y medio.
Además, próximamente vamos a inaugurar una obra que viene a transformar nuestra capital: la Circunvalación del Gran Santo Domingo, que contribuirá notablemente a desahogar el tránsito, permitiendo que los vehículos de carga y los que se desplazan de un punto a otro del país no tengan que atravesar las calles de la ciudad.
Igualmente, estarán listas antes del 16 de agosto la Avenida Ecológica, la carretera Puerto Plata - Navarrete, la carretera turística Santiago- Puerto Plata, el Palacio de Justicia de Santo Domingo, los Museos de la Plaza de la Cultura, así como los proyectos de El Riíto en La Vega, Tenguerengue y nueva Mesopotamia y la Circunvalación de San Juan de La Maguana, la Circunvalación de Azua, la circunvalación de San Francisco de Macorís, entre otras, de un total de 95 obras que serán entregadas solo por el Ministerios de Obras Públicas antes del 16 de agosto.
En paralelo con este esfuerzo, también hemos prestado gran atención a mejorar el servicio de transporte público dentro de las ciudades.
Sirva como ejemplo el Metro de Santo Domingo, que ha pasado de transportar 31 millones de pasajeros al año en 2012 a transportar 105 millones en el 2019, gracias a la finalización de la línea 2 y a la construcción y apertura de la Línea 2B.
Y, por supuesto, no puedo dejar de hablarles de la construcción y puesta en marcha del teleférico de Santo Domingo, que ha unido 30 barrios de Santo Domingo Norte y Este.
Después de un largo proceso de licitación se iniciaron los trabajos de construcción de la línea dos del teleférico de Santo Domingo, que contará con 8 estaciones, beneficiando los barrios: Buenos Aires, Barrio Libertador, Las Palmas, Villa Aura, Las Caobas, Manoguayabo, Alameda, San Miguel, Los Peralejos, Pantoja, Los Alcarrizos Viejos, La Yuca, Savica, San Rafael, Puente Blanco, Barrio El Invi, 24 de Abril, Los Americanos, Barrio La Unión y Barrio la Esperanza, entre otros.
Tomemos también el ejemplo de la OMSA. En 2012, solo estaban circulando 125 autobuses, al día de hoy tenemos 450 unidades, en buen estado y la mitad de ellas con conexión a internet.
Además, hemos dejado sentadas las bases para que el próximo gobierno pueda desarrollar en toda su extensión el Sistema Integrado del Transporte Público de Pasajeros, que ahora funciona en fase piloto en 4 corredores, permitiendo viajar de forma más cómoda, barata y segura, gracias al pago único con tarjeta.
Señoras y señores,
Como les decía al principio, otro tema complejo al que decidimos hacer frente fue el de la energía eléctrica.
Para ponerlo de manera sencilla, antes de 2012, la capacidad de energía instalada en el país era de 2,998 megavatios y para enero de 2020 ya eran 4,850 megavatios. Es decir, este gobierno prácticamente ha duplicado el suministro eléctrico del país.
Producir casi dos mil megavatios más significa que ahora hay un millón 875 mil familias que reciben energía eléctrica las 24 horas, o sea, un 130% más de hogares con electricidad 24/7 que en 2012.
Solo la construcción de Punta Catalina aporta 756 megavatios diarios con la tecnología fósil más limpia y eficiente del país.
Por eso, no exagero cuando digo que Punta Catalina marca un antes y un después en el país.
Porque, además de contribuir a la disminución del endeudamiento, esta planta va a reducir la factura eléctrica de las familias dominicanas y está atrayendo ya nuevas inversiones.
Y a esto ayudará también otra gran noticia ocurrida este año. Me refiero a la puesta en marcha hace unos meses del gasoducto de 50 kilómetros instalado en el Este del país, desde Boca Chica hasta San Pedro de Macorís por la firma AES Dominicana y que está permitiendo convertir a gas natural las unidades Quisqueya I y II, CESPM, Sultana del Este y de ser posible Los Orígenes, con una capacidad conjunta de 940 megawatts.
Señoras y señores,
Más allá de aumentar la generación y mejorar la distribución, nuestra otra gran meta ha sido diversificar la matriz eléctrica, dando prioridad a proyectos de energía limpia y renovable.
Cabe destacar que antes de 2012 solamente se generaban 33 megavatios a través de energías renovables.
