Financial Times – 17/03/2020, 12:00 AM
Un autobús turístico vacío en Hollywood Boulevard.
La economía mundial ha caído en recesión, debido a los efectos de un “cóctel explosivo” constituido por el coronavirus y la acción dramática que se ha tomado para limitar su propagación, según cuatro ex economistas principales del Fondo Monetario Internacional (FMI).
A medida que el virus se ha extendido desde China al resto del mundo, los economistas ya no sienten que tienen que esperar los datos para confirmar que el mundo está en una recesión, a pesar de que los pronósticos oficiales siguen siendo más optimistas.
Los ex altos funcionarios acordaron que la primera prioridad era abordar las necesidades de salud pública, pero dijeron que debido a la probabilidad de una recesión económica, los gobiernos deberían prepararse para gastar sumas significativas para proteger a las empresas y los hogares.
Hasta ahora, los políticos y los funcionarios han tratado de contener el temor con respecto a las consecuencias económicas del coronavirus. Mark Carney, el gobernador del Banco de Inglaterra, se negó a pronosticar una recesión en el Reino Unido conforme Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, dijo que sólo sería un “gran shock”.
Gita Gopinath, economista jefe del FMI, dijo que era difícil predecir lo que iba a pasar, pero que la pandemia no parecía una recesión normal. Los datos de China han mostrado una caída mucho más pronunciada en los servicios de lo que ocurriría en una recesión normal, por ejemplo.
“No hay una lección fácil”, dijo la Sra. Gopinath, y agregó: “Esto debería ser un shock transitorio con tal de que haya una respuesta política agresiva que evite que se convierta en una gran crisis financiera”.
También afirmó que no había ninguna razón por la cual deberían persistir los efectos económicos de una crisis de salud, de la misma manera en que los largos períodos de lento crecimiento han tendido a seguir a las crisis financieras a medida que los hogares y las empresas pagan sus deudas.
Pero sus predecesores en el FMI fueron menos cautelosos en su evaluación. Kenneth Rogoff, profesor de la Universidad de Harvard, dijo: “En este momento, la probabilidad de una recesión global es superior al 90 por ciento”.
Maurice Obstfeld, profesor de la Universidad de California, Berkeley, dijo que los eventos recientes fueron “un cóctel explosivo para el crecimiento global”. Agregó: “No veo cómo, dados los eventos en China, Europa y EEUU, no habrá una desaceleración severa”.
Olivier Blanchard, investigador principal del Instituto Peterson, dijo que “no había duda de que el crecimiento [económico mundial] será negativo” durante los primeros seis meses de 2020. La segunda mitad dependerá de cuándo se alcanzará el pico de infección, dijo, agregando que su “suposición” era que este período probablemente también será negativo.
Raghuram Rajan, profesor de la Chicago Booth School of Business y ex gobernador del banco central de India, dijo que la profundidad de cualquier golpe económico dependería del éxito de las autoridades para contener la pandemia, que esperaba que fuera decisivo y rápido. “Entre más se prolongue obviamente creará más estrés para el sistema”, dijo.
Un brote prolongado también podría provocar una segunda ronda de consecuencias, debido a que los trabajadores que han sido despedidos podrían provocar otra caída en la demanda, erosionando la confianza a largo plazo, advirtió.
El FMI define una recesión global como el momento en que el crecimiento, normalmente entre 3.5 y 4 por ciento anual, cae por debajo del 2.5 por ciento. No todos los ex funcionarios del FMI creen que esta definición es sensata bajo estas circunstancias, pero todos dijeron que las condiciones para una recesión global se habían cumplido independientemente de la definición precisa.
El FMI ha dicho que el impacto del virus será “significativo” y que el crecimiento en 2020 será menor que en 2019, cuando alcanzó 2.9 por ciento.
Para ayudar a compensar la desaceleración, los profesores Obstfeld y Rajan pidieron ayuda en efectivo para los hogares vulnerables y el profesor Blanchard dijo que era necesario “preparar medidas fiscales, incluyendo transferencias y apoyo para los bancos”. Concluyó: “Hay que hacer lo que sea necesario”.
Otros economistas también dejaron en claro que los efectos económicos del coronavirus serán graves. Vítor Constâncio, ex vicepresidente del Banco Central Europeo, dijo: “La recesión proviene de una deficiencia de la demanda y la perturbación de las cadenas de suministro. Los sectores más afectados serán los servicios de ocio, turismo, viajes, transporte, energía, finanzas”.
Erik Nielsen, economista jefe de UniCredit de Italia, señaló que después de la crisis financiera de 2008, hubieron cuatro trimestres consecutivos de crecimiento global negativo, pero dijo que esperaba que el impacto del coronavirus duraría sólo un par de trimestres. Pero también predijo que la caída trimestral podría ser tan profunda como la contracción de 3.2 por ciento que experimentó la economía mundial en el primer trimestre de 2009.
Gilles Moec, economista jefe de la aseguradora francesa Axa, dijo que tratar de prever la interrupción del virus era casi imposible. “Nuestros modelos de pronóstico no están configurados para hacer frente a este escenario”, dijo.
Señalando la falta de suficientes pruebas de detección para el virus en EEUU, Danny Blanchflower, profesor de Dartmouth College, dijo: “Lo peor está por venir. Creo que la confianza del consumidor va a colapsar”.
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