Prometimos llegar a un 25% de la matriz de generación de renovables, y me alegra poder anunciar que la vamos a sobrepasar.
Porque producimos 18 veces más energía limpia que cuando llegamos al gobierno. Al día de hoy podemos estar orgullosos de decir que generamos 604 megavatios de energía verde! Si a eso añadimos los 626.5 megavatios que aportan las hidroeléctricas, esto suma en total 1,230.5 megavatios de capacidad instalada, que equivale a más del 25 por ciento de generación de energía renovable.
Esta transformación representa un ahorro anual de hasta mil millones de dólares, porque ya no estamos dependiendo como antes del petróleo.
Y no debemos olvidar que, con ella, seguimos contribuyendo con el Acuerdo de París para la reducción de gases de efecto invernadero.
Señores y señoras,
Esto conecta plenamente con la renovada atención al medio ambiente que nuestro gobierno ha mantenido y que está reverdeciendo nuestra isla.
Recordemos que en 2012 teníamos kilómetros de montañas despoblados de árboles, donde avanzaban la quema y el conuquismo.
Por eso, emprendimos 7 grandes proyectos de reforestación para el Desarrollo Sostenible de las Cuencas Hidrográficas de la Región Sur del País. Hoy, se han reforestado más de 532 mil tareas; lo que representa un avance del 69% de la meta total, que es de 767,000 tareas.
Un dato adicional, al día de hoy se han plantado más de 57 millones de árboles en los proyectos agrícolas y forestales.
En estos años también hemos realizado importantes obras de infraestructura para la preservación de nuestros recursos hídricos.
Así en 2016 entregamos la ampliación de la presa de Sabana Yegua, en Azua y estamos avanzando en la finalización de la Presa de Monte Grande, en Barahona, que tendrá capacidad para almacenar 350 millones de metros cúbicos de agua.
El proyecto llevará agua a numerosas comunidades; además, garantizará el riego de más de 700 mil tareas que dedicarán al cultivo de productos agrícolas y permitirá controlar las inundaciones provocadas por la crecida del río Yaque del Sur y sus afluentes.
Pero también nos hemos preparado con la construcción y rehabilitación de presas medianas, para poder enfrentar los periodos de sequía.
Así, rehabilitamos la presa Tavera- Bao, López- Angostura y mejoramos la presa Jigüey. Se reparó la central hidroeléctrica Aguacate, en San Cristóbal y se potenciaron las dos unidades que la conforman.
También reforzamos el sistema principal del canal de la presa de Hatillo, en Sánchez Ramírez, e inauguramos las presas de Palma Sola y la de Las Dos Bocas en San Juan, una obra esperada durante 25 años en el municipio de Vallejuelo.
Actualmente, están en su etapa final las construcciones de la presa Yacahueque, en San Juan y la presa La Piña en Dajabón, al tiempo que pusimos en marcha los trabajos de construcción de la presa y los canales de riego de Boca Los Ríos, en Santiago Rodríguez.
Señoras y señores,
Como saben, este 2020 ha sido declarado formalmente como el Año de la Consolidación de la Seguridad Alimentaria.
¿Qué quiere decir esto? Pues quiere decir que es el momento de afianzar el gran trabajo que vienen haciendo nuestros productores del campo y nuestras instituciones.
El trabajo que ha logrado que al día de hoy produzcamos el 85% de los alimentos que comemos.
De hecho, en algunos rubros importantes como el arroz, los huevos, el pollo o los plátanos llegamos al 100%.
Esto es una gran noticia porque producir aquí, en nuestra tierra, los productos que comemos es la única garantía de que la canasta básica sea asequible al bolsillo de las familias, independientemente del devenir internacional.
De nuevo, recordemos cuál era la situación de la que partíamos. Cuando llegamos en 2012 encontramos el crédito agropecuario con tasas de interés de un 18%.
Esto era mucho más de lo que la mayoría de los productores del campo podían pagar, así que la producción agrícola estaba estancada.
Logramos reducir la tasa de interés a un 8% y el crédito al campo se ha triplicado. Pasamos de 500 millones de pesos prestados al mes a 1,800 millones en 2019.
Esto ha permitido, a través de las Visitas Sorpresa, que se realizaran más de 2 mil 400 proyectos, con una inversión de más de 49 mil millones de pesos.
A eso hemos dedicado 284 domingos, a visitar todos los puntos del territorio nacional, para escuchar las voces de los dominicanos y las dominicanas.
Esto ha hecho posible la generación de 170 mil empleos directos y otros 300 mil indirectos, que han permitido que miles de familias encuentren trabajo en sus propias comunidades, sin necesidad de emigrar a la ciudad.
Y también nos hemos asegurado de que las personas que trabajan el campo tengan una mayor seguridad jurídica, que sean los dueños de las tierras en las que ponen todo su empeño día a día.
Cuando llegué a la presidencia sólo se habían entregado 14 mil títulos de propiedad. Desde 2012 hasta ahora se han entregado ya 70,525 títulos, beneficiando a más de 279 mil personas e invirtiendo alrededor de 660 millones de pesos en la adquisición de títulos por parte del Estado y que son entregados de forma gratuita a las personas que trabajan la tierra.
Lo que significa una economía de más de 5,600 millones de pesos para las familias que fueron beneficiadas por el gobierno con sus títulos definitivos de propiedad, porque no lo tuvieron que pagar.
Para que se hagan una idea, esta cifra supera ampliamente el total de títulos entregados durante los 56 años de la Reforma Agraria.
¿Y cuál es el producto final de todo esto?
El producto final es que nuestra producción agrícola pasó de 140.73 millones de quintales de alimentos en 2012 a 208.5 millones de quintales de alimentos, para un incremento total de 67.77 millones de quintales de alimentos en 7 años y medio.
Cuando empezamos a servirles en 2012, el sector turístico importaba el 70% de los alimentos que servía en los hoteles.
Hoy, los productores dominicanos son capaces de suplir el 85% de la demanda de alimentos al sector.
Y esto va de la mano con el crecimiento de las exportaciones agropecuarias, que pasaron de 1,345 millones de dólares en 2012 a 2,322 en 2019. Es decir, estamos exportando dos veces más que hace siete años.
Por eso les decía que este es el año de la consolidación de la seguridad alimentaria.
Hoy somos uno de los primeros países de América Latina y del Caribe donde más se ha reducido el hambre, como confirma la FAO.
Es el momento de dar el empuje definitivo por la seguridad alimentaria, porque nuestro país nunca ha estado tan cerca de cumplir ese objetivo, largamente anhelado y por fin al alcance de la mano, que es el objetivo Hambre Cero
Amigas y amigos,
Pasemos ahora a hablar de la educación, porque quizá en ningún otro campo el cambio logrado en estos años ha sido más claro, más profundo y más necesario, que en la educación.
Recordemos por un momento cuál era la situación de nuestro sistema educativo en el pasado 2012.
Faltaban aulas y con el modelo de 2 tandas, las escuelas impartían en promedio 2 horas y media de docencias.
Los alumnos tenían que recorrer largas distancias para estudiar, muchos llegaban sin desayunar, otros no tenían con qué comprar sus útiles escolares. En definitiva, los hijos de los más pobres no tenían igualdad de oportunidades.
Veamos ahora el cambio:
Nuestro país invierte ahora el 4% del PIB en la educación.
Esto quiere decir que la inversión por estudiante pasó de 20 mil pesos en el 2012 a más de 92 mil este año.
Pero más importante aún, con el 4% pudimos duplicar el número de aulas construidas desde la fundación de la República.
Así es, señoras y señores,
En toda la historia de República Dominicana, hasta el 2012, se habían edificado 33 mil aulas. En estos siete años y medio de gestión ya hemos inaugurado 24 mil espacios educativos y se están construyendo otros nueve mil espacios. De manera que cuando finalice esta gestión llegaremos a 66,000 espacios educativos.
Es decir, que la mitad de los niños que vayan a la escuela en los años venideros lo harán en escuelas nuevas, construidas y equipadas por este gobierno.
Esta es la realidad. Esto es cambio, cambio con mayúsculas.
Gracias a esas aulas, hemos hecho posible que más de 1 millón 600 mil niños y niñas reciban, por fin, 8 horas de docencia y tengan, además, 3 comidas diarias garantizadas.
¿Pueden imaginar una mayor transformación para una generación entera de dominicanos y dominicanas?
Pero pensemos ahora en los maestros, porque ellos también son testigos del cambio.
Tras sucesivas subidas salariales, el salario promedio del docente de educación inicial y básica aumentó un 97%. A su vez, el salario del docente de educación media creció 103%, a lo que hay que añadir un aumento de sus pensiones de jubilación y una mayor cobertura de salud.
En cuanto a la formación de nuestros educadores, para poner las cosas en perspectiva les diré que pasó de 1,383 millones de pesos en 2012, hasta llegar a 4,575 millones de pesos en el año 2019, es decir, que estamos invirtiendo el triple en la formación de los maestros.
Y si hablamos de educación superior, también hay datos clave que muestran cómo está cambiando nuestro país.
Comenzaré por decir que hemos otorgado cerca de 350,000 becas en este periodo.
Solo el Mescyt ha entregado más de 236 mil becas nacionales, internacionales, de Inglés por Inmersión, de República Digital y otros. Mientras que el Ministerio de la Juventud ha otorgado 98 mil becas en todo el periodo.
A su vez, hemos aumentado la cantidad de becas para que los estudiantes meritorios puedan continuar especializándose en más de 100 universidades internacionales y contribuyendo después con su talento a mejorar el país. El apoyo a la educación superior ha sido de tal magnitud, que solo a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) se le ha incrementado su presupuesto de 5,271 millones en 2012 a 9,481 millones en 2020, prácticamente se ha duplicado su presupuesto.
Además, aprovecho este encuentro para agradecer la reciente aprobación por el Senado de la República y esperamos la pronta aprobación por parte de la Cámara de Diputados de la Ley del Marco Nacional de Cualificaciones, que servirá para aumentar notablemente la calidad de los estudios universitarios, a la vez que posibilitará la evaluación internacional y garantizará una mayor adecuación entre las titulaciones y las necesidades de las empresas.
Señoras y señores,
En 2012 les prometí poner a las personas en el centro de las políticas públicas, pero antes que a ninguna otra persona, a los niños y niñas de todo el país. Porque es en la primera infancia donde se empieza a romper el círculo de la exclusión y la carencia.
Y comenzamos por proteger la vida, reduciendo la mortalidad infantil.
En 2012, la tasa de mortalidad infantil era de 17 niños por cada 1,000 nacidos vivos. En la actualidad se ha reducido a 12 niños por cada 1,000 nacidos vivos, cuya reducción nos ha permitido alcanzar la meta fijada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030.
Pero, además, lo cierto es que cuando llegamos al gobierno apenas 18 mil niños y niñas menores de 4 años recibían atención integral.
Esto tenía que cambiar, y cambió.
Hoy, los programas de Estancias Infantiles y los Centros de Atención a la Infancia y la Familia, ofrecen protección a más de 193,500 niños.
Niños y niñas de entre 45 días y 4 años, que reciben diariamente protección, nutrición, estimulación temprana y cuidados de salud de mano de profesionales bien preparados y de manera completamente gratuita.
Y para que esta cobertura llegue a todos sin excepciones, inauguramos 3 Centros de Atención Integral a la Discapacidad que ya han realizado intervenciones terapéuticas y servicios clínicos a más de 5,452 niños y niñas con discapacidad.
Esto supone un antes y un después para miles de familias que nunca antes habían contado con un apoyo institucional especialmente diseñado y dirigido a sus necesidades.
Y como este gobierno no se detiene y seguimos trabajando, me complace anunciarles que ya está prácticamente lista en la zona oriental de Santo Domingo lo que podríamos llamar una ciudad de la niñez, con la apertura de un cuarto Centro CAID, de dos estancias infantiles y un parque para niños con discapacidad.
A su vez, hemos asumido el compromiso de que ningún niño se vea desprovisto de identidad. Porque ese es el primero de los derechos, la llave que abre la puerta hacia la educación, la salud y la seguridad. De manera que la identificación en nuestros hospitales, que rondaba el 41% hace 7 años, ahora es ya del 85%.
Mención aparte merece el trabajo que realiza el CONANI con los niños, niñas y adolescentes más vulnerables.
Durante el período 2012- 2019 se asistieron 44,627 casos y se logró dar un hogar permanente y seguro a 688 niños, niñas y adolescentes sin familia.
Este conjunto de políticas de primera infancia son, sin duda, uno de los motores de transformación que dejamos en marcha, para que sigan avanzando durante los próximos años y dando sus frutos en las siguientes generaciones.
Señoras y señores,
Si hablamos de grandes problemas estructurales que ningún gobierno se atrevía a enfrentar definitivamente, tenemos que hablar del analfabetismo.
En 2012, el porcentaje de personas analfabetas era de 12.83%.
Con la ayuda de más de 25,000 voluntarios, emprendimos esa gran cruzada que ha sido el Plan Nacional de Alfabetización Quisqueya Aprende Contigo, la mayor iniciativa de este tipo realizada en la historia de nuestro país.
Hoy, cuando la batalla está prácticamente ganada, quiero hacer llegar un agradecimiento especial a todas esas personas que, con su generosidad, han enseñado a leer y escribir a 685,482 dominicanos y dominicanas.
Y digo que esta batalla está prácticamente ganada porque a enero de 2020, el índice de analfabetismo ronda el 5.5%.
Un país debe estar por debajo del 5% para ser declarado libre de analfabetismo. Y eso podríamos hacerlo fácilmente, si restáramos del conteo a los menores de 14 años, como permiten hacer los indicadores internacionales.
Sin embargo, no es así como queremos terminar esta lucha. El programa de alfabetización Quisqueya Aprende Contigo, empezó bajo el lema de “que nadie se quede atrás” y terminará, de la misma forma, sin dejar a nadie atrás.
Continuaremos enseñando a leer y escribir a los menores de 14, a los mayores de 65, y a todo aquel que lo necesite.
Porque es precisamente este cambio de mentalidad lo que nos permitirá convertirnos definitivamente en esa sociedad más justa, mejor educada y más igualitaria, que siempre fue nuestro proyecto de país.
Señoras y señores,
Quiero seguir hablándoles de cambios. De cambios profundos que se reflejan en el día a día de las personas, especialmente de aquellas que menos tienen.
Hablemos ahora del sistema de salud pública. De los servicios de salud que recibían antes las personas de escasos recursos y de los que reciben ahora.
Realmente, les aseguro que entrar en un hospital público ahora es una experiencia muy diferente a la que se vivía en el pasado.
Porque venimos de tener hospitales con pacientes que se hacinaban en una sala sin aire acondicionado, 10 ó 12 pacientes juntos con un baño común y con enfermedades diferentes.
Y hemos avanzado hasta el punto que en 42 hospitales tenemos dos camas por cada habitación, con un baño y aire acondicionado, y muy pronto tendremos 57 hospitales en iguales condiciones.
El próximo 10 de marzo estará lista también la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar, un moderno complejo médico de 12 edificios con 55 quirófanos y más de 600 camas.
Además, antes del 16 de agosto serán inaugurados y reinaugurados por la OISOE, los siguientes centros de salud: El hospital Regional José María Cabral y Báez, el hospital Arturo Grullón en Santiago, el hospital Jaime Mota en Barahona, el hospital Eduardo Musa en San Pedro de Macorís, el hospital Regional de San Francisco de Macorís, el hospital de Engombe en Santo Domingo Oeste, el hospital Vinicio Calventi en Los Alcarrizos, el hospital de El Seibo, el hospital de Las Terrenas en Samaná, el hospital de Boca Chica, el hospital de Villa Hermosa en la Romana, el hospital de Bonao y el hospital de Neyba, entre otros.
Hemos pasado también de tener solo 15 médicos y enfermeras por cada 10 mil habitantes a tener 28, casi el doble. Hoy contamos con una plantilla de más de 22,000 médicos, mejor pagados y más preparados. Recordemos que en 2016 un médico general ganaba 36 mil pesos, y hoy reciben 50 mil pesos y cuentan con protocolos más actualizados.
Estos médicos y equipos de salud están, además, cada vez mejor repartidos en el territorio, gracias a que hemos fortalecido la red de atención primaria, con 44 Centros de Diagnóstico y Atención Primaria, de un total de 50 que están en construcción.
En cuanto a los seguros de salud, ya podemos decir que hemos dejado atrás ese modelo en el que si el ciudadano no tenía cobertura privada, no podía acceder a una atención decente.
Es una gran satisfacción poder afirmar que hoy, 8 de cada 10 dominicanos están afiliados al Seguro Familiar de Salud.
Es decir, que más de 2 millones 88 mil personas que no tenían seguro de salud, ahora ya lo
